Presentación del blog

¡Saludos a tod@s!

Como su mismo nombre indica, este blog está destinado a recoger, paso a paso, todas mis salida, excursiones, rutas y viajes. Siempre a pié. Pequeñas escapadas, visitas a pueblos, rutas cortas, largos recorridos... Pero siempre a pie.

Mi idea es dar a conocer y compartir con todos mis lectores esos maravillosos rincones que muchos desconocemos y pasamos por alto, cuando están ahí, muy cerca de nosotros. O no tan cerca...


martes, 29 de julio de 2014

CAMÍ DELS BONS HOMES - 2ª Etapa - PEGUERA - GÓSOL

15 de julio - Martes

Vamos con la segunda jornada de esta preciosa ruta.
Hoy voy desde Peguera hasta Gósol.
19 km.
He dormido de maravilla en una de las casas abandonadas de Peguera. El silencio es absoluto en esos sitios. No hay coches, ni vecinos, ni ningún ruido que te sobresalte a media noche. Sólo los pájaros, los cencerros de las vacas y de vez en cuando algún roce entre las altas hierbas, producido por alguna alimaña de pequeño tamaño. Alguna rata, supongo...


La mañana amanece fría y húmeda. El aire es helado y da miedo asomar la nariz fuera del saco. Una densa niebla, agarrada a las cimas de las montañas más altas, se ha empeñado en no dejar pasar los rayos del sol naciente y acentúa la sensación de frío. Me ha costado abrir la cremallera del saco y abandonar su calorcillo. Hay tanta humedad que las altas hiebas del prado están chorreando, y hasta los mapas y los papeles que tenía dentro de la mochila están húmedos. A pesar de todo no hay previsión de lluvia. Pero parece que poco a poco se va levantando el día.
Todo está dentro de la normalidad, puesto que me encuentro a la nada despreciable altura de 1.570 metros.
Bueno, hay que seguir con la ruta.
Sobre las 7'30 ya tengo todo recogido e inicio la segunda jornada de camino. Y cuando digo "todo recogido", significa TODO. Jamás dejo basura ni otros restos. Procuro que no quede ni rastro de mi paso. Es una pena que no todo el mundo actúe de la misma manera. Entre los escombros de aquella casa abandonada había algún plástico y trozos de cristal...
Empiezo en llano, en campo abierto, entre prados y algunos bosquecillos de abetos. Poco más de dos kilómetros y llego a la Font de la Bruixa.


En este punto hay un cruce y se me ofrecen dos alternativas.
Una es la que pasa por el pueblo abandonado de Bonner. Esta ruta es unos 3 kilómetros más larga y obligada para quien haga el camino a caballo o en bicicleta de montaña.
La otra alternativa es por Ferrús y el coll del Portet, y sólo se puede realizar a pie.
Puesto que ya visité con anterioridad el pueblo de Bonner, me decido por la de Ferrús y el coll del Portet. Es mucho más agreste que la otra y es de suponer que con mejores vistas.
Se acabó el camino llano. Empieza el ascenso. Paso junto a la masía casi derruida de Ferrús y la pista se torna sendero.
En pocos momentos, la ancha pista forestal se convierte en una especie de camino de cabras, lleno de grandes piedras e inicio una endiablada subida.
Dos kilómetros por un empinado sendero, trepando por las rocas y algunas tarteras.

Sendero muy empinado y de difícil caminar.

Al fin ha salido el sol, y calienta que da gusto. Subo, subo y subo. Cansada, pero resistiendo. Lo que más acuso es el peso de la mochila sobre mi espalda. No estoy acostumbrada a ella,aunque sé que en un par de días ni la notaré.
El paisaje y las vistas son impresionantes. Sobre mi cabeza se alzan impresionantes paredes rocosas de más de 300 metros de altura. La Roca Gran de Ferrús, Cap de la Gallina Pelada, Roques Blanques... El espectáculo es espléndido y el esfuerzo ha merecido la pena.
Y, como todo lo que sube tiene que bajar... Pues eso.
Empiezo bordeando los altos riscos de Roques Blanques, hasta el coll del Portet en un descenso moderado.
Hasta que llego al inicio de un sendero que, en un alocado descenso, en zig-zag por un bosque de pinos de gran tamaño, me conduce al molí de Feners.


Unos cinco kilómetros haciendo piruetas, saltando sobre las rocas y procurando no perder el equilibrio so pena de bajar la montaña rodando... Una dura prueba para las rodillas.
A partir del molí de Feners el camino se suaviza.
Ahora voy por pista forestal y toca volver a remontar un poco, hasta Gósol.
Paso por pequeños pero bonitos pueblos. Feners, L'Espà, Sorribes... En este último pueblecito hay una fuente con un abrevadero lleno de renacuajos, y una preciosa iglesia que parece darme ánimos para seguir.
El final de la etapa no está lejos. Apenas tres o cuatro kilómetros más.
El camino casi llano se convierte de nuevo en sendero, un par más de subidas y bajadas, y llego al coll del Cap de la Creu.
Un mirador excepcional. Desde él tengo unas vistas espléndidas del Cadí, el Pedraforca, Serra d'Ensija, Cap de la Gallina Pelada, Rasos de Peguera...


Hago una pequeña pausa para admirar y sobrecogerme ante tan bello e imponente entorno.
Y por fin, Gósol, apenas a un kilómetro.
No tardo en avistar este pequeño pero bucólico pueblo.
Apenas una plaza en el centro del pueblo y poco más que media docena de calles lo conforman. Tiendas, bares, restaurantes.... Nada falta para el disfrute y la comodidad del visitante.
Compro provisiones y me dirijo al albergue.
Me alojo en el albergue "El Molí de Gósol".
Se encuentra a un kilómetro de distancia de la población, y como su nombre indica, es un antiguo molino restaurado y adaptado a albergue.


Un entorno precioso y tranquilo, que invita al relax y a descansar después de una jornada bastante dura.
En este albergue pasaré dos noches, puesto que mañana tengo pensado subir al Pedraforca. Será una jornada extra, fuera de la ruta del Camí dels Bon Homes, pero sería un delito no aprovechar la ocasión para subir a esta mítica montaña....

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