Presentación del blog

¡Saludos a tod@s!

Como su mismo nombre indica, este blog está destinado a recoger, paso a paso, todas mis salida, excursiones, rutas y viajes. Siempre a pié. Pequeñas escapadas, visitas a pueblos, rutas cortas, largos recorridos... Pero siempre a pie.

Mi idea es dar a conocer y compartir con todos mis lectores esos maravillosos rincones que muchos desconocemos y pasamos por alto, cuando están ahí, muy cerca de nosotros. O no tan cerca...


sábado, 27 de junio de 2015

Girona - La Vall de Sant Daniel con los castillos de Sant Miquel y Montjuic

Fecha de realización: Sábado 27 de junio de 2015
Recorrido: unos 13 km
Desnivel: cerca de 400 m. de ascenso, y lo mismo de descenso.
Caminantes: Trotacamins i Caminant per Catalunya.

Una bonita salida por los alrededores de Girona, en concreto por el valle de Sant Daniel.
Partiendo del Barri Vell de la ciudad de Girona y expandiéndose hacia el este, en dirección a las cercanas Gavarres, se encuentra el valle de Sant Daniel.
Una amplia zona forestal para todo tipo de personas. Deportistas, familias, niños, gente mayor.... Hay rincones y actividades para todos.
Nosotros iniciamos la ruta en el monasterio de Sant Daniel. Este es la única comunidad benedictina femenina de Catalunya que pervive en el mismo sitio en que se fundó.

Monasterio de Sant Daniel

Siguiendo la pista forestal, paralelos a la riera de Galligants y cruzando un pequeño puente, no tardamos en llegar a la Plaça de la Sardana.

Plaça de la Sardana.

Sombreada con grades árboles, bancos para reposar y una construcción escalonada donde ponerse los músicos... Todo a punto para una plácida audición. O unos minutos de reposo...
Pasamos por delante de la masía de can Llinàs y nos dirigimos al Turó d'en García.


Can Llinàs

Desde este modesto cerro, apenas 145 de altura, tenemos una buena vista del valle, de la ciudad y de la parte trasera de la catedral.

Vistas desde el Turó d'en García

Descendemos de este punto elevado y en poco rato llegamos a la Font del Ferro.
Por su proximidad a la ciudad y su fácil acceso en coche, este es uno de los más concurridos puntos de ocio del valle.
Aquí encontramos una amplia zona de picnic, con mesas, bancos, barbacoas de obra y una fuente de aguas carbonatadas y ferruginosas.


Zona de picnic de la Font del Ferro

Las aguas de esta fuente tienen un característico sabor picante y a hierro, y están controladas sanitariamente, y son muchas sus propiedades medicinales.

La Font del Ferro

Tras probar el agua y cerciorarnos de su peculiar sabor, seguimos la ruta y pasamos justo al lado de la antigua fábrica d'en Saguer, que unos años atrás comercializó esas aguas picantes.
Como curiosidad, nos fijamos en unos grandes murales pintados en sus paredes: imágenes de lobos.
Un poco más adelante llegamos al Mas Miralles, una antigua y gran masía.
Se dice que sus  tierras eran tan extensas, que el señor Miralles podía ir a los Santos Oficios de la catedral sin dejar de pisar su finca.
Muy cerca de la masía hay un antiguo puente de piedra, sobre la riera del mismo nombre.

Pont d'en Miralles

Todos estos torrentes y rieras suelen estar secos todo el año, pero cuando llueve pueden llegar a tener una fuerza brutal, sobretodo con las tormentas de finales de verano y principios de otoño. En 1843 el río Galligants fue el causante de una de las peores inundaciones de la ciudad, en las que murieron más de 100 personas.
Empezamos a ascender en suave pendiente, pasamos por debajo de la variantede la N-II y al otro lado nos encontramos con una curiosa escultura.
Se llama "Girona, llindar d'Europa" (Girona, umbral de Europa.), realizada por Bonaventura Ansón en mármol de Carrara y simboliza una gran puerta, esbelta, imponente y de formas irregulares....

