Presentación del blog

¡Saludos a tod@s!

Como su mismo nombre indica, este blog está destinado a recoger, paso a paso, todas mis salida, excursiones, rutas y viajes. Siempre a pié. Pequeñas escapadas, visitas a pueblos, rutas cortas, largos recorridos... Pero siempre a pie.

Mi idea es dar a conocer y compartir con todos mis lectores esos maravillosos rincones que muchos desconocemos y pasamos por alto, cuando están ahí, muy cerca de nosotros. O no tan cerca...


jueves, 29 de mayo de 2014

CAMINO DE SANTIAGO - Etapa 3 - Pamplona - Puente la Reina

4 de mayo de 2014
Tercera etapa del Camino de Santiago: Pamplona - Puente la Reina.
Recorrido: 24 km.
Etapa sin demasiadas complicaciones, con excepción del Alto del Perdón.
Haciendo clic en este enlace, podréis disfrutar de la particular visión de esta etapa de Francesc, uno de mis compañeros de ruta.

LA CRÓNICA DE FRANCESC

Y... La sorpresa de Joan Sanjoan. Una preciosa poesía que perdurará en nuestras memorias....

ALS TROTACAMINS QUE VAN INICIAR EL CAMÍ DE SANT JAUME

Tras dos día de incesante lluvia, hoy ha amanecido un día radiante. Así que, nos levantamos con las primeras luces del día, abandonamos la pensión y buscamos un bar donde tomar ese acostumbrado café matutino. Pero es domingo, y todos los bares están cerrados a estas horas de la mañana, por lo que decidimos iniciar la ruta y dejarlo para más adelante (que remedio...).
En un par de minutos nos encontramos atravesando el campus de la Universidad de Navarra, una joya de jardines cuya belleza se ve acentuada con los primeros rayos del sol naciente.

Los primeros rayos del sol naciente iluminando
estos preciosos jardines.

Admiramos grandes árboles, setos muy bien recortados, arbustos y plantas en floración y magníficos edificios universitarios.
Dejamos los terrenos de esta universidad y atravesamos el río Sadar por el puente de Acella.

Puente de Acella.

Seguimos adelante por camino llano hasta que, tras un suave ascenso, llegamos a Cizur Menor, población de la Cendea de Cizur.
Os aclaro que, una cendea es un término tradicional utilizado en Navarra para designar al conjunto de varios pueblos que componen un sólo ayuntamiento.
A la entrada de Cizur Menor, a la izquierda, se encuentra la iglesia de San Miguel, que tiene adosada una torre militar fortificada.
Bueno, aquí podemos tomar nuestro habitual café matutino y ya puestos, desayunar un poco. Tenemos por delante el ascenso al Alto del Perdón.
Abandonamos Cizur Menor y nos encontramos atravesando inmensos campos de cereales que, movidos por el viento, se asemejan a un verde mar sin fin.

Pamplona se aleja a cada paso que damos. Los campos de
cereales nos rodean.

La pista empieza a ascender muy suavemente. Y las vistas no tardan en ganar belleza. El radiante día propicia que podamos disfrutar de una excelentes panorámicas. Por detrás nuestro queda Pamplona, y por delante la Sierra del Perdón, barrera natural entre la Cuenca de Pamplona y Valdizarbe.
Pasaremos por Zariquiegui, donde se encuentra la fuente de Gambellacos, a la que se conoce comunmente con el nombre de la Reniega. Una bonita leyenda adorna a esta fuente.
"Se cuenta que, en este lugar, el diablo ofreció agua a un peregrino sediento a cambio de que renegara de Diós, la Virgen y Santiago. El peregrino, medio moribundo, despreció el agua y rezó hasta que el demonio se fue y apareció la fuente que le sació."
Desde entonces, todos los peregrinos pueden saciar su sed en ella.
A partir de aquí se inicia el verdadero ascenso al Alto del Perdón. La pista ancha,  llana y rodeada de campos de cereales que hemos seguido hasta ahora, se convierte en un sendero pedregoso que asciende, en algunos tramos, en pendiente bastante pronunciada.
Pero no nos acobarda. Con un gran parque eólico presidiendo la Sierra del Perdón y la mirada en nuestro objetivo, iniciamos el ascenso.

Un gran parque eólico corona toda la cresta.

El grupo se estira. Francesc va por delante. Con un pie dolorido que le hace caminar más despacio, desde Cizur Menor decide no entretenerse demasiado y dejar que le atrapemos más adelante.
Joan camina en solitario con la ilusión de llegar segundo, pero es adelantado por Salva en los últimos metros. Van llegando Pepi, Dolors y Domenech, y allá arriba despliegan una gran senyera.

Un sitio perfecto para mostrar nuestra identidad.

Josep María y yo vamos a un paso más lento y nos juntamos con ellos arriba. Todos excepto Francesc, al que no vemos por ningún lado y suponemos ya en descenso hacia Puente la Reina..
El viento sopla con ganas y los molinos del parque eólico giran y zumban con fuerza.
En la cima del Alto del Perdón hay una original obra realizada en chapa por el artista Vicente Galbete, y que muestra una caravana de peregrinos de distintas épocas representando la evolución del Camino a lo largo de su historia.

