Presentación del blog

¡Saludos a tod@s!

Como su mismo nombre indica, este blog está destinado a recoger, paso a paso, todas mis salida, excursiones, rutas y viajes. Siempre a pié. Pequeñas escapadas, visitas a pueblos, rutas cortas, largos recorridos... Pero siempre a pie.

Mi idea es dar a conocer y compartir con todos mis lectores esos maravillosos rincones que muchos desconocemos y pasamos por alto, cuando están ahí, muy cerca de nosotros. O no tan cerca...


sábado, 26 de octubre de 2013

TOSSA DE MAR - LLORET DE MAR

Nueva salida con "Els Trotacamins de Martorelles", fantástico grupo de chicos y chicas amantes del senderismo y la Naturaleza. Aunque por desgracia hoy no hemos podido contar con José María, el que nos guía GPS en mano por esos intrincados caminos y suele animar al grupo con sus bromas. Y se le ha echado en falta. Pero entre todos, gracias a nuestras dotes de buenos senderistas, hemos pasado un día fenomenal y hemos descubierto rincones de gran belleza.

Saliendo de Tossa de Mar

Hoy hemos hecho un nuevo tramo de Camí de Ronda, de Tossa de Mar a Lloret de Mar.
A pesar de ser día de cambio de hora, todos hemos sido puntuales y sobre las 8'15 de la mañana hemos empezado la ruta.
Empezamos siguiendo el GR y visitando la "Torre dels Moros" y varios miradores suspendidos sobre los acantilados, desde los que podemos disfrutar de excepcionales vistas de Tossa y la costa, dominada por altas paredes de roca que esconde pequeños pero hermosos rincones.

Vista de Tossa

Tras el primer tramo de costa, nos hemos adentrado, por pistas forestales, por el Massís de Cadiretes, con variada y exuberante vegetación y hemos seguido bordeando una urbanización que estaba toda vallada. Me he dado cuenta de que el bosque que estamos atravesando está todo escarbado por los jabalís. Es de suponer que este sea el motivo por el que han vallado toda la urbanización, para no encontrarse un jabalí bañándose en la piscina.
A medio recorrido hacemos un alto en el camino para reponer fuerzas.

Senderos y miradores de gran belleza

Y nos dirigimos otra vez hacia el mar.
Llegamos a la cala Morisca. Es una de las muchas calas a las que hay que ir expresamente y luego retroceder y volver al camino principal.
Pero el esfuerzo ha valido la pena.Hoy la mar estaba bastante brava y las olas golpeaban con fuerza en las rocas, ofreciéndonos un gran espectáculo.

Cala Morisca

Volvemos de nuevo al camino y seguimos avanzando. El día es espléndido e invita a admirarla belleza de todo lo que nos vamos encontrando a nuestro paso. Urbanizaciones con torres de los más variados estilos y diseños, gran variedad de vegetación, con flora silvestre y autóctona, y otras plantas que parecen haber sido plantadas para hacer más ameno el camino.
Llegamos a un punto en que el camino de ronda está cortado por desprendimientos y tenemos que desviarnos por una urbanización para salvar este tramo.
Pero hay un rincón que deseamos ver: la Cala de la Tortuga. Para acceder a ella, tenemos que bajar por una larga y empinada escalinata, sin pasamanos ni nada. Y como somos muy valientes y no nos queremos perder nada, allá que vamos. Bajamos el largo tramo de escaleras y nos colamos como podemos por debajo de un gran árbol caído.

La aventura es la aventura....

 atravesamos un campo lleno de alta hierba y al final... El gran premio: la Cala de la Tortuga.

Cala Tortuga. Realmente, parece una tortuga....

Su nombre viene por unas grandes rocas en el mar, frente a esa cala, que tienen toda la apariéncia de una gran tortuga.
No desaprovechamos la ocasión de dar una vuelta por los alrededores y fotografiar todo aquello que se nos pone por delante de las cámaras. Excepcionales vistas de los acantilados, la cala, las aves marinas descansando sobre las rocas y un mar bastante embravecido, haciendo honor a la Costa Brava.
Nos despedimos de la Cala de la Tortuga y ahora le toca el turno a la cala d'en Trons.

Maravillosos rincones...

¡Qué fallo no haber traído el bañador...! Pero quién se iba a imaginar que un 27 de octubre apetecería darse un baño... Y de hecho, había un gran número de bañistas que aprovechaban este soleado día, sobretodo en las calas más grandes cercanas a Lloret

Ya estamos llegando a Lloret de Mar

Empezamos a tener Lloret de Mar a la vista, y Blanes al fondo.
Pasamos por las últimas calas, rodeamos el castillo, y... ante nosotros se abre una preciosa vista de Lloret de Mar, con la playa y el paseo rebosantes de gente.
Hemos llegado.

Con el castillo de telón de fondo...

Ahora toca un poco de relax. Un par de cervezas bien frías no vienen del todo mal.

Salud!!!

Pasamos por la estación de autobuses a comprar los billetes de vuelta a Tossa y ahora toca comer.
Paramos en un bar, pedimos permiso para juntar mesas y atacamos con hambre la comida.
Toca regresar, ahora en autobús, y ya en Tossa nos despedimos hasta la próxima.
Un día espléndido, buena compañía, una preciosa ruta... ¿Se puede pedir más?

miércoles, 23 de octubre de 2013

BEGUR, RUTA DE L'AIGUA. Begur, Aiguafreda, sa Riera, Begur.

Ruta realizada el domingo día 20 de octubre, en compañía de Pilar y Quique, dos buenos amigos.

Vista de Begur.
A esta encantadora población le dedicaré
un día entero más adelante.
Fueron poco más de 9 km de suave desnivel, muy bien señalizados y en los que descubrí parajes de excepcional belleza.

Excepcional belleza en pleno massís de Begur
En esta ruta alternamos las rieras, con su rica y variada vegetación típica de auténtico bosque mediterráneo, preciosas calas, y zonas boscosas con pinos, encinas y alcornoques, donde pudimos apreciar las clásicas terrazas y sus muros de contención, realizadas por los antiguos pobladores de la zona, puesto que antiguamente, estas tierras eran zonas de cultivo.

La riera, entre los grandes árboles y la vegetación.

Salimos de Begur por el Mas d'en Pic (Masía de Carmen Amaya), y nos dirigimos a la cala d'Aiguafreda, siguiendo el curso de la riera d'Aiguafreda, por "es Quinze".
Una curiosidad: ¿Alguien tiene idea de qué significa "es Quinze"?

Estos son algunos de los lavaderos.
Antiguamente en esta riera, como en otras muchas de la zona, había pozos y grandes lavaderos donde acudían las mujeres a lavar la ropa. Y el precio por este servicio eran quince céntimos (quinze cèntims).
Con el tiempo, fueron desapareciendo los lavaderos y sólo quedó la referencia al precio (els quinze - es quinze)
Esta información se la debo a mi amigo Quique, que además de ser una especie de enciclopedia andante, me enseñó que no debemos detenernos a observar sólo el entorno de aquellos sitios por los que pasamos, sino que debemos aprender a observar todos los pequeños detalles. Plantas, animales, vestigios de antiguos asentamientos, sonidos del bosque...

Exuberante vegetación.

Pequeños detalles que no podemos dejar de observar
Gracias Quique, lo tendré en cuenta para mis próximas salidas.

Lo primero que encontramos tras pasar por la Masía de Carmen Amaya es un jardín botánico dedicado a plantas aromáticas y una cuantas zonas con bancos y mesas.
Y empezamos a descender siguiendo el curso del agua.
De pronto nos encontramos inmersos en una exuberante vegetación, con un abigarrado sotobosque y gigantescos árboles, acompañado todo por el murmullo del agua que salta y corre por la riera d'Aiguafreda.

Una maravilla.

Llegamos a la cala d'Aiguafreda. Maravillosa.

Aiguafreda.
Cap sa Sal

Bordeamos la costa por el camino de ronda y pasamos por Cap sa Sal, la Reserva Marina de ses Negres y llegamos a sa Riera.
Otra cala preciosa.

Para volver a Begur subimos siguiendo el curso de otra riera. la riera de Begur.
De nuevo nos encontramos envueltos por la exuberante vegetación, el agua que se desliza por las piedras y forma pequeñas pozas y los trinos de multitud de pájaros.

pequeñas pozas de agua.

Gigantescos cañizales

Una ruta fácil de recorrer, poco desnivel y maravillosos rincones.
Muy recomendable para todos.





jueves, 17 de octubre de 2013

TORROELLA DE MONTGRÍ - CASTELL DE MONTGRÍ - SANTA CATERINA - TORROELLA DE MONTGRÍ

Ruta realizada el día 6 de octubre de 2013 por "Excursionistas", un grupo recientemente creado y que está abierto a todas aquellas personas que deseen pasar un buen rato practicando el senderismo.
Próximamente ofreceré más información sobre este grupo.

Fotos de: Inés Rodriguez, Francisco Rodriguez, Óliver Bellido y Mª Clara Martínez

Tuvimos un día espléndido. Nada de frío y un sol radiante, que iluminaba los paisajes y las espectaculares vistas de luz y de color. Sólo en el castillo, en la parte más alta, soplaba bastante viento, incluso fuertes ráfagas que casi nos hacían perder el equilibrio.
Pero a pesar de ser del norte, no era nada frío, por lo que no resultaba demasiado molesto.
Un día perfecto.

Nuestro objetivo: la montaña y el castillo.
Mucha gente pareció tener la misma idea ese día...

Ruta muy bien señalizada. Y aunque en algún momento perdamos el camino o nos despistemos, es imposible perderse, puesto que el Massís de Montgrí son montañas peladas, no hay bosques. Lo único que hay que hacer es fijarnos en nuestro objetivo, ya sea una cima o un monumento. Y desde cualquier punto en que nos encontremos podemos llegar a él.

En la parte alta de la población de Torroella de Montgrí se encuentra el inicio de la pista que nos conducirá hasta la base de la montaña.
Excelente señalización y un buen mapa que nos ayudan
a situarnos sobre el terreno.

Un indicador nos informa que, de allí hasta el castillo, se tarda 45 minutos... Pero eso es sólo para gente que esté en muy buena forma. En una hora sí, se puede subir bastante bien, pero sin perder el ritmo ni pararse demasiado.
Como siempre advierto, en mi caso los tiempos son muy largos, pero es que nos detenemos a cada momento a hacer fotos o simplemente a contemplar el paisaje.

Empezamos a ascender por una pista forestal en buenas condiciones.
Ya aquí pudimos disfrutar de excelentes vista sobre la población y que iban ganando en espectacularidad a medida de que ascendíamos.

Preciosas vistas y vivos contrastes.

Pronto la pista forestal, ancha y en buen estado, se convierte en camino, mucho más estrecho y sobretodo muy pedregoso.
Aunque lo peor estaba por llegar...
Lo primero que nos sorprendió fueron esta especie de refugios. Había tres, desde Torroella hasta el Coll de la Creu. Según nos comentó alguien, a parte de ser utilizados por los pastores para cobijarse de las inclemencias del tiempo, también sirvieron como capillas durante las Romerías de la Virgen que antiguamente se organizaban por la zona.

Tres refugios como este, o capillas, se encuentran en el
tramo hasta el Coll de la Creu.

A medio camino del castillo está "el Coll de la Creu", donde hay un cruce de caminos.
Desde aquí podemos seguir ascendiendo hacia el castillo, o dirigirnos a Santa Caterina.
Lo más lógico y lo que suele hacer todo el mundo es visitar primero el castillo. Luego se decide qué más iremos a visitar...

El Coll de la Creu y la obligada foto de grupo

Tomamos el estrecho sendero que sube zigzagueando y en fuerte pendiente hacia el castillo.
También se puede subir en línea recta, como hicimos nosotros, trepando por las rocas, que no es muy diferente de lo que haríamos siguiendo el camino marcado.

Derechos hacia el castillo


En la cima nos esperan unas vistas espectaculares.
Y el castillo, claro.

Espectacular, dominando la cima.

Curiosamente este castillo no tiene nada en su interior. Pero no por estar en ruinas, sino por haber quedado inacabado.

No hay nada en su interior.


Información sobre el castillo.

En la parte más alta de sus murallas decidimos hacer una parada, comer unos bocadillos y disfrutar de las vistas, acentuadas por la luminosidad del día.

Vista sobre L'Estartit y Les Medes

Vista sobre Torroella.

La Badia de Roses i mes enllà el Cap de Creus...
Una passada.
Fixeu-vos en els contrastos: el cel, el mar, la terra...


Tras la visita al castillo decidimos descender y visitar la ermita de Santa Caterina.

En lugar de volver al Coll de la Creu, nos dejamos guiar un poco por nuestro espíritu aventurero y descendimos por un estrecho sendero de rocalla suelta y casi en vertical. Un poco complicado por su fuerte pendiente y la gran cantidad de rocas sueltas que obligan a extremar las precauciones para no resbalar.

El camino de descenso, con una pendiente de infarto.


Y por fin, Santa Caterina. También aquí dedicamos un buen rato a inspeccionar toda la zona, hacer fotos y reponer las energías con otro bocata.

Ermita de Santa Caterina.

Esta Ermita se puede visitar los domingos y festivos, tiene servicio de bar, zona de pic-nic, venta de leña y porche preparado con barbacoas. Se puede llegar a ella por diferentes pistas forestales, desde L'Estartit o desde Bellcaire.

Y ya desde aquí iniciamos el regreso a Torroellla de Montgrí. Ahora por otro sendero, en mejor estado y sin tanto desnivel que el que habíamos tomado para bajar del castillo.
Y desde el Colll de la Creu, hacia Torroella.
Una ruta espectacular, por las vistas, el terreno y los monumentos que visitamos.

lunes, 14 de octubre de 2013

SANT ANTONI DE CALONGE - TORREVALENTINA - CALONGE - SANT DANIEL - PUIG SES FORQUES - SANT ANTONI DE CALONGE

Ruta de poco más de 10 km, muy llana y asequible a todas aquellas personas que deseen disfrutar de un apacible recorrido que alterna: las calas de Torrevalentina, zonas boscosas de camino a Calonge, los cultivos de la Plana de Calonge, buenas vistas desde Sant Daniel y Puig ses Forques y el detalle de un dolmen y un menhir en la cima del Puig ses Forques.

Bonita vista de Torrevalentina.
Me levanté temprano y con ganas de estirar un poco las piernas. No me lo pensé dos veces.
El día había amanecido soleado e invitaba a salir y a disfrutar de los colores del amanecer.


Esta es la Torrevalentina
Los contrastes de colores al amanecer son impresionantes. Las aguas del mar de azul intenso, besando los ocres acantilados, el verde de los pinos recortándose en el luminoso celeste del cielo al amanecer, todo un lujo para los sentidos.

Vivos contrastes con el sol del amanecer
Enfilamos el camino de ronda en dirección a Platja d'Aro hasta un cruce donde tomamos dirección a Sant Daniel. Todo el camino está muy bien señalizado.

Primer cruce, cerca de la cala "Roques Planes"
Seguir hacia Sant Daniel.
Atravesamos una urbanización, la carretera y seguimos por una vía asfaltada hasta este cruce, donde giramos a la derecha, ahora ya por pista de tierra.

Otro cruce en el que no debemos despistarnos.
Dejamos el asfalto y seguimos la pista forestal.
Durante una buena parte del camino disfrutaremos de zona boscosa y exuberante vegetación. Realmente agradable.

Caminos entre el bosque.
Nos acercamos a Calonge. Llegamos a una bonita zona de pic-nic, presidida por "La Bola"
Creo que todos reconocemos este artefacto...

La Bola. Cerca de Calonge
Pasé por debajo de la autovía hasta el supermercado SUMA, y allí seguí nuevas indicaciones, siempre con marcas verdes y blancas. Seguí en dirección este, volví a pasar por debajo de la autovía y seguí en paralelo a ésta durante un buenrato.
Estaba bordeando la Plana de Calonge, con olivos, cultivos y bonitas vistas sobre Palamós y Sant Antoni de Calonge
Llegué a Sant Daniel y visité una iglesia en ruinas que hay en la parte más alta de la zona.

Iglesia de Sant Daniel, como se puede apreciar
totalmente en ruinas.

Interior de la iglesia de Sant Daniel
Mientras atravesaba la urbanización de Sant Daniel, me crucé con algunos muros tapizados con los colores rojizos tan típicos del otoño.

Los colores del otoño
El día seguía siendo luminoso y soleado, al menos hoy disfruté de bonanza...

Vistas de Palamós y Sant Antoni de Calonge, desde cerca de Sant Daniel.
También me topé con tres simpáticos amigos, ganseando por mitad de la calle, y que no les hizo demasiada gracia que me acercara a ellos. Al menos así me lo dieron a entender con una especie de bufidos y la amenaza de darme un buen picotazo. Por descontado que, si ellos no querian ser mis amigos, yo tampoco, y les dejé tranquilos...

Haciendo amigos... O no tan amigos...  Jejeje....
Cuando llegué a la cima del Puig ses Forques, pude entretenerme con esos restos megalíticos, un dolmen y un menhir, que atestiguan que esta zona estubo poblada en tiempos muy antiguos.

Menhir de Puig ses Forques

Dolmen de Puig ses Forques
Y desde Puig ses Forques regresé a Sant Antoni de Calonge.
Al final, en lugar de pasar por el ya conocido paseo marítimo, me dí una vuelta por el pueblo y descubrí monumentos como este: La Iglesia Parroquial.

Iglesia de Sant Antoni de Calonge
Una bonita ruta, para estirar un poco las piernas y disfruta de una visión diferente de estos pueblos....

viernes, 11 de octubre de 2013

TOSSA DE MAR - SANT FELIU DE GUÍXOLS

Ruta de unos 25 km desde Tossa de Mar hasta Sant Feliu de Guixols, pasando por Sant Grau d'Ardenya.
Lo pasamos muy bien ese día, a pesar de la lluvia que acabó cayendo...
Gran variedad de paisajes, variedad también en el tiempo, empezamos con sol, llovió y al final el cielo nos obsequió con un hermoso arco iris, espléndidas vistas y muy buena compañía.

Panorámica de Tossa, con el promontorio en el que se
asienta el castillo.
Realizada el día 29 de septiembre de 2013, en compañía dels trotacamins de Martorelles.
Todo y las previsiones de mal tiempo, el día amanece radiante.
El punto de encuentro fue la estación de autobuses. Fácil de encontrar y de aparcar los coches.
En una ruta como la de hoy, que no es circular, lo primero es organizar los coches, para tener transporte al final del día.
Atravesamos la población hasta la playa, desde donde empezamos el auténtico recorrido, hacia el este.
Cuando se acaba la playa empezamos a ascender y podemos contemplar hermosas vistas de Tossa de Mar con el promontorio sobre el que se asienta el castillo.


A medida que ascendemos, las vistas sobre esta población
van ganando belleza.
Seguimos bordeando la costa y descubrimos que los altos acantilados esconden rincones preciosos, al abrigo de las rocas.


Rincones de ensueño
También descubrimos algunas cuevas, utilizadas presuntamente en tiempos de piratas. De ahí el nombre de al menos una de ellas: "Cova Morisca"


Cova Morisca
El día sigue siendo espléndido y entre nosotros nos reímos de las predicciones de lluvia que había hecho el servicio meteorológico. ¡Qué ingenuos!
El sol calentaba lo suyo y, de no ser porque no íbamos preparados, de buena gana más de uno de nosotros se hubiera dado un chapuzón en alguna de esas maravillosas calas.

Cala Bona. Y... bona, bona, bona que estaba...
Aguas transparentes, contrastes de colores, un auténtico paraíso a nuestro alcance.


Vista de la Cova Morisca y Cala Bona.
Seguimos bordeando la costa por encima de los acantilados, disfrutando de las excelentes vistas hasta la Cala Pola y cruzamos el cámping Pola, hasta encontrarnos con el GR-92, por el que iniciaremos el ascenso por el Massís de ses Cadiretes, hasta Sant Grau d'Ardenya.


Por si alguien se pregunta de donde viene el
nombre de Massís de ses Cadiretes...
Menuda guasa el que puso todas esas sillas aquí.
Agradecimos la sombra que nos proporcionaba el bosque durante el ascenso. y a cada curva del camino nos maravillábamos de las vistas que iban ganando en belleza a medida que subíamos más y más.
Nos detuvimos unos momentos en la "Ermita de la Mare de Deu de Gràcia". Se merece un poco de atención.
La ermita tiene su encanto. Las paredes de su interior están decoradas con una imagen de la "Mare de Deu de Gràcia", pintada sobre pizarra, y una gran cantidad de cruces y ofrendas de todo tipo.


Ermita  Mare de Deu de Gràcia
Las cruces y las ofrendas cubren sus paredes.

Imagen de la Mare de Deu, pintada en pizarra, rodeada de crucufijos
y ofrendas

También nosotros aportamos nuestro granito de arena al conjunto de las ofrendas. una piedra en la que escribimos el nombre del grupo y la fecha, dejará constáncia de nuestro paso por el lugar.

Nosotros también dejamos huella de nuestro paso:
el nombre del grupo y la fecha
Debido al calor y al esfuerzo, surgió un pequeño contratiempo: el agua empezaba a escasear.
Y las fuentes que encontramos a nuestro paso estaban completamente secas. Tuvimos que andar con ojo y racionar un poco.

Todas las fuentes estaban completamente secas. Hay que hacer
estas rutas con buena provisión de agua.
Nos acercábamos a Sant Grau d'Ardenya.

El Collet de la Creu
Y por fin  un merecido descanso. Tiempo para comer y reponer fuerzas y para dar una vuelta y visitar la ermita.

Un merecido descanso en Sant Grau d'Ardenya
Salut!!!!
Sant Grau d'Ardenya

Cuando retomamos el camino nos dimos cuenta de que el día había cambiado.
Negros nubarrones que no presagiaban nada bueno empezaron a adueñarse del cielo.

Oh, oh.... Parece que va a llover...
Durante un rato se mantuvo indeciso. Hasta que San Pedro abrió las puertas y soltó el agua.
Todos corrimos a sacar de las mochilas impermeables y capelinas para protegernos. Pronto los caminos se llenaron de agua, pero también tenía su encanto. Un bosque bajo la lluvia ofrece un aspecto maravilloso.
Y la lluvia hizo su aparición....
Ya de entrada a Sant Feliu había cesado de llover e hizo su aparición un precioso arco iris. Ya faltaba poco para llegar al final. Las vistas sobre esa población así lo indicaban.

Y tras la tormenta un precioso arco iris, ya llegando a Sant Feliu
Pero nos quedaba un punto por ver. Aunque cansados, no dudamos en visitar Sant Elm.

Ermita de Sant Elm, en Sant Feliu de Guíxols.
Desde aquí pudimos rematar la jornada con preciosas vistas sobre la población de Sant Feliu de Guíxols.


Sant Feliu, desde Sant Elm
Una jornada inolvidable y muy recomendable.