"Girona, Llindar d'Europa"

Seguimos ascendiendo y ganando altura, alternando pista forestal y sendero. En Can Lliure tenemos buenas vistas de la ciudad de Girona y la barriada de Sant Daniel.
Llegamos a Cal Mistaire, una antigua masía de dos plantas en ruinas, construida en parte con la técnica de la piedra seca y en la que se pueden distinguir claramente parte de sus aposentos, un horno y algunas estanterías hechas con lajas de piedra.
Muy cerca de la casa la Font de Cal Mistaire. Seca, por supuesto...
En pocos minutos llegamos al collet d'en Figueres. Ya queda poco para llegar a la cima del Puig de Sant Miquel, el punto más elevado de la salida de hoy.
Se puede hacer por la pista forestal, pero es mucho mejor y más agradecido un sendero muy bien indicado, que nos llevará por un bosque de encinas, entre ruinas de antiguas construcciones todas ellas en piedra seca, hasta Sant Miquel.

El sendero nos ofrece una acogedora sombra.

Allí encontramos una amplia zona de picnic, con grandes encinas que proporcionan una agradable sombra.

Zona de picnic del puig de Sant Miquel, con buenas vistas de la ciudad.

Y unos metros más arriba, justo en la cima, el conjunto arqueológico compuesto por:
Los restos de una antigua edificación, (posiblemente un castillo o torre de vigía fortificada de la que sólo se conservan algunos restos y el foso).
Una ermita del siglo XV de estilo gótico, medio en ruinas y dedicada a San Miguel.
Y una torre cuadrada de telegrafía óptica, de construcción más moderna.

El conjunto arquitectónico del puig de SAnt Miquel.

Se puede acceder a la parte más alta de la torre, desde donde se tienen unas vistas excepcionales de todo el entorno. El lugar es privilegiado. Se dominan los valles de Sant Daniel y Celrà, Montanyes de Begur, el Montgrí, la Plana del Ter, les Guilleries... y en dias claros el Montseny y los Pirineos.

Espléndidas vistas.


El Montgrí...

También hasta aquí se puede llegar con coche, por la pista forestal, lo que hace de este punto uno de los lugares más emblemáticos para la gente de Girona.
A partir de aquí iniciamos el descenso, pasando por Can Micaló (también en ruinas y otro claro ejemplo de masía construida con la técnica de piedra seca), y por la Font Martina, también seca, claro.

Can Micaló. Construcción en piedra seca, muy típica
de la zona mediterránea.

Volvemos a cruzar la variante de la N-II, ahora por un puente elevado, pasamos junto a grandes masías y atravesamos amplias zonas de cultivos.
El descenso es suave y sin apenas darnos cuenta llegamos al barrio de Montjuic, donde visitamos los restos de su castillo, que se empezó a construir el 1653, para defender a la ciudad.
Actualmente són pocos los restos que quedan de este castillo.

Algunos restos del castillo

Unos metros más abajo está la Torre Suchet, desde la que tenemos muy buenas vistas de la catedral y del monasterio de Sant Daniel, al que llegamos en pocos minutos, completando de esta manera la ruta de hoy.

Los restos de la Torre Suchet

Esta ha sido una magnífica salida. Fácil de hacer y apta para toda la familia, para disfrutar y conocer un espacio natural a tocar de la ciudad.
Por toda esta zona hay gran cantidad de caminos y rutas de diferentes dificultades que nos pueden llevar a descubrir preciosos rincones cargados de historia.
Si se recorre esta zona en verano, hay que llevar agua suficiente. La mayoría de las fuentes están secas.

domingo, 21 de junio de 2015

Sant Privat d'en Bas - Salt de Sallent - Puigsacalm - Mare de Déu de les Olletes - Sant Privat d'en Bas

Ruta realizada el día 21 de junio de 2015
Recorrido: 15'5 km con 950 metros de desnivel acumulado.
Caminantes: Ana Rodriguez y la que escribe (Madre e hija, vamos....)

Una espectacular ruta, para disfrutar de preciosos rincones con un gran encanto y de las espectaculares vistas que se tienen en un día claro desde la cima del Puigsacalm.
Yo la califico de moderada, por los acusados desniveles, tanto de subida como de bajada.

Sant Privat d'en Bas

Salimos de la población de Sant Privat d'en Bas con el coche y lo aparcamos al final de la pista asfaltada, junto a una zona de pícnic en el Pla d'en Xurri, que es donde empieza la ruta a pie.
Empezamos tempranito, sobre las 8'15. Los más de 15 km, el fuerte desnivel y el calor así lo aconsejan, y nuestra idea es disfrutar de los paisajes y de todos los rincones, sin prisas...
Iniciamos el camino en suave ascenso ( los primeros 9'5 km serán en constante ascenso, hasta llegar a la cima del Puigsacalm), siguiendo el curso de la riera de Sallent y disfrutando de preciosos rincones con pequeños saltos y pozas de aguas multicolores.

Pequeños rincones con gran encanto....

En algunos tramos el desnivel es bastante fuerte, hasta llegar al Salt de Sallent (Ojo! No confundir con el Salt de Sallent de Rupit!)
Nos desviamos unos momentos por un sendero que nos lleva a la base del salto, aunque éste no existe. Sólo unas pocas gotas de agua se deslizan por las verticales paredes...

El Salt de Sallent. Casi seco....

Volvemos al camino e iniciamos un fuerte ascenso por el grau de les escales. El desnivel es fuerte, pero bastante cómodo. La roca del camino parece tallada a modo de escalera y encontramos tramos equipados con cuerdas y grapas que facilitan el ascenso.

Algunos tramos equipados

Pasamos por un mirador desde el que podemos ver el salto (hoy sin agua) en toda su magnitud y seguimos ascendiendo, ahora ya un poco más suavemente, hasta la masía del Sallent.

Vista del Salt de Sallent

Pasamos por delante de la casa y seguimos la pista forestal (en el cruce la de la derecha), hasta llegar a la riera de Sallent.
Aquí el sendero de vuelve confuso y a veces parece perderse. Ningún problema si vamos con GPS, y si no, hay que seguir marcas amarillas y los hitos de piedras que iremos encontrando.

El camino se vuelve intuitivo....

Hasta que lleguemos a una puerta que nos cierra el paso...
Aquí nosotras nos liamos un poco. No teníamos claro qué hacer y decidimos seguir un sendero que giraba a la derecha, por fuera de una alambrada de espinos que rodeaba la propiedad, y se adentraba en el bosque. Al principio ningún problema, pero el sendero empezó a aparecer y desaparecer como por arte de magia. Hasta que nos cansamos de saltar por el bosque como las cabras y decidimos saltar la alambrada y pasar al otro lado, donde retomamos el track.

Frondosa vegetación cubre algunos rincones del prado

Creo que deberíamos haber seguido la alambrada por dentro, bordeando el bosque....
Pasamos por delante de Pla Traver, una gran masía de turismo rural, cruzamos el gran prado (aunque creo que el camino indica que hay que rodearlo) y llegamos a una puerta. La cruzamos, seguimos ascendiendo por más prados y bosques de hayas, hasta el Coll de Manter, donde hay una puerta.
Pero esta puerta está bien cerrada con cadenas, y un sendero bien marcado bordea la valla por fuera. Lo seguimos, ascendiendo y bordeando los impresionantes Rasos de Manter.

Pla Traver

En este punto es donde tuvimos el incidente más...."simpático".....
Una vaca sola, subiendo y bajando por el sendero, deseando entrar en el recinto donde se encuentran sus compañeras.... Está muy nerviosa, asustada, no deja de mugir y se acerca a nosotras con no muy buenas intenciones.... La esquivamos, pero nos llevamos un buen susto....
Siguiendo el sendero nos adentramos en el bosque de hayas, algunas de ellas inmensas, hasta llegar a pocos metros de la cima del Puigsacalm. Estos últimos metros son en fuerte ascenso, pero con los ojos puestos en la cima y en las espectaculares vistas que van apareciendo, los subimos sin darnos cuenta.

Magníficos ejemplares de haya.

Y por fin el premio grande.
Hoy un día fantástico para admirar las excepcionales vistas que se despliegan ante nuestros ojos.
Un buen lugar para recuperar fuerzas, antes de iniciar el descenso.

El Puigsacalm

Impresionantes vistas


No volvemos por el mismo sitio.
En ángulo de 90º de por donde habíamos venido, hay un sendero que desciende hasta encontrar el camino de la Mare de Deu de les Olletes, por donde pasaremos antes de volver a Sant Privat d'en Bas.
A poco de dejar el Puigsacalm, un desvio a la derecha nos lleva al Puig dels Llops, un promontorio rocoso desde el que gozamos de unas fantásticas vistas, con el mundo a nuestros pies....

Puig dels Llops

Volvemos al camino y seguimos en marcado descenso, hasta otro desvío también a la derecha, hacia Santa Magdalena del Mont, o refugio Emili Triadú. En descampado y rodeados de pastos (con vacas incluidas), tenemos unas buenas vistas del Puigsacalm i el Puig dels Llops.

Santa Magdalena del Mont

De nuevo en el camino seguimos descendiendo a buen ritmo, en fuerte descenso, por un sensero zig-zagueante, empedrado, y en el que deberemos poner máxima atención, sobretodo en otoño, con la caída de las hojas del bosque de hayas, puesto que con humedad puede resultar muy resbaladizo.
Algunos pasos con cadenas nos ayudan en los tramos más complicados o peligrosos.

El camino, en fuerte descenso, sembrado
de grandes piedras cubiertas de hojas secas....

El entorno es fantástico. Rodeados de bosque de grandes hayas que apenas dejan ver el sol, frescor, y un veloz descenso hasta el Santuario de la Mare de Deu de les Olletes.
Un lugar encantador donde reposar un poco.

Santuari de la Mare de Deu de les Olletes

Ya falta poco.
El descenso parece no acabar nunca, pero al fin la fuerte pendiente da paso a zona más plana, cruzamos un torrente casi seco y llegamos a Can Turó y a la pista forestal que en pocos metros nos lleva de regreso al punto done habíamos aparcado el coche.
Con tiempo de volver al pueblo y dar un pequeño paseo...
Precioso....

Son las seis de la tarde....
Ni caso a nuestros horarios. Nosotras hemos disfrutado admirando la belleza de todos los rincones, a nuestro ritmo, haciendo un montón de fotos, charlando....
Un día genial, y una ruta que recomiendo por las excelentes vistas y la perfecta combinación de rieras, prados y montañas.

domingo, 14 de junio de 2015

CINGLES DE VALLCEBRE - PR-C128

Salida realizada el día 13 de junio de 2015.
Los osados aventureros: Caminant per Catalunya y Trotacamins de Martorelles (Y de Cànoves y St Antoni de Calonge)
Recorrido: Unos 14 km. con un desnivel acumulado de cerca de 450 metros.
Esta es una ruta que me atrevo a catalogar como fácil. Su desnivel acumulado no es excesivo (unos 450 metros), está muy bien señalizada con marcas amarillas y blancas de PR y los senderos fáciles de caminar.
Es una circular que se inicia en la población deVallcebre, en el Berguedà.
Frente a la iglesia de este diminuto pueblo encontramos los primeros indicadores y empezamos la ruta.

Iglesia de Vallcebre

Empezamos en suave ascenso, cruzamos algunos torrentes, como el del Purgatori, que forma bonitos saltos de agua, pasamos por cruces de caminos muy bién indicados, como la Creu del Culell, y llegamos a la ermita de Santa Magdalena, situada en pleno bosque.

Santa Magdalena

Seguimos adelante, por preciosos senderos a través del bosque, hasta llegar al borde de los imponentes riscos, al grau de la Mola.
Un grau es un paso entre los riscos que comunica esas planas superiores con el territorio de abajo. Casi siempre son pasos en fuerte o muy fuerte desnivel (son canales entre la roca), y en los que en ocasiones hay que ayudarse de las manos para subir o bajar por ellos.
Las vistas desde el grau de la Mola son espectaculares. Lástima que a primera hora de la mañana el tiempo no acompaña y las nubes impiden la visión de gran parte de estas vistas.

Las vistas un poco enturbiadas por las nubes

Las previsiones del tiempo apuntan a posibles chubascos a partir de medio día y decidimos apresurar un poco, por lo que hacemos la parada para reponer fuerzas en este mismo lugar, con unas preciosas vistas de la Serra d'Ensija y el Rasos de Peguera. En un día claro podríamos ver La Mola y el Montseny....

Imponentes riscos, cerca del grau de la Mola

Este es el punto más elevado de nuestro recorrido.
A partir de aquí reseguiremos los altos riscos en muy suave descenso, encontrando a nuestro paso varios graus (pasos) como el del Sastre, la Canaleta, els Boigs, el de Jou.... y muchos más.
Las espectaculares vistas nos acompañan durante todo el trayecto.

Empezamos a ver el pantano de La Baells

A media mañana se levantan las nubes y a medida que rodeamos la cinglera podemos admirar el pantano de La Baells al fondo, y els cingles de Malanyeu, Sant Julià de Cerdanyola y el Catllaràs, frente a nosotros. También disfrutamos de encantadores miradores sobre algunos de los altos riscos, muchos de ellos no aptos para cardíacos. Asomados a estos miradores es como tener el mundo a nuestros pies... una maravilla.

Impresionante belleza...

Pasamos por la granja de Cal Menut, que aun se mantiene activa y seguimos avanzando, ahora con una clara amenaza de lluvia pisándonos los talones, por lo que aligeramos un poco más el paso.
Seguimos rodeando los altos muros de piedra y a la altura del grau de Sant Climent tenemos una espectacular vista del Cadí y del Pedraforca.

Su majestad, el Pedraforca... Genial!!

Las nubes se han levantado y nos permiten unas vistas de ensueño.
A partir de este punto iniciamos un descenso en moderada pendiente, pasando por otra granja también activa, Cal Felip del Roc, hasta la Foradada, justo a tocar de la carretera de Gósol.
En este punto cruzamos el río Vellcebre por un puente, desde el que podemos disfrutar de los saltos y pozas que forma este río en este punto.

La Foradada

Y ahora toca un poco de subida. Dicen que todo lo que baja ha de subir.... Y ahora debemos remontar la bajada que hemos hecho hasta La Foradada.
Pero tampoco es nada del otro mundo. Además, a medida que vamos ascendiendo se muestran ante nuestros ojos espléndidas vistas que hacen que el esfuerzo valga la pena.
El punto culminante es el mirador del Cap Deig, desde el que gozamos de una espectacular vista de la zona que acabamos de recorrer y un inacabable mar de sierras, macizos, cingleres, valles....

Desde Cap Deig

Ya sólo nos queda recorrer el último tramo de la ruta hasta llegar de nuevo a Vallcebre.
Por pista forestal, en suave descenso, atravesando la barriada de la Barceloneta, en pocos llegamos al pueblo.
Al final, a pesar de las amenazadoras nubes que en algunos momentos se cernían sobre nuestras cabezas, el tiempo nos ha permitido acabar sin mayores contratiempos que un poco de falta de visibilidad en algunos puntos.
Una ruta magnífica.
Hemos disfrutado de grandes contrastes de vegetación, rincones de gran belleza y unas vistas excepcionales.
Todo ello aliñado con una buena amistad.
Se puede pedir algo más?

sábado, 6 de junio de 2015

PLA DE L'ESTANY - Banyoles - Sta Maria de Porqueres - Les Estunes - La Puda - Banyoles

Salida realizada el día 6 de junio de 2015
Amb Caminant per Catalunya
Recorrido: unos 13 km

Hoy decidimos hacer una visita a la comarca del Pla de l'Estany.

Estany de Banyoles

Cuando oímos el nombre de esta comarca, lo primero que nos suele venira la cabeza és l'Estany de Banyoles, pero también hay muchísimas cosas más de gran interés para conocer y visitar.
A lo largo de la ruta de hoy hemos descubierto y visitado algunas de las zonas y rincones más emblemáticos de los alrededores de de Banyoles.

Típico, típico, típico....

Aparcamos los coches junto al restaurante "La Carpa de l'Estany" (primer punto emblemático del recorrido....).
Empezamos caminando por el paseo, sombreado por grandes plátanos, a tocar del agua, por la zona sur del lago y en sentido horario.

Rodeados de gran belleza

No tardamos en llegar a una de los rincones más peculiares: "Els Desmais".
El nombre le viene por los árboles que encontramos en este lugar, unos grandes sauces cuyas ramas llegan a besar el agua. En esta zona están las fuentes de la Filosa y la del Ferro, ambas devoradas por la maleza y sin agua.
Un poco más adelante, tras sobrepasar l'Estanyol del Vilar que nos queda a la izquierda, encontramos la curiosa Font del Vilar. La curiosidad és que tiene forma de puerta de hierro y que el agua brota de su manija. Sólo hay que descubrir cómo hacerla brotar....

La Font del Vilar

Seguimos bordeando el lago, bajo el amparo y la sombra de los grandes árboles, hasta el Pont dels Tenyers.
En frente nuestro, elevada sobre un pequeño cerro, la magnífica Iglesia de Santa María de Porqueres, una auténtica joya del románico del siglo XII.

Iglesia de Santa María de Porqueres

Es muy probable que fuera su magnífica portalada la que le valiera ser declarada Monumento Nacional el año 1931. Sobresale casi un metro de la fachada y está enmarcada por cuatro arcos en degradación. Y a ambos lados de la puerta un par de columnas con los capiteles bellamente tallados.

La magnífica portalada

Junto a la iglesia, la rectoría a un lado y una pequeña construcción cuadrada, abierta a los cuatro vientos, denominada "comunidor" y que solía ser utilizado por los sacerdotes para conjurar los malos espíritus de una meteorología adversa, como en caso de riesgo de tormentas, mediante rezos y rituales...

El comunidor

Volvemos a la pista principal y nos acercamos a ver la Font del Rector, muy cerca de allí. Apenas unas gotas asoman tímidamente de su caño...
Seguimos avanzando y un indicador nos desvía hacia el mirador de la Punxa Freixenet. Desde este sitio tenemos unas excepcionales vistas sobre el lóbulo sur del lago.
Regresamos a la pista principal y seguimos adelante. Este tramo de camino está lleno de auténticas maravillas, como el mirador de la Cuaranya. Desde un mirador de madera situado en este punto tenemos una espectacular vista de todo el lado.

Panorámica desde el mirador de la Cuaranya

Y de nuevo en la pista, un sendero nos adentra a descubrir las pequeñas pero no exentas de gran belleza, lagunas de Can Cisó.
Unos metros mas adelante, un desvío bien señalizado nos indica "Ruta de Can Morgat"
La seguimos y ya nos separamos de l'estany para dirigirnos a Puig Clarà.

Caminos que nos permiten una agradecida sombra
en los días más calurosos.

Pasamos muy cerca de la gran masía de Can Morgat, que queda un poco elevada y oculta por los árboles. Y de sus lagunas. Toda esta zona está llena de pequeñas lagunas de gran valor ecológico, y estas de Can Morgat fueron restauradas para recuperar los ambientes acuáticos del entorno de l'Estany de Banyoles.
Dejamos atrás la lagunas e iniciamos el ascenso al Puig Clarà.


Vistas desde el Puig Clarà
A medida que ganamos altura observamos cómo va cambiando la vegetación a nuestro alrededor.
Del bosque de rivera pasamos a robledales, encinas y pinos, en la parte más elevada de este cerro.
La cima está a 315 metros de altura y un par de miradores elevados hacen las delicias del caminante.
Uno, literalmente colgado hacia el gran lago.
Una fantástica visión de l'Estany de Banyoles y todos sus alrededores se abre ante nuestros ojos.
El gran lago de intenso color azul, las lagunas, los campos de cultivo, las masías.... como un precioso collage multicolor nos deslumbra con su belleza. Y las sierra y montañas hasta donde se pierde la vista. La plana de l'Empordà, montañas de Begur, Montgrí, les Gavarres, les Alberes, serra de Roda....
Y desde el otro mirador, las montañas de la Alta Garrotxa y el Pirineo Oriental, con la ermita de Sant Patllari en primer término...
Una verdadera maravilla....
El descenso del Puig Clarà és rápido, por senderos de gran belleza, hasta volver al puente dels Tenyers, frente a la iglesia de Sta María de Porqueres.

Caminos de gran belleza

Deshacemos un pequeño tramo del que recorrimos antes, hasta el estanyol del Vilar, que rodearemos por el otro lado.
Antes nos detenemos a abastecernosde agua en la fuente del Vilar. El calor es muy intenso y estamos secos.

Estany del Vilar

Ahora nos dirigimos al paraje de Les Estunes,un paraje muy especial.
Se trata de unas curiosas formaciones geológicas milenarias que han dado lugar a todo tipo de historias y leyendas.



Les Estunes

El suelo es de roca de travertino (rocas sedimentarias), y por efectos de algún ancestral terremoto se formaron grandes grietas en ellas, algunas de buen tamaño que nos permiten recorrerlas por su interior. La experiencia es fenomenal. Estrechos pasadizos de altas paredes de roca que apenas dejan pasar la luz del día, la sensación de sentirse en el interior de la tierra, casi engullidos por ella... genial!

Pasajes estrechos y tortuosos...

Dejamos Les Estunes y ya nos dirigimos hacia Banyoles por els Aiguamolls de la Puda.
Pasamos por un tramo de pasarelas y puentes de madera, rodeados de exuberante vegetación, sobretodo grandes plantas de cola de caballo.
Aquí encontramos preciosos y curiosos estanques, como el de la Cendra, con sus aguas de color gris ceniza. También hay observatorios de aves, en concreto de cigüeñas.

Estanyol de la Cendra

Y ya fuera del recinto de los humedales, llegamos a la Font Pudosa y el antiguo balneario de la Puda (ahora en estado ruinoso)
Esta es un típica fuente de agua rica en ácido sulfhídrico, lo que le da ese olor a huevos podridos tan característico y su color y sabor.

Balneariy Font de la Puda

Y ya hemos regresado al paseo del gran Estany de Banyoles.
Pero queda un detalle por comentar.
Sus típicas y tan emblemáticas pesqueras.

Las Pesqueras.

Son esas construcciones que se adentran en las aguas del lago y a las que se accede por una pasarela.
De hecho no se pueden visitar. Son totalmente privadas.
Su construcción se inició en el siglo XIX, y empezaron con una función puramente práctica: poder pescar (de ahí deriva su nombre)
Pero con el tiempo evolucionaron aumentando su superficie y en casetas para guardar una barca, un signo de riqueza y posición social, llegando a su máximo esplendor con el auge de la burguesía de Banyoles, en que se ampliaron, y se decoraron según la época, y que incluso servían de alojamiento.
Hay 20 en total, y a partir de 1931 el Ayuntamiento limitó la construcción de más pesqueras.
La de hoy ha sido una preciosa ruta, asequible para todos, con poco desnivel. Está muy bien señalizada, puesto que forma parte de una red de pequeñas rutas propuesta por el Ayuntamiento de Banyoles. Nosotros en realidad hemos hecho dos de estas rutas. La de Can Morgat, y la de Les Estunes.

Gran cantidad de fauna...

Han sido 13 km disfrutando de rincones de gran belleza y descubriendo que, a parte del gran lago, el Pla de l'Estany esconde parajes de gran riqueza ecológica, humana y paisajista.
Muy recomendable para todos.
Saludos y hasta pronto.