Original obra del artista Vicente Galbete

Las vistas desde este lugar son excepcionales y todo el conjunto invita a hacer un alto y disfrutar de la profundidad del paisaje con la atención que se merece. Pero el fuerte viento molesta un poco e iniciamos el descenso.
Un poco preocupados hacemos una llamada al móvil de Francesc. Nos tranquiliza saber que está bien, que sigue dolorido pero avanzando.
Empezamos a descender por un empinado sendero lleno de piedras que pone a prueba nuestras rodillas y nuestro equilibrio.
Cuando la pendiente se suaviza, pasamos por Uterga, Muruzábal y llegamos a Obanos.
Desde Muruzábal, es posible desviarse hasta la ermita de Eunate, que se encuentra a poco más de dos kilómetros. Pero decidimos pasarla por alto y seguir hacia Obanos.
En Obanos se juntan dos importantes ramales de la ruta jacobea: el de Somport y el de Roncesvalles.

Iglesia de San Juan Bautista, en Obanos.

Pasamos por el arco de la Puerta de Obanos y continuamos por la vega del río Robo hasta la entrada de Puente la Reina, donde por fin nos reunimos con Francesc.
Vamos tarde y atravesamos esta población rápidamente con intención de registrarnos en el albergue que ha reservado Francesc y comer. Lo conseguimos por los pelos. La cocina está a punto de cerrar.
Por la tarde una relajante visita a esta bonita población y de regreso al albergue, una sorpresa.
Joan, que se había quedado a descansar, nos deleita con la lectura de una bonita poesía que ha escrito durante nuestra ausencia. Gracias Joan.

Puente de la Reina. Una población de excepcional belleza.

Y ya sólo queda ponerse a descansar. Mañana nos espera la cuarta y última etapa. Y no es muy plana, precisamente...

lunes, 26 de mayo de 2014

CAMINO DE SANTIAGO - Etapa 2 - Zubiri - Pamplona

3 de mayo de 2014.
Segunda etapa del Camino de Santiago: Zubiri - Pamplona.
Recorrido: 21 km.
Puesto que este viaje fue compartido con un maravilloso grupo de amigos, en este enlace podéis encontrar el blog de uno de ellos, con su visión particular.

De buena mañana, tras recoger todo y dejar la pensión, nos reunimos en el bar para tomar un café.
Hoy también ha amanecido un día gris y lluvioso. Pero este pequeño detalle no nos acobarda en absoluto. Estamos decididos a disfrutar y pasarlo bien, a pesar de la lluvia. Creo que, en esta zona, es parte inherente del paisaje y del Camino.
Bien protegidos con los equipos de agua, salimos de Zubiri cruzando de nuevo el Puente de la Rabia.
Bien protegidos con los equipos de agua nos
disponemos a iniciar esta segunda etapa.
Vamos siguiendo el curso del río Arga, en algunos tramos justo por la orilla, y en otros un poco más alejados de este río que riega el valle de Esteribar y que nos conducirá hasta Pamplona, la primera ciudad del Camino.
El Camino de Santiago atraviesa este valle de norte a sur a lo largo de catorce kilómetros, desde Zubiri hasta Arieta. En la Edad Media era conocido por el sobrenombre de valle de los Cazadores, y está formado por 28 localidades y varios despoblados.
El valle de Esteribar es precioso.
Así pues, en el tramo de hoy, los pueblos se suceden uno tras otro, a cual más encantador.
Hoy nos enfrentamos a una etapa relativamente suave. Sólo en unos pocos tramos no muy largos el desnivel se acentúa un poco.
Cruzamos Ilarratz, Eskirotz, y llegamos a Larrañosa, pero no entramos en esta población. Queda separada del Camino por el río Arga y el puente de los Bandidos.
El próximo pueblo es Akerreta. Lo cruzamos y llegamos a un tramo en el que el Camino discurre tan cerca del río Arga que podemos llegar a tocar el agua. Es un bonito tramo rodeado de bosque, en el que el río nos sorprende con algún pequeño salto de agua o con rincones de gran serenidad que llenan nuestros corazones de paz, y que nos hacen olvidar todo cansancio.
Hermosos rincones donde se puede llegar a acariciar el agua.
Embelesados con tanta belleza llegamos a Zuriaín.
Volvemos a cruzar el río por un puente, y justo al otro lado encontramos un bar, la Parada de Zuriain, recién inaugurado y lleno hasta los topes de peregrinos. Claro que, el gran cobertizo que cubre las mesas, en un día lluvioso como hoy, es muy de agradecer. Hacemos parada en él, descansamos un poco de la lluvia, y nos metemos entre pecho y espalda un buen bocadillo de tortilla de patatas. Hay que reponer fuerzas....
Tras la pausa, seguimos hacia Irotz, y volvemos a cruzar el Arga por el puente de Iturgaiz.
Tras cruzar este puente, tenemos dos opciones para seguir adelante. El paseo fluvial del Arga, o un sendero que va paralelo entre este paseo fluvial y la carretera. Los dos se unen más adelante y algunos de nosotros nos aventuramos por el sendero, pero con la lluvia estaba muy embarrado y decidimos bajar y seguir por el paseo.
Grandes campos de cereales se extienden a nuestro alrededor.
Dejamos el paseo y llegamos a una zona con mesas, barbacoas y servicios. Pero no nos detenemos.
Una pequeña cuesta un poco empinada y un suave descenso nos llevan a Arleta, donde dejamos el valle de Esteribar.
Llegamos al puente sobre el río Ultzama y la ermita de la Trinidad de Arre, accediendo así a la calle Mayor de Villava, pueblo natal de Miguel Indurain.
Seguimos el Camino y continuamos de frente. Pasamos varias rotonndas hasta llegar a un cruce junto a Viveros Arvena. A partir de ahí, hay que estar atentos a la señalización jacobea en el pavimento. Es el camino de Burlada, que nos conduce hasta las puertas de Pamplona.
Kilómetro y medio después cruzamos el puente de la Magdalena sobre el río Arga, seguimos a la derecha por un paso con semáforos y continuamos por el foso de la muralla.
Traspasamos un puente levadizo y el portal de Francia y nos adentramos en Pamplona.
A punto de traspasar el puente levadizo y el portal de Francia.
Como ya tenemos reservada una pensión y se encuentra en el otro extremo de la ciudad, cogemos un autobús que nos deja casi en la puerta.
Nos instalamos, comemos en el restaurante de la misma pensión y nos relajamos un poco. No demasiado, que al día aún le quedan horas.
No se puede dejar pasar la oportunidad de conocer un poco esta hermosa ciudad.
Volvemos al centro en autobús y visitamos alguna de sus calles, plazas y monumentos más emblemáticos. Entre ellos la calle estafeta, donde sería imperdonable no degustar algunos de sus sabrosos pinchos.
Hay que disfrutar de todo. Incluida la gastronomía.
Los pinchos estaban deliciosos.
Y ya volvemos a la pensión, charlamos un ratito y nos retiramos a descansar, que mañana nos espera un nuevo tramo con un desnivel un poco más acusado, pues hay que pasar el Alto del Perdón.


domingo, 25 de mayo de 2014

LA VALL DE LORD - Pont Cabradís y Bonner

La Vall de Lord se encuentra en la zona nor-oriental de la comarca del Solsonés, en Lleida.
Está constituida por el valle de la cabecera del rio Cardener, el valle de la segunda mitad del curso del Aigua de Valls, y gran cantidad de torrentes y riachuelos que vierten sus aguas en estos dos ríos.
Zona de la Vall de Lord, con el pantano Llosa de Cavall

Esta ruta fue realizada el día 18 de mayo de 2014.
Caminantes: Joan Serratosa, Joan Ferrer, Adrià Serra, Judith Más y yo misma, Clara.
Recorrido: unos 20 km.
Un día radiante nos acompañó durante todo el recorrido y pudimos disfrutar de espléndidas vistas y rincones de gran belleza.
El verde de la vegetación, el pardo de los altos riscos,
el azul del cielo... Precioso.

El recorrido es un poco duro, con algunos tramos de fuerte desnivel equipados con cuerdas y cadenas para ayudar en el ascenso o descenso.
Salimos de Berga dirección Sant Lloreç de Morunys. A unos 30 km, por Pont de Valls, giramos a la derecha y seguimos por una estrecha carretera  unos 6 km más, hasta llegar a una ancha curva a la derecha con una amplia zona a la izquierda donde aparcamos el coche.
De allí mismo, del lado derecho de la carretera, sale la pista forestal por la que iniciaremos el recorrido.
Iniciamos un suave descenso, entre hayedos, pinares y abundante sotobosque, y nos dirigimos al Torrent de la Corriu y el Molí de la Corriu.
Molí de la Corriu

En esta época del año, el cauce de los ríos es abundante y la vegetación primaveral nos sorprende con llamativos colores. Verdes intensos del follaje de los árboles. Los altos y parduzcos riscos resaltando contra el azul del cielo. Gran cantidad de flores multicolores. Y el agua de los ríos, con sus tonos verdes y azules.... Una delicia.
Impresionantes muros de piedra se alzan desafiantes sobre
nuestras cabezas.

Llegamos a una nueva pista forestal que seguimos hacia la izquierda. Pasamos por una central hidroeléctrica, hasta la Bauma de les Pintes.
Los impresionantes riscos se alzan desafiantes sobre nuestras cabezas, y en el fondo discurre el río Aigua de Valls, donde descubrimos hermosas pozas y pequeños saltos. En una época más estival, sería una gozada darse un baño en alguno de estos encantadores sitios.
Una auténtica maravilla.
Más adelante, a la derecha, encontramos una pared rocosa con una escalera que tendremos que subir para acceder a un sendero que discurre por el bosque.
Empieza la diversión. 

Este sendero es bastante complicado. Alterna tramos planos con empinadas cuestas, e incluso tramos en los que hay que trepar y que han sido equipados con cuