Presentación del blog

¡Saludos a tod@s!

Como su mismo nombre indica, este blog está destinado a recoger, paso a paso, todas mis salida, excursiones, rutas y viajes. Siempre a pié. Pequeñas escapadas, visitas a pueblos, rutas cortas, largos recorridos... Pero siempre a pie.

Mi idea es dar a conocer y compartir con todos mis lectores esos maravillosos rincones que muchos desconocemos y pasamos por alto, cuando están ahí, muy cerca de nosotros. O no tan cerca...


jueves, 26 de junio de 2014

TOSSA DE MAR - Calas y rincones

Salida realizada el 22 de junio de 2014.
Caminantes: Pepi de Trotacamins de Martorelles, y Xavier, Rosa y yo del Club Alpí de Palamós.

Un día gris que no logra disuadir a los bañistas ni restar belleza
a esta población.

La máxima dificultad del día de hoy la hemos encontrado a hora de aparcar el coche en Tossa de Mar. En esta época todo son zonas azules y los párkings que en temporada baja son libres y están vacíos, ahora son de pago, y las pocas zonas de no pago están llenas hasta los topes.
Una muy buena idea es intentar aparcar en el párking de algún supermercado, como hemos hecho nosotros.
La de hoy ha sido una ruta magnífica. Circular, en la que se combinan la hermosa población de Tossa de Mar con su espectacular ciudadela amurallada, bellos senderos atravesando bosques y descubriéndonos espectaculares vistas, y calas y rincones de ensueño a los que se accede por complicados senderos.
Un poco dura, puesto que el recorrido por los altos acantilados, desde la cala Morisca de regreso a Tossa, se convierte en un constante sube y baja resiguiendo el accidentado terreno de la zona.
Pero el esfuerzo merece la pena.

Callejuelas de gran belleza en Tossa.

Empezamos con un pequeño recorrido por las calles de Tossa, guiados por Xavier y Rosa, que años atrás habían vivido en esta población y nos dirigimos al primer punto de interés del recorrido: la Torre dels Moros. Situada en la cima del cerro de Can Magí, es una torre fortificada, de guardia, que vigilaba la costa de los frecuentes ataques de los piratas durante el siglo XVI.
Dejamos atrás la torre y, en lugar de seguir por el GR 92, nos adentramos en el bosque por un bonito sendero. Esto nos permite acortar un poco la ruta y evitar un buen tramo de pista forestal.
De nuevo en el GR 92 y por pista forestal pasamos por el Xalet Vermell, una gran mansión de la que sólo se ve, a pie de pista, lo que puede ser algo así como la caseta del guardia, pintada toda de color rojo, claro. Desde el camino se ven sembrados y animales de corral.
Y una curiosa señal de advertencia que no había visto nunca en mi vida: "Atención, gallinas peligrosas".
Ninguno de nosotros entiende esa señal. Tal vez sean radioactivas, o sepan atravesar la valla y sean muy agresivas... No sé, creo que cada uno es libre de poner los letreros que quiera en su casa...

¡Cielos! ¿Serán gallinas gigantes?

Seguimos por GR 92 y llegamos al camping Cala Llevadó. Frente a este camping, la zona deportiva de Can Viles, donde hoy se celebraba algún tipo de evento juvenil.
Bordeamos la exclusiva urbanización de alto estanding de Santa María de Llorell, toda ella cercada con una alta tela metálica coronada de alambre de espinas, y nos dirigimos hacia la Cala Morisca.
Después de la urbanización pasamos por un bonito sendero que atraviesa el torrente de Cala Morisca y que, iniciando el descenso hacia la cala, hace de límite entre Lloret de Mar y Tossa de Mar.
Y tras un último tramo de escaleras, por fin la cala Morisca. Una maravilla.

Cala Morisca

Hace unos meses hice esta ruta pero siguiendo hacia Lloret de Mar. Recuerdo que pasé por esta cala y que, para seguir camino, tuve que deshacer el tramo de escaleras hasta encontrar de nuevo el GR 92.
Pero en este caso, Xavier me ha sorprendido cruzando la cala y encaramándose en un par de saltos a lo alto de un saliente rocoso.
De allí parte un estrecho sendero. En fuerte pendiente ganamos altura en pocos momentos, y también unas hermosas vistas sobre la cala Morisca.
Y en seguida hay que volver a bajar, ahora en una pendiente tan pronunciada que se ha equipado el camino con cuerdas, cadenas y algunos tramos con escalones, para sujetarse y asegurarse un poco. Un poco complicado, pero divertido y con el premio de llegar a una playa poco frecuentada, supongo que en parte por su difícil acceso. La platja de Portopí.

Un descenso un poco complicado...

Aguas de hermosos colores, entorno de naturaleza salvaje a nuestro alrededor, muy poca gente... el lugar ideal para un buen baño. Pero hoy el día ha amanecido gris y una densa niebla oculta el sol, por lo que dejamos el asunto del baño para otro día.
Cruzamos esta playa, pasamos por la Roca Negra y atravesamos la Platja de Llorell, también casi desierta a pesar de la época del año.
Al final de esta hermosa playa se encuentra la Cala d'en Carles, con un chiringuito rodeado de palmeras al estilo Caribe, de la que parte un Camí de Ronda muy bien arreglado que nos acerca a la vecina Cala Llevadó.
Todo este conjunto de playas y pequeñas calas pertenece a la bahía de Santa María de Llorell, o más conocida con el nombre genérico de "el Llorell"

Vista general del Llorell

El hecho de no poder acceder directamente con el coche hasta cerca de la playa, salvo los residentes de la urbanización o el caping, favorece que no esté tan masificada como la de Lloret o la de Tossa. Y su entorno natural, agreste y salvaje, le proporciona una excepcional belleza.
Y de nuevo el sendero se encarama en fuerte pendiente hasta la cima del Cap de sa Boquera, donde giramos a la izquierda, hasta la cercana pista forestal.
Seguimos ascendiendo, ahora más suavemente, hasta que llegamos a un cruce casi frente al Xalet Vermell, aquel del letrero de "gallinas peligrosas"... Aún me río intentando pensar en el peligro que puede tener una gallina...
Seguimos la pista por la que venimos por la mañana, pero en unos pocos metros nos desviamos a la derecha, en dirección al mirador des Cards.

Preciosas vistas desde los miradores.
El faro de Tossa a la vista.

Este mirador está muy deteriorado. Faltan las maderas embellecedoras del suelo, la barandilla ha tenido que ser sustituida, e incluso hay claras evidencias de que algún cabeza-hueca ha encendido una fogata sobre él. Una lástima, porque las vistas son excepcionales, y esos vándalos no se dan cuenta de que eso lo pagamos entre todos. Ellos incluidos.
Seguimos por el sendero que bordea los acantilados por la parte más alta y pasamos por un par más de miradores que empiezan a ofrecernos espectaculares vistas del faro y de la población de Tossa de Mar.
Y por fin, con las murallas de la ciudadela de Tossa frente a nosotros, la última cala, una de las más hermosas:Cala es Codolar.

Cala es Codolar. Sin palabras...

Y ya hemos vuelto a Tossa.
Para acabar de rematar el día, damos una vuelta por esa ciudadela, encaramados a lo alto de la muralla, disfrutando como niños de sus espectaculares vistas.
Ya sólo queda volver al coche y regresar a nuestras casas.
Un bonito día, descubriendo parajes de gran belleza en muy buena compañía.
Saludos a tod@s y hasta la próxima!!

domingo, 15 de junio de 2014

GAVARRES - Alrededores de Cassà de la Selva

Hoy una zona de le Gavarres que no conocía. Por los alrededores de Cassà de la Selva.
Molí d'en Limbo.
Camí de l'aigua.
Planes de can Cantallops.
Poblat iber de Puigcastell.
Riera de la Verneda.
Can Sardanes.
Molí de la Capçana.
Recorrido: unos 15 km.
Un día realmente interesante puesto que me ha permitido conocer una zona de les Gavarres que no había pisado nunca.
Tras las tormentas y la lluvia de ayer y esta noche, el día amanece despejado, aunque con alerta amarilla por lluvias. Por fortuna nos respeta la jornada y podemos acabar sin contratiempos.
Por la carretera de Llagostera a Cassà de la Selva, justo al final del polígono industrial El Trust, giramos a la derecha y nos adentramos en una estrecha pista forestal, unos pocos metros y aparcamos en un pequeño claro a la izquierda que hace las veces de párking.

Se inicia la ruta

Ahí empezaremos la ruta a pié.
Empezamos visitando la esclusa del Molí de la Capçana, una gran finca de más de 17 hectáreas y visitamos la esclusa, que recoge aguas para consumo humano. Un entorno precioso. Y una finca excepcional.
De aquí nos dirigimos a can Villalonga, una masía de la que el Consorci de les Gavarres tiene cedidas la gestión y el usufructo.

Can Vilallonga

Muy cerca de esta masía iniciamos el camí de l'aigua, en el que se encuentran tres antiguos acueductos que merece la pena visitar.

Antiguos acueductos.

Seguimos ruta hacia les Planes de can Cantallops. La antigua masía se encuentra totalmente en ruinas, y los grandes campos circundantes aparecen labrados y a punto para sembrar... Vete a saber qué.
La vegetación de la zona es la típica de les Gavarres. Encinas, alcornoques, pinos y gran variedad de arbustos, sobretodo brezos y madroños.

Restos de la muralla del antiguo poblado íbero.
Más adelante y en la cima de un cerro, como no podía ser de otra manera, el poblado íbero de Puigcastell. Apenas unos pocos restos, en fase de excavación...
Atravesamos una urbanización de casas de alto estanding, el Refugi de les Gavarres, y descendemos al la Riera de la Verneda. De nuevo los grandes helechos y los chopos se adueñan del paisaje.

Exuberante vegetación en las rieras.

Dejamos la riera y pasamos junto a un par de masías más, can Sardanes y ca n'Abres, antes de regresar al punto de partida.
Pero no ha acabado aquí la cosa.
A mitad de ruta nos hemos cruzado con un par de ciclistas que nos han comentado que, derca de los acueductos hay algo así como los restos de unas antiguas termas romanas.
Como vamos bien de tiempo, nos dirigimos con los coches por pista forestal de nuevo a can Vilallonga.
Lo primero que hacemos es comer, bajo unas grandes acacias que dan una agradable sombra a unos bancos y mesas de madera.

Una zona ideal para comer

Ya repuestas las energías, decidimos investigar un poco. Pero no hay suerte. No encontramos nada parecido a lo que nos han descrito los ciclistas. Claro que, los ciclistas tienen una manera muy diferente de medir el espacio/tiempo, y lo que para ellos es cerca, para los que vamos a pié se puede convertir en horas....
Finalmente decidimos regresar a Palamós y rematar la jornada con unas cervezas bien fresquitas...
Una muy buena jornada, con diferentes y variados entornos que me ha gustado mucho conocer.
Saludos y hasta la próxima!

sábado, 14 de junio de 2014

CAP DE BEGUR - Calas y rincones


Ruta realizada el día 8 de junio de 2014.
Recorrido: 22 km.
Desnivel acumulado: unos 900 metros.
Voy a daros un par de consejos.
La ruta es larga y bastante dura. Si la hacéis en verano, no olvidéis llevar agua suficiente. Yo me ventilé 3 litros. No hay fuentes, y en los chiringuitos se puede comprar, pero a precio de oro. Y no olvidéis protección solar y una gorra. Estaremos mucho rato expuestos al sol.
Si es invierno, tampoco os confiéis con el agua, los chiringuitos están todos cerrados...

Justo ayer mismo, mientras regresaba de Mont-rebei, me propusieron esta salida. Está bien claro que acepté encantada.
Zisco, Susana, Jose María, Isabel y yo misma, cinco intrépidos aventureros dispuestos a descubrir todos los encantos del Cap de Begur y sus hermosas calas.
Nos dirigimos hacia la hermosa población de Begur y allí aparcamos en el párking que hay junto a la Plaça de l'Arbreda.
Hoy el tiempo no parece querer acompañarnos. Una densa niebla, muy propia de esta época y de esta zona, entra del mar y nos priva de toda visibilidad. Por suerte, a meda mañana levanta y el día queda despejado y radiante.
Para iniciar la ruta, podemos tomar el paseo de Sa Miranda, ruta de GR, y pasar por la plaza de Forgas. Desde aquí podemos disfrutar de una estupenda panorámica del pueblo y del castillo, que se levanta desafiante en lo alto de una colina, presidiendo esta población.

Hermosa vista del pueble de Begur, presidido por el castillo,
en lo alto de una colina.
 
Desde aquí hay que seguir la calle Camp d'en Forgas, que se convierte en carretera y nos lleva al cruce Fornells/Aiguablava.
Lo pasamos de largo y unos metros más adelante, a nuestra izquierda, encontramos un sendero con marcas de GR. Lo seguimos a través de un bosque y tenemos que estar atentos a un desvío, marcado con montículos de piedras, que nos conducirá a ses Falugues acortando un poco de camino.
Lástima de la poca visibilidad. Tendré que volver otro día si quiero ver las vistas...
Descendemos de ses Falugues y llegamos de nuevo al GR.
Tomamos dirección Aiguablava. Siempre me ha parecido una de las calas más hermosas que he visto en mi vida. Por sus diferentes y cambiantes tonalidades de azules y por el entorno natural que la rodea, altos acantilados presididos por el promontorio de ses Felugues.

Aiguablava. Sobran las palabras.

Un lugar ideal para desayunar un poco.
A partir de ahí caminamos siempre lo más cerca posible del agua, por Caminos de Ronda y senderos que nos desvelan rincones de extraordinaria belleza escondidos entre las rocas y los acantilados.
Pasamos por Fornells y Platja Fonda, que pasamos de largo sin visitar, puesto que casi todos ya la conocemos. es un paraje agreste y salvaje, de singular belleza. Para llegar a ella hay que descender un buen tramo de escaleras y luego regresar al mismo sitio.

Vista desde Fornells. Aiguablava al fondo, presidida por
el promontorio de Ses Falugues.

Salimos de Fornells siguiendo el GR y ahora toca vérnoslas con un empinado sendero ascendente que nos conducirá al Puig de Sa Guàrdia.
A medio sendero llegamos al mirador d'Aiguablava, que ofrece una zona de descanso con bancos, en una curva muy cerrada de la carretera de Fornells. Hay una fuente, pero en esta época está seca.
Seguimos ascendiendo, en zig-zag, caminando, trepando por las rocas y ganando altura, hasta la finca Casa Cándida. Aunque pienso que los cándidos somos nosotros, que estamos aquí, sudando a mares y con el corazón a punto de salirse por la boca....
Pero, bromas a parte, el esfuerzo tiene su recompensa. Unas espléndidas vistas, ya casi libres en su totalidad de la persistente niebla.
Desde este punto elevado, en suave descenso nos dirigimos ahora al denominado "Semáforo de Begur", sobre la punta del Cap de Begur.
Se trata de un gran edificio de finales del siglo XIX, fuera de servicio y en estado ruinoso, que en su tiempo sirvió de orientación al tráfico marítimo, como telégrafo de banderas o luminoso, y de estación meteorológica.
Está vallado, pero por un agujero en la valla nos colamos en el interior del recinto, como casi todos sus visitantes, y podemos disfrutar de excelentes vistas a los espectaculares acantilados a la derecha y a las calas de sa Tuna, Aiduafreda y Cap Sa Sal a la izquierda.
Impresionante.
Dejamos atrás este edificio e iniciamos el descenso hacia Sa Tuna.

Mirador de Sant Josep

El sendero es un sube y baja bordeando altos acantilados, hasta llegar al mirador de Sant Josep.
Desde este punto iniciamos un fuerte descenso, por un sendero lleno de rocalla suelta que pone a prueba nuestras piernas y nuestro equilibrio.
Y por fin otra maravillosa cala: Sa Tuna. Encantadora, aunque en este tiempo, llena de gente hasta los topes.
Aquí se nos une Isabel, que nos acompañará hasta el final del recorrido.

Sa Tuna. Foto hecha en el mes de diciembre.

Y aprovechamos para hacer la parada para comer.
Como siempre, de nuestras mochilas sale un poco de todo, incluso un delicioso chorizo picante de La Rioja, gentileza de Jose Maria, que ha venido desde allí a pasar las vacaciones a Palamós.
Ya repuestas las fuerzas, reanudamos la ruta, ahora por un sendero local, puesto que el GR se dirige de nuevo a Begur.
Nosotros seguimos bordeando la costa por un impecable Camino de Ronda, hasta Aiguafreda. Esta cala también tiene su encanto. Pero todos coincidimos que, sin tanto cemento como han utilizado para hacer el embarcadero, estaría muchísimo mejor.
Seguimos por el Camino de Ronda y bordeamos Cap Sa Sal, antiguo hotel de lujo, ahora convertido en apartamentos. Este es un gran edificio, de aquellos que hacen daño a la vista por su negativo impacto visual en una zona donde antaño sólo se pensaba en construir y construir, sin pensar en el deterioro que esto ocasionaba al entorno paisajístico de la zona.
El camino está bien señalizado. Ascendemos por unas empinadas escaleras hasta el párking de Cap Sa Sal, seguimos un trozo la carretera, y pronto encontramos un desvío hacia la derecha.
Ascendemos un poco y llegamos a un cruce de caminos y seguimos por el de la derecha.
Este es el Paratge de Sa Nau Perduda.

Rincones de plácida belleza.
Cerca de Sa Riera.

Seguimos en dirección a Sa Riera, pero abandonamos el sendero local y, al fondo de una calle que desciende sin salida, tomamos un estrecho sendero que nos permite recorrer la Reserva Natural de Ses Negres. Esta es una zona abrupta, accidentada y salvaje, pero nos permite disfrutar de un entorno de singular belleza.

Sendero que sube y baja por un terreno abrupto y
escarpado, de excepcional belleza.

El sendero es un constante sube y baja, hasta llegar a la bonita playa de Sa Riera.
Cruzamos esta playa, llena de gente, como no, y ahora el Camino de Ronda asciende hasta superar la Roca Negra. Luego vuelve a descender hasta la Platja de l'Illa Roja, en la que un gran promontorio de roca y una escarpada pared de color rojizo le dan este nombre.
Y a pocos metros, la Platja del Racó, la última del municipio de Begur.
Estamos un poco cansados, hace mucho calor y optamos por un refrescante y relajante baño en esta playa.
Ahora toca regresar a Begur.

Platja de l'Illa Roja

En el párking de esta playa, seguimos la Avinguda de la Mediterránia, en esta época con todas las tiendas, bares, restaurantes y demás chiringuitos abiertos. La seguimos hasta la calle de la Font de la Bruixa, a la izquierda, que nos lleva a adentrarnos en el bosque, hasta el bar-restaurante Font de la Bruixa.
La fuente está seca, como en muchos otros sitios en esta época.
En este encantador bar-restaurante, unas cervezas bien frescas nos vienen al pelo.
Un poco de charla, broma y un merecido descanso. El justo antes de seguir la misma pista forestal que, en suave ascenso, nos lleva de nuevo a Begur, justo al párking donde por la mañana dejamos los coches.
Como siempre, una jornada encantadora, gozando de excelentes paisajes y muy buena compañía.
Saludos y hasta la próxima!!


                                                                            

CONGOST DE MONT-REBEI - Desde Mare de Deu de la Pertusa.

Ruta realizada el 7 de junio de 2014.
Una jornada estupenda, gozando de la incomparable belleza del Congost de Mont-rebei. Un día espléndido y muy buena compañía.
Recorrido: unos 20 km.(La ida y la vuelta la realizamos por el mismo camino).
Desnivel acumulado: unos 900 metros.

Inicio del desfiladero.

Debo advertir que, según he estado leyendo por ahí, los GPSs no tienen buena cobertura en este lugar y algunos de ellos parecen volverse locos. Por ello, todos esos datos són puramente orientativos.
Esta ruta también ha sido grabada por el equipo de TV Ripollés, para el programa "Caminant per Catalunya", un grupo de gente estupenda.
Nos encontramos en Vic a las seis de la mañana. La distancia hasta allá es larga y no queda otra que madrugar un poquito...
Ponemos rumbo hacia allá. En Balaguer tomamos dirección a Corsà, y desde allí, una pista estrecha pero asfaltada nos conduce al párking de la Mare de Deu de la Pertusa, donde iniciaremos la ruta de hoy.
Poco antes de llegar empezamos a percibir la belleza del lugar con las primeras vistas del pantano de Canelles.
Dejamos los coches en el párking, tomamos un estrecho sendero en fuerte descenso, y la primera visita es para la Ermita de la Mare de Deu de la Pertusa, que se alza desafiante, no muy lejos de allí, en la parte más alta de un risco.

Ermita de la Mare de Deu de la Pertusa.

Lo primero que me pasa por la cabeza ante la situación de esta ermita es ¿Cómo se supone que se las arreglaron para transportar las piedras y construirla en semejante lugar? Claro está que a fuerza de brazos... Impresionante.
Visitamos la ermita, desde la que tenemos estupendas vistas del pantano y los primeros acantilados, y volvemos al párking.
Allí empieza un sendero, muy bien señalizado, en dirección al desfiladero.
El sendero nos adentra en un bosque, zigzagueante, en fuerte descenso, para luego volver a alzarnos hasta zonas elevadas.
Pasamos junto al Mas de la Pardina y llegamos al refugio libre de Mas Carlets. El entorno está en proceso de restauración, pero dispone de mesas y bancos a la sombra de grandes árboles y agua. El lugar ideal para la primera parada, comer un poco y recuperar fuerzas.


Recobrando fuerzas en el Mas Carlets.

Seguimos nuestra ruta y desde aquí empieza a apreciarse la majestuosidad de las imponentes paredes rocosas, una de Aragón y la otra de Catalunya, y que encierran el pantano de Canelles.
Al poco rato encontramos unos letreros informativos.

Perfectamente indicado.

De nuestra izquierda y en descenso, sale el sendero que conduce al nuevo puente que une Cataluña con Aragón por el estrecho de Seguer, y a las pasarelas que ascienden por la pared rocosa, como una serpiente, en forma de escaleras, y que suben a Montfalcó.
Nosotros descartamos esta opción, de momento, y seguimos hacia el desfiladero.
En pocos momentos, el sendero se convierte en un espectacular camino esculpido en la roca.
Las vistas son espectaculares.
El desfiladero, con sus altas y verticales paredes de piedra, encerrando el pantano. Al fondo los Pirineos, aún con algo de nieve. Y recortándose contra ellos, en un plano medio y en lo alto de otro cerro, la torre del castillo de Xiriveta.

Preciosa vista del Congost de Mont-rebei.
Al fondo, casi imperceptible por falta de
definición de mi cáqmara, la torre
del castillo de Xiriveta.

El camino, a pesar de su apariencia, es seguro, suficientemente ancho, y no ofrece ninguna dificultad. Además, está equipado con un cable que hace de pasamanos y ofrece confianza a quienes se sientan inseguros.
Tras aproximadamente un kilómetro se inicia un descenso y el camino esculpido en las rocas de nuevo se torna sendero.
Aquí nos detenemos y hacemos un pequeño cambio de planes.
El equipo de TV Ripollés tiene que seguir hasta el final del recorrido para finalizar la grabación del programa según el guión.
A los demás se nos dan dos opciones: seguir con ellos, o retroceder, llegar al cruce de senderos y visitar el puente y las pasarelas que suben a Montfalcó.
Nos dividimos en dos grupos y yo me sumo a los que optan por las pasarelas.
Retrocedemos hasta el cruce, bajamos hasta el puente y cruzamos a tierras de Aragón.

En un extremo, Catalunya.
En el otro, Aragón.

Y yo no paso de ahí. Como tengo previsto volver el día 29 de junio y hace muchísimo calor, dejo el tema pasarelas para los más valientes. Además, el sendero hacia las pasarelas sube en fuerte pendiente, cosa que no parece ningún problema para los chicos de Ripoll, que están en una forma física increible. No hay quien los atrape. Y mi ritmo en las subidas es bastante más lento.
Por ello, vuelvo al cruce y de allí me dirijo al refugio libre, donde me reúno con José María que llegó en solitario.
Siempre hay gente con buenas ideas. Como el chico que vende refrescos en este refugio. Un par de crevezas bien frescas sientan de maravilla...
Poco a poco van llegando todos.
Joaquina, la mujer de Salva, con un golpe de calor.
Y los demás, rojos y sudorosos, como salidos del desierto.
Pero nada que no se pueda solucionar con una buena comida.
De las mochilas empiezan a salir pan, embutidos, quesos, tortilla de patatas, carne empanada, galletas, fruta, vino.... Un auténtico festín que compartimos entre todos y que nos ayuda a recobrar las fuerzas.
La parte negativa es que el agua del grifo sale muy, muy caliente. La cañería no está cubierta, y el sol hace de calentador.
Pero no podemos hacer otra cosa que llenar nuestras botellas con ella, aunque esté caliente. No puede faltarnos el agua...
De nuevo nos enfrentamos al sendero que desciende zigzagueante y que vuelve a ascender, ahora ya hasta el párking.
Pero no se acaba aquí la ruta programada. Aún queda un punto por visitar. El Monasterio de Santa María del Bellpuig de les Avellanes.

Claustro del Monasterio de Santa María del Bellpuig de les Avellanes.

Es una antigua abadía, regentada por la orden de San Agustín, en el término municipal de Os de Balaguer. En 1931 fue declarado Monumento Histórico Artístico.
Y aquí ya nos despedimos de parte del grupo. Los demás seguimos de regreso a Vic, donde ahí sí que nos despedimos del equipo de Ripoll, y cada uno regresa a su casa en su coche.

De regreso a Vic, con el sol poniente....

Una jornada increible, una compañía estupenda, un día fantástico... ¿Se puede pedir más?
Saludos y hasta la próxima!!

jueves, 5 de junio de 2014

CAMINO DE SANTIAGO - Etapa 4 - Puente la Reina - Estella

5 de mayo de 2014
Cuarta etapa del Camino de Santiago: Puente la Reina - Estella.
Recorrido: unos 22 km.
Esta etapa ha sido un poco más dura que las demás. En su trazado nos hemos encontrado con numerosos toboganes, pero su desnivel no es muy acusado. Oscila entre los 340 metros a orillas del Arga y los 495 a la salida de Lorca. Sólo son tres los repechos más destacados y que nos hicieron sudar un poco: Mañeru, Cirauqui y Lorca. Pero tampoco son nada del otro mundo.
También en esta ocasión os dejo una ventana para que podáis asomaros al blog de Francesc, uno de mis compañeros de ruta.
Como cada día nos levantamos con el alba. Para mi este es uno de los mejores momentos del día. Los primeros rayos de sol bañan de luz y color el Camino y nuestro espíritu se impregna de la magia del momento....

Nace un nuevo día, una nueva ilusión...

A pesar de que esta es la última etapa(por ahora, claro), nuestro ánimo sigue rebosante de alegría. Al menos durante los primeros dos o tres kilómetros en que seguimos el curso del río Arga y el terreno es llano...
Pronto nos alejamos del río y debemos afrontar una dura cuesta en pronunciada pendiente.
Parece que nos hemos quedado mudos... Pero no, es que estamos concentrados....
Superamos la fuerte pendiente, esa es la de máximo desnivel, y nos encontramos en la A-12, denominada también autovía del Camino.
Desde ahí ya divisamos el primer pueblo: Mañeru. Un buen sitio para desayunar y tomar ese cafetito...
Pero nuestra sorpresa es mayúscula. En este pueblo no hay ni un sólo bar ni nada que se le parezca.
¡Nos quedamos sin café!
No queda otra que seguir.
De todas maneras, desde la salida de este pueblo, ya vemos el siguiente, sobre una colina: Cirauqui.
Tiene miga, el pueblecito...
Llegar al centro significa un buen esfuerzo y sudar de lo lindo, pues sus calles son muy empinadas.

Cirauqui. El pueblo es precioso.
 Pero las calles empinadas con ganas...

Pero conseguimos encontrar un sitio donde desayunar.
No es ningún bar convencional. Es una panadería que tiene una máquina de café en la puerta. Pero ya nos vale. En un momento juntamos mesas en la calle y estamos listos para el desayuno. Y el café de la máquina está realmente bueno.
Ya repuestos, seguimos adelante. En las afueras del pueblo, pasamos por los restos de una calzada romana y un puente de la misma época. Durante un buen tramo del Camino seguimos por pista o por restos de calzada, alternamos pequeños desniveles de sube-baja, hasta llegar al río Salado.

Restos de una Calzada Romana.

De nuevo tenemos un duro tramo que nos exige un buen esfuerzo. Un kilómetro durillo, y llegamos a Lorca.
Cruzamos por la calle Mayor, dejamos atrás el pueblo y llegamos a un paso subterráneo que nos conduce a Villatuerta.
Llegamos a una plaza donde se encuentra la iglesia gótica de la Anunciación y una imágen de san Veremundo.
Aun tenemos que salvar unos pocos desniveles y volver a pasar por un paso subterráneo. Bajamos por un bonito sendero y llegamos a un puente moderno sobre el río Ega.
Seguimos el curso de este río y estamos entrando en Estella.

San Pedro de la Rua.

Y... Hemos llegado al final de la etapa de hoy.
Y también al final de esta aventura de cuatro días.
Buscamos un sitio agradable para comer, avisamos al taxi para que nos lleve de nuevo a Pamplona, y ya empezamos a sentir la nostalgia y la melancolía de dejar atrás unos maravillosos días.
El primer adiós es para Francesc. Le dejamos en la estación de autobuses, mientras que al resto nos deja en la estación de ferrocarril.
Últimas horas para charlar y más que nada para recordar tantos momentos, tantas vivencias, tantas sensaciones...
Ahora más que nunca tenemos bien claro que continuaremos. Y que lo acabaremos...
Hasta la próxima y un abrazo para tod@s!!

domingo, 1 de junio de 2014

MONTSENY - Can Cuch - Sant Salvador de Terrades - Serra de Palestrins - Turó de Samont

Ruta realizada el día 31 de mayo de 2014.
Caminantes: la de hoy ha sido una mezcla de caminantes de lugares muy distintos. Trotacamins de Martorelles; Josep María y su hija Melanie de Cànoves; el equipo de Caminant per Catalunya de TV del Ripollés, y yo misma de Sant Antoni de Calonge.

A punto para iniciar la ruta

Una enriquecedora mezcla de diferentes personas con un objetivo en común: disfrutar de una buena caminata y descubrir nuevos y encantadores rincones de gran belleza.
La ruta de hoy será gravada por los chicos de TV del Ripollés y emitido en un par de semanas por la red de televisiones locales de Catalunya. También será posible ver este reportaje por internet.
En cuanto esté disponible os dejaré un enlace para que podáis verlo si lo deseáis.
El buen tiempo parece que quiere acompañarnos, aunque al final un poco más y nos pilla un aguacero.
Nos reunimos a las ocho de la mañana en el gran párking de tierra que hay justo a la entrada de Cànoves y el primer punto a visitar es la bonita iglesia de Sant Mus. Un breve paseo por los alrededores y la descripción por parte de Josep María, que en la salida de hoy será el valiente y osado encargado de describir y comentar ante la cámara todos los puntos que iremos visitando.

Iglesia de Sant Mus

Tras esa fugaz visita, nos dirigimos con nuestros coches al Hotel - Restaurante Can Cuch De Muntanya.
Este es un hotel de lujo con mucho encanto. Situado en medio del Parc Natural del Montseny, ofrece un lugar ideal para disfrutar de paz y tranquilidad e inmejorables vistas.
Debo advertir que el acceso en coche a este Hotel - Restaurante está restringido sólo a los clientes.  Pero José María ya había convenido con los propietarios que este sería el inicio de la ruta al tiempo que nos mostrarían algunos de sus más encantadores rincones.
Una auténtica maravilla. Y un gusto excepcional en todos sus detalles.
Visto el hotel nos dirigimos a la Font de la Moixera.
Esta fuente es una de las pocas de las que siempre mana agua, en cualquier época del año. Esto la hizo muy popular entre los vecinos, celebrándose "fontades," comidas campestres donde la gente se reunía y disfrutaba de un agradable día en un encantador entorno de exuberante vegetación.

Font de la Moixera

Dejamos atrás la fuente y nos dirigimos por una pista forestal a la ermita de Sant Salvador de Terrades.
Magnífica ermita de construcción neogótica, en un paraje encantador.

Iglesia de Sant Salvador de Terrades.

A partir de aquí empieza la parte dura de la ruta de hoy.
Empezamos siguiendo un precioso sendero a través del bosque que, en fuerte pendiente ascendente, nos lleva al coll de Tascó, que se encuentra a unos 950 metros de altura. Estamos poniendo a prueba nuestras piernas y nuestros pulmones. Pero en un par de minutos nos recuperamos y seguimos la ruta.
Pero... aun no hemos conquistado nuestro objetivo.
Seguimos adelante, ahora cresteando por la Serra de Palestrins y ascendiendo hasta el coll del mismo nombre.
Y seguimos trepando por otro sendero en fuerte pendiente ascendente. La ascensión es dura y tenemos que aflojar mucho el ritmo. Incluso no desaprovechamos algún momento que, con la escusa de una foto o unas vistas, nos detenemos a coger un poco de aliento. Yo la primera....
Alcanzamos la cresta de Pi Novell. Ya estamos a más de 1100 metros de altura, muy cerca de la cima del Turó de Samont, el punto más alto de la salida de hoy, con sus 1225 metros de altura.

Excepcionales vistas, con un cielo cada vez más cargado de nubes.

El esfuerzo ha valido la pena. Las vistas son impresionantes. Turó de l'Home, Matagalls, el Sui...
Los pueblos de la Plana Prelitoral se desgranan a nuestros pies: Sant Celoni, Santa Mª de Palau Todera, Sant Antoni de Vilamajor, Granollers...
Y a lo lejos, La Mola, Montserrat, y el Pirineo...
Un lugar ideal para hacer una buena pausa y recobrar fuerzas con una buena comida. Entre todos compartimos embutidos, queso, galletas, coca, vino, café... ¡Una comida de cinco estrellas!
Con las pilas recargadas, iniciamos el descenso. Tomamos dirección al collet dels Pous d'en Besa y, guiándonos por unas señales en forma de montículos de piedras, descendemos unos cien metros por un empinado sendero a través de un precioso hayedo, hasta llegar al Pou d'en Besa.

Pou d'en Besa, muy bien conservado.

Estas construcciones, una especie de pozos, algunos de ellos de buen tamaño, servían para hacer hielo y abastecer puntos tan alejados como la misma Barcelona.
La nieve que caía en invierno se pisaba hasta que se convertía en hielo. Así una capa tras otra, a cada nevada que caía. Este hielo es el que en verano se transportaba, primero con la ayuda de machos hasta las pistas forestales, y luego con las carretas, hasta las diferentes poblaciones.
Deshacemos lo que hemos bajado, hasta volver al collet dels Pous d'en Besa.
Y llegó la hora del descenso. Mucho más rápido que la subida. Primero por un sendero y luego por pista forestal, hasta llegar al Castanyer Gros de Can Cuch.
Recomiendo no perderse la visita a este impresionante árbol.

El Castanyer Gros de Can Cuch.

Está considerado por la Generalitat de Catalunya como árbol monumental. Tiene una altura de 15 metros, más de 17 de copa, y casi 12 metros de diámetro.
Se cree que es el árbol de mayor diámetro de Catalunya.
En el interior del tronco hay una cavidad tan grande que incluso fue utilizado como vivienda durante un tiempo por un carbonero.
Y como nota negativa, decir que en 1936 sufrió un incendio accidental en el que se quemó su tronco principal. Es por eso que se tuvo que cortar y dejar que nuevas ramas llenaran de vida a ese gigante.
Este era el último punto de nuestra ruta.
Ya sólo queda seguir la pista hasta llegar de nuevo a Can Cuch y regresar a Cànoves.
Una ruta con mucho encanto, rincones preciosos y, sobretodo, excepcionales vistas.