Presentación del blog

¡Saludos a tod@s!

Como su mismo nombre indica, este blog está destinado a recoger, paso a paso, todas mis salida, excursiones, rutas y viajes. Siempre a pié. Pequeñas escapadas, visitas a pueblos, rutas cortas, largos recorridos... Pero siempre a pie.

Mi idea es dar a conocer y compartir con todos mis lectores esos maravillosos rincones que muchos desconocemos y pasamos por alto, cuando están ahí, muy cerca de nosotros. O no tan cerca...


domingo, 25 de octubre de 2015

TAVERTET - Puig de la Força - Riera de Balà - Morro de l'Abella - Tavertet ( La ruta maldita)

Ruta realizada el domingo 25 de octubre de 2015.
Recorrido: 12 km y 850 metros de desnivel
Caminantes: Julio, Josep, Joan, Angi, Olga, Ana y yo.

Los intrépidos aventureros

Esta es una ruta fantástica, visualmente extraordinaria. Una de las más hermosas que he hecho.
Ya es la segunda vez que la hago. Aunque en ninguna de las dos ocasiones he podido terminarla con luz diurna. Por eso la llamo la ruta maldita. ¿Porqué, haciendo una ruta de apenas 12 km se nos hace de noche? Porque nos embobamos disfrutando de las espléndidas vistas y de cada uno de los rincones que descubrimos a nuestro paso, y no podemos dejar de hacer fotos a un paisaje que parece posar para nosotros...
Partimos de Tavertet.

Iglesia de Tavertet

Dejamos el coche en un gran aparcamiento que hay justo a la entrada del pueblo (para salir hay que pagar un euro), atravesamos el pequeño pueblo y nos detenemos a hacer un par de fotos a la iglesia y a algún rincón con mucho encanto (ya empezamos...)

El otoño viste de gala algunos rincones

Al final de una larga calle empezamos nuestro camino, maravillados desde un principio por la altura y la majestuosidad de los riscos que se abren ante nosotros.
Por el Coll de Malla y el Portell Sestrat, empezamos a reseguir el contorno dels Cingles del Pla de Dalt del Castell, que son una parte del Cingles de Tavertet.
No hay palabras para describir tanta belleza.

Verticalidad extrema

Todo y que el día no está muy claro (la niebla se entesta en querer ocultar la belleza del paisaje a nuestros ojos), disfrutamos de grandes panorámicas, con el pantano de Sau al fondo, a muchos metros por debajo de nuestros pies.

La niebla difumina un poco el paisaje.

Imposible sustraernos a tanta belleza


Seguimos bordeando el Pla del Castell, rodeamos el Turó del Castell (en su cima hay los restos de un castillo pero no lo visitamos), y un poco más adelante se nos presenta un "pequeño" problema: debemos encontrar un paso por el que descender un poco y pasar por unas balmas inmensas hasta llegar al Collet del Puig de la Força.
La primera vez que hice esta ruta con mis hijas no tuve ningún problema, peeeeero......
En esta ocasión no había manera de pillar el camino correcto.

Costó de encontrar, pero su belleza
es excepcional

El desvío lo encontramos fácilmente, está señalado con un gran hito de piedras. Pero tras descender unos metros y cruzarnos con un sendero, el GPS parece volverse loco (esos "rebotes" son muy normales en esa clase de terrenos), y no había manera de encontrar la dirección correcta. Además, el lugar estaba lleno de caminos y senderos que se difuminaban como por arte de magia y no llevaban a ningún sitio. Dimos varias vueltas, volvimos a la pista por la que habíamos venido en un intento de resituarnos, avanzamos y retrocedimos varias veces..... Por fortuna un par de intrépidos compañeros se avanzaron un poco y hallaron el buen camino....

Por fortuna la Ana nos sujetó la piedrecita
para que pudiéramos pasar....

Creo que ahí perdimos una hora tontamente, hasta que por fin nos resituamos correctamente...
Por ese camino, encastado en la pared rocosa, pasamos por unas impresionantes baumas y llegamos al Collet del Puig de la Força.
En este punto tenemos tres opciones:
-Rodear el Puig de la Força, pasando por preciosas baumas, un estrecho paso equipado con cuerdas y cadenas y un precioso bosquecillo.

Genial....

-Ascender unos pocos metros por un empinado sendero, hasta la cima del Puig de la Força y disfrutar de espectaculares vistas.

Vistas desde la cima del Puig de la Força

-Tomar un sendero que, en fuerte descenso nos lleva hasta el pantano.
Por descontado que nosotros seguimos las tres opciones....
Primero subimos a la cima. La niebla se está disipando y podemos disfrutar de vistas que nos hacen estremecer. Creo que no quedó ningún rincón de esta cima por recorrer, incluidos algunos promontorios rocosos desde los que tenemos preciosas vistas sobre els Cingles de Santa Cília (de color rojizo), la Riera de Balà y el Pantano.

El pantano de Sau en todo su esplendor.
La niebla ha levantado y nos permite espectaculares vistas.

Descendemos y ahora rodeamos el Puig de la Força, por un estrecho sendero, en algunos tramos un poco aéreo, equipado con cuerdas y cadenas para facilitar el paso.
Y finalmente empezamos el descenso, en muy fuerte pendiente, hasta llegar a una ancha pista forestal que bordea el pantano.
No vemos el agua, nos separa de ella una porción de tierra arbolada, pero se agradece caminar un poco por terreno llano...
Llegamos a la Riera de Balá, con poquísima agua. ¡Qué diferente de cuando la visitamos en la anterior ocasión!

La Riera de Balà, apenas sin agua, pero
conservando todo su encanto.


La misma riera, en febrero.

La misma Riera de Balà, a principios de febrero de este año.


Sin ningún problema en esta ocasión, cruzamos la riera y enfilamos un fuerte ascenso hasta la parte media del Cingle de la Perereda, por el que transitamos por un camino encastado en las rocas, bajo impresionantes baumas y esquivando rocas, árboles y toda clase de obstáculos.

Curiosa formación rocosa. Cual gigante pétreo
parece vigilar los pasos de los osados caminantes...

Pero antes de adentrarnos en este camino, una visita obligada que me quedó pendiente en mi anterior ruta: el impresionante "Morro de l'Abella"
Esta es una singular formación rocosa, muy estrecha y que forma una especie de balconada de altas y verticales paredes sobre la Riera de Balà.

El Morro de l'Abella.
Espectacular....

Tan impresionante que no somos capaces de sustraernos al hipnotismo del lugar, ni de danzar de roca en roca, en busca de diferentes puntos de vista. Un lujo para nuestros sentidos!!
Lástima que por la sequía de este año, el impresionante Salt de Tirabous está completamente seco. Sólo en su poza queda algo de agua.... Pero no deja de impresionar.

Salt de Tirabous, seco. Sólo la poza conserva
un poco de agua.

Un buen sitio para recuperar fuerzas con algo de comida, y como no, con unos chupitos de poción mágica, obra de Julio Santiago, que nos cargan las pilas a tope y nos permiten seguir adelante con un buen humor insuperable, a pesar de que la luz del sol cada vez está más baja y ya sé que de nuevo se nos va a hacer de noche. Pero no cambio estos momentos por nada del mundo, y ya sé que la carretera está unos metros por encima de nuestras cabezas. Si hace falta, sólo hay que buscar algún canal y ascender hasta ella.

El Puig de la Força ya queda lejos. Pero no deja de fascinarnos su belleza.

Dejamos el impresionante mirador del Morro de l'Abella y tomamos el sendero encastado en la roca, admirando la grandiosidad de algunas baumas, el Sot de Balà a nuestros piés, y el Pla del Castell y el Turó del Castell frente a nosotros. No hay palabras....

Tremenda la magnitud de algunos tramos....

Pero.... llegamos a lo que parece el final del sendero, puesto que queda cortado.
Por fortuna, un par de tramos de escalera de hierro empotrada en la pared rocosa y una cuerda al final, nos ayudan a salvar un tramo en vertical en esta pared.
Es en este punto en el que le pido perdón a mi compañera Angy por el mal trago que le hice pasar, puesto que le dan miedo las alturas y los pasos aéreos....
Superado este paso, la noche se nos viene encima.

Al fondo, el Morro de l'Abella. La noche se nos echa
encima y decido guardar la cámara.
Hay muy poca luz, y mi pulso es nefasto---

Seguimos un poco más, y más adelante vemos que el Salt del Molí Bernat, no muy lejos de donde estamos, no lleva nada de agua, por lo que decidimos salir del bosque, buscar un paso hacia la carretera (apenas a 20 metros por encima de nosotros), regresar al pueblo y dar por finalizada la ruta.
Como he dicho antes, esta ruta se me resiste. No hay manera de acabarla con luz de día.
Aunque hoy, a pesar de todo, hemos disfrutado como niños.
Y os aseguro que volveré.
Esto ya es un reto que tengo pendiente....
Una ruta genial para disfrutar de fantásticas vistas y rincones encantadores. Sólo hay que programar mejor el tiempo para que no se nos haga de noche, o.... disfrutar de todo su encanto como niños y hacer el último km por la carretera....
Puesto que sigo teniendo problemas con los pases de diapositivas de Picasa, os ejo un enlace para que podáis ver todas las fotos.

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sábado, 24 de octubre de 2015

ARDENYA - CADIRETES - Sant Feliu de Guíxols - Puig de Cols - Sant Baldiri - Sant Feliu de Guíxols

Ruta realizada el día 24 de octubre de 2015
Recorrido: 19 km y 710 metros de desnivel.
Caminantes: Josep, Rosa "Bala" y yo.

Los caminantes


Una ruta engañosa. A pesar de ser un poco larga y con bastante desnivel acumulado se hace casi sin darse cuenta. Preciosos rincones, espectaculares vistas y alguna sorpresa, hacen de ésta una ruta muy recomendable.
Aparcamos el coche en el párking de la estación de autobuses de Sant Feliu de Guíxols y allí mismo empezamos la ruta.
Con la estación de autobuses a nuestra espalda, nos dirigimos hacia la izquierda, por la carretera, hasta cruzar por un puente la Riera de les Comes, y tomamos la pista que sale de la izquierda, junto a unas casas, y que coincide con el GR-92.

Colores de otoño....

A los pocos metros de iniciar el camino encontramos la primera sorpresa.
Se trata de la masía de Ca l'Almar.
Lo que más llama la atención son las esculturas, figuras y detalles que  decoran todo el exterior y las paredes de la casa.
Como dicen que una imagen vale más que mil palabras, os dejo unas fotos para que juzguéis vosotros mismos.

Fachada de la casa



Un rincón bien aprobechado...


La masía al completo es una obra de arte.

Esta es la casa de Josep Almar Pujol, un artista de Sant Feliu muy completo: escultor, pintor, dibujante, poeta, pensador, mestre d'aixa (artesano que proyecta, construye y repara embarcaciones de madera).... Es uno de los especialistas en miniaturas navales de más prestigio de Catalunya.
En esta casa, Josep Almar abrió un museo en el año 2008 con una inacabable colección de utensilios relacionados con el mundo marinero, agrícola y del corcho.
estacan las miniaturas de barcos a escala, por los que ha sido reconocido y premiado.
En los siguientes enlaces podréis encontrar información y más detalles sobre este museo.

MUSEU RAT PENAT


GALERÌA DE FOTOS DEL MUSEO RATPENAT

Dejamos atrás esta sorprendente finca y seguimos adelante, por el Valle de les Comes, en suave pero constante ascenso. El camino pasa entre masías que aún conservan trozos de huerto y algunos árboles frutales. La riqueza de agua se hace evidente con la presencia de pozos, balsas y algún molino.
Atravesamos la urbanización Casa Nova y el camino sigue serpenteando por la montaña, sin dejar de ascender, entre alcornoques, pinos y madroños cargados de frutos.

Típicos de la zona....

No dejamos de seguir el GR-92, perfectamente señalizado con sus inconfundibles marcas blancas y rojas, y llegamos a un punto en el que a mano izquierda sale un estrecho sendero muy marcado.
Es el que debemos seguir para llegar a la cima de Puig de Cols. Pasamos junto a enormes piedras desde las que se empieza a vislumbrar parte de las magníficas vistas que tendremos en la parte más alta.

Preciosos rincones formados por las enormes rocas

El sendero sube en fuerte pendiente, incluso hay que trepar un poco en algunos puntos. Pero nada del otro mundo.
Y por fin la cima del Puig de Cols, que con sus 417m es una preciosa atalaya que nos sorprende gratamente.
Desde este punto se domina una amplia parte de la Vall del Ridaura, Plana de Girona, Gavarres, Y Ardenya.
Y más allá, Montseny y Pirineos........
Espectacular....

Con el Montseny de telón de fondo

La Vall del Ridaura


Pero debemos volver al mundo real, descender de esta cima, y seguir el camino, cosa que hacemos campo a través, puesto que la pista que seguíamos está sólo a unos pocos metros más abajo.
Al poco de dejar el Puig de Cols, tenemos la opción de acortar el recorrido en el Coll de l'Escorpí, sin pasar por la ermita de Sant Baldiri. Pero vamos muy bien de tiempo y decidimos visitarla. Aquí cambiamos el GR-92 por el PR-C 101.

Sant Baldiri

Actualmente, esta ermita está en estado ruinoso, pero en su tiempo gozó de fama y esplendor al celebrarse en ella, el 20 de mayo, un aplec en honor a Sant Baldiri, su patrón.
En los alrededores de esta capilla, anexa a una masía construida el año 1721, se almorzaba, se hacía una misa y un baile. Y al medio día se preparaba una buena cazuela de arroz.
Actualmente ya no se celebra nada en esta ermita. Aunque es un buen lugar para reponer fuerzas y comer un poco.
Con las pilas cargadas seguimos nuestro camino, hasta La Trencada, un cruce de caminos donde  retomamos el GR-92 en dirección a la Creu d'en Barraquer.
Este es un punto que llama mucho la atención por los funestos sucesos ocurridos en él.
Lo primero que nos sorprende son muchos elementos en recuerdo de un chico de 14 años que murió aquí, a finales de octubre de 2012, haciendo una marcha popular. Una muerte súbita extendió la consternación entre todos.

Mosaico en recuerdo del joven fallecido en 2012

Ramos de flores, sus zapatillas, y un mosaico en conmemoración y recuerdo del joven.
El otro suceso es más antiguo y se remonta al posible origen de la Creu d'en Barraquer.
En Sant Baldiri se contaba la historia de un jugador de cartas, dueño del Mas Barraquer de Lloret, y que a menudo acudía a Can Codolar (muy cerca de la creu), para jugar. Una noche en la que ganó mucho dinero, fue asesinado en este lugar para robarle... ¿Leyenda? ¿Verdad?.... A saber!

Creu d'en Barraquer

Dejamos el lugar y de nuevo (y ya definitivamente), cambiamos el GR-92 por el PR-C 101, que seguiremos hasta el final.
Pasamos junto a la masía-ermita de Sant Benet del Bosc, antiguo monasterio posiblemente del siglo XVII (ahora en estado ruinoso, como otras muchas construcciones que hemos encontrado a nuestro paso).

Sant Benet del Bosc

 Coll d'en Romaguer, por el Collet de la Mare de Déu, y ya empezamos a descender camino de Sant Feliu de Guíxols.
La entrada a la población la hacemos por Monti-Calvari, una preciosa zona por la que transitamos por la parte alta de los acantilados, que nos deleitan con asombrosas vistas.

Aguas tranquilas, colores de ensueño...

Desde aquí empezamos a ver la ermita de Sant Elm, que se alza airosa sobre  la parte más alta de este saliente rocoso. Desde esta ermita disfrutamos de espectaculares vistas sobre Sant Feliu por un lado, y los acantilados por el otro.

Sant Elm

El sol empieza a bajar y es hora de regresar a casa.
Bajamos por empinadas calles hasta llegar al final del paseo marítimo, donde nos dirigimos a la estación de autobuses, a los coches.
Antes de llegar a los coches, una pequeña parada para admirar el conjunto arquitectónico de Porta Ferrada y el Monasterio, y ya sí, a los coches y a casa.

Porta Ferrada



Monestir, a Sant Feliu


Una muy buena ruta, muy variada en cuanto a elementos, construcciones, preciosas vistas e historia del lugar.
Muy recomendable para todos los niveles.
Un poco larga, aunque esos 19 km se pueden acortar en el Coll de l'Escorpí y restar así 3 km, auque por su suavidad (que no en cantidad, que son más de 700m acumulados), se pueden hacer perfectamente.
Ánimo y a mover esos cuerpos!!

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miércoles, 14 de octubre de 2015

ARDENYA - Puig de ses Cadiretes

Ruta realizada el dia 14 de octubre de 2015.
Recorrido: 7 kilómetros y 280 metros de desnivel.

Las vacaciones se me hacen cortas.
El lunes me reincorporo al trabajo y no puedo pasar por alto la más mínima oportunidad para salir a dar una vuelta.
Ni que sea muy cerca de casa, como hoy.
Me reúno con un par de amigos y decidimos hacer una matinal no muy larga.
Salimos temprano de Palamós, y aunque las previsiones son de posibles chubascos, parece que las nubes se están abriendo.
Tomamos la C-65 y antes de Llagostera pasamos a la C-35, que la dejamos en la salida 97 para dirigirnos hacia Sant Grau por una carretera local en muy buen estado.
Justo en el punto kilométrico 9, salimos a la derecha y aparcamos allá mismo.
Empezamos por una pista forestal con marcas de GR (es el GR-92, que no tardamos en dejar), y vamos siguiendo las indicaciones hacia el Puig de ses Cadiretes.

El belén, elemento típico de casi todas las cimas.


Vértice geodésico del Puig de ses Cadiretes.




A pesar de que el día es gris y está nublado, se perciben
unas vistas extraordinarias desde el Puig de ses Cadiretes.

De la pista forestal sale un estrecho sendero que nos lleva a su cima y a una caseta de forestales que se encuentra elevada sobre una plataforma de madera.
Su acceso no está cerrado y no dudamos en subir. No nos ha visto nadie.....

La caseta de los forestales, a cuya plataforma elevada no dudamos
en subir.

Las vistas, tanto desde la cima del Puig de ses Cadiretes, como desde esta caseta, son espectaculares. Lástima que el día no acompaña y los tonos son grisáceos, pero se percibe que en un día claro las vistas tienen que llegar muy lejos.

La peña...

Seguimos por la pista forestal, pasamos cerca del Puig Pedrigolet y seguimos, ahora en moderado descenso, hasta el profundo Vall de Roc, donde encontramos algunos castaños y avellanos.
Hemos descendido bastante, y ya se sabe, todo lo que baja.... tiene que subir.
A medida que ascendemos, las vistas ganan belleza. Podemos ver las verticales paredes de roca que encierran el torrente junto al que hemos pasado y que le dan el justo nombre de Vall de Roc (Valle de Roca)

Las indicaciones son excelentes

El ascenso se suaviza un poco y no tardamos en llegar a la Plaça d'Armes de Montllor. Un casi inapreciable sendero a la derecha nos lleva hasta un saliente rocoso desde el que tenemos unas espléndidas vistas sobre Tossa de Mar.
Ha valido la pena el esfuerzo.

Tossa de Mar. Desde el mirador de Plaça d'Armes de Montllor

Nos embobamos un buen rato disfrutando del maravilloso espectáculo que se abre ante nuestros ojos.
Pero hay que seguir, ahora ya con muy poco esfuerzo, puesto que el desnivel es casi inexistente.
A medida que avanzamos, podemos ver a lo lejos la cima del Puig de ses Cadiretes y la caseta de los forestales. Hemos pasado por allí hace bien poco, pero visto desde aquí, parece que estén a kilómetros de distancia...

Por la pista forestal....

Más adelante, encontramos una pista que sale de nuestra derecha, en descenso. Hay que seguirla unos cuantos metros y volver al sitio dónde nos encontramos. Pero merece la pena. En un tramo de unos cien metros, encontramos el Menhir de Montllor, la Pedra de ses Hores, un posible menhir caído, y la Porta de Pedra, una gran roca plana que parece haber sido trabajada hasta convertirla en una gran apertura, una gran puerta que es un excelente marco para las estupendas vistas que de nuevo tenemos de Tossa de Mar.

Nuevas vistas de Tossa de Mar, por entre la apertura en la
roca, que nos sirve de marco.

Regresamos a la pista que veníamos siguiendo, encontramos el Paradólmen d'en García y ya muy cerca tenemos el Pla de ses Pinyaques y nos cruzamos con la pista por la que hemos empezado el recorrido.
Sólo queda seguir unos metros esa pista hacia la carretera, donde hemos dejado el coche.
Esta es una ruta ideal para hacer en una mañana, en familia, con niños, o con personas que no estén acostumbradas a caminar mucho. Seguiremos pistas forestales durante todo el recorrido y el desnivel es muy asequible.
Y lo más importante, disfrutaremos de rincones de gran belleza y de espléndidas vistas.

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sábado, 10 de octubre de 2015

PIC DE LA COMA D'OR

Ruta realizada el día 10 de octubre de 2015
Recorrido: 17 km y un desnivel de 1.100 metros
Caminantes: Caminant per Catalunya y Trotacamins de Martorelles

Una de las salidas más espectaculares al Pirineo que hemos hecho.
No en vano, al Pic de la Coma d'Or le llaman la ventana al Carlit..... Las vistas que se disfrutan desde esta cima son espectaculares.

Primera hora de la mañana. El sol justo empieza a asomar tras las altas cumbres.

Llegamos al Coll de Puymorens y tomamos una pista que sale a la derecha, avanzamos unos 400 metros y aparcamos.
Empezamos la ruta a primera hora de la mañana, cuando el sol justo empieza a alumbrar las cimas de las montañas más altas y el frío es intenso. Pero en seguida nos ponemos en marcha y se nos pasa el frío, pues el camino empieza a ascender, ascender y ascender.

El frío se hace notar...

A pesar del continuo ascenso, el camino no se hace para nada pesado. Tal vez influya el hecho de que a medida que ganamos altura, las vistas se hacen cada vez más espléndidas.

Espectaculares vistas, a medida que ganamos altura.

Por la Coma d'en García, resiguiendo el Rec d'en García (en los sitios donde no ha dado aún el sol, aún queda hielo, que cuelga de las hierbas por donde pasa el agua).

Pequeñas estalactitas de hielo, a pesar de que ya les da el sol.

Llegamos a una gran piedra, en una explanada a la que se puede llegar en coche (siempre y cuando tenga buenas ruedas y sea alto), de la que sale un casi imperceptible sendero hacia la izquierda. Lo seguimos, en fuerte ascenso, y en pocos metros llegamos a un pequeño lago que hay que conocer su existencia, pues queda oculto desde el camino.
Es l'Estany Mercader. Una maravilla.

Estany Mercader. Una joya que trata de mantenerse oculta...

Volvemos al camino principal y seguimos ascendiendo, ahora con un desnivel un poco más acusado, hasta que alcanzamos la Portella de la Coma d'en García. La belleza del lugar hace que olvidemos el cansancio.
Magníficas vistas al Puig de la Coma d'Or y a l'Estany Coma d'Or, por el que pasaremos a la bajada.

Empiezan a asomar los más grandes. No parecen muy lejos, pero....

Ya tenemos nuestro objetivo a la vista, aunque tras alcanzar el punto en el que nos encontramos, vemos cómo el camino serpentea montaña arriba y nos parece aún bastante lejano.

El camino parece no tener fin....

Sin prisas pero sin pausas, paso a paso, vamos ascendiendo metro a metro.
Los últimos tramos se hacen un poco pesados, pero..... Lo conseguimos!
Llegar a la cima del Pic de la Coma d'Or y ver las vistas que hay desde allí casi nos paraliza.
Es impresionante.
A nuestros pies, muchos metros más abajo, l'Estany Lanós (uno de los más grandes del Pirineo, si no el más grande...), y en frente.... Serra de Coll Roig, Puig de Sobirans, Carlit de Baix y el Pic Carlit.

L'estany Lanós y el Carlit, entre otras...

Y el majestuoso Puig Pedrós, al que parece que se pueda acceder en un par de saltos.... Aunque mirándolo bien, esas escarpadas aristas de roca no nos resultan nada apetecibles...


El Puig Pedrós, a la izquierda.

Un lujo para los sentidos....
Vale la pena dedicar un rato a admirar tanta belleza.
El día es radiante, el viento suave y nada desagradable.... pero hay que iniciar el descenso y el regreso.

Descendiendo....

Empezamos a bajar por donde hemos subido, a buen ritmo, pues el desnivel invita a coger un poco de velocidad, hasta la Portella del Cortal Rossó, desde donde nos desviamos hacia l'Estany Coma d'Or.

Estany Coma d'Or

Encontramos un grupo de caballos que están pastando tranquilamente y que dejan que nos acerquemos hasta poder acariciar alguno de ellos. Son una delicia!

Haciendo amigos....

Rodeamos l'Estany por la derecha, siguiendo un sendero, pero no tardamos en dejar este sendero para empezar a descender un poco campo a través. Bueno, un poco, no. Del todo campo a través. Hacia abajo, en línea recta, hasta cruzarnos con una canalización de agua cubierta con losas de cemento.


Sin camino marcado, pero sin poder perdernos.
Sólo hay que ir hacia abajo....

Ahora ya sólo habrá que seguirlo hasta una ancha y cómoda pista, sin desniveles, que nos llevará de vuelta a los coches.
Un gran valle se abre ante nosotros, el Bac del Cortal Rossó, con el Rec del Cortal Rossó serpenteante al fondo y bosques de pino rojo tomando posesión de algunas de las laderas.

Impresionante belleza....

Este camino es bastante largo, pero muy agradecido, puesto que nos permite disfrutar de dos entornos muy diferentes. Los típicos prados herbados de alta montaña en el ascenso, y este precioso valle, también cubierto de hierba junto al cauce del agua y rodeado de bosques de pino rojo.
Pasamos junto a una especie de refugio libre muy pequeño y en muy malas condiciones, y ya en pocos minutos empezamos a divisar las casas de la pequeña población de Porté-Puymorens, justo a nuestros pies, muchos metros más abajo.

Porté-Puymorens

Y un poco más adelante la estación de esquí.

La estación de esquí de Porté-Puymorens

Nos acercamos a los coches. Cansados, pero muy contentos.
Esta ha sido una ruta con mayúsculas.
Impresionantes vistas, rincones con mucho encanto, paisajes variados.... Un día radiante, con una excelente compañía.
Sinceramente, la recomiendo. Hay que estar un poco en forma, pues es bastante larga y el desnivel acusado. Pero el esfuerzo merece la pena.
Saludos, hasta la próxima, y a moverse!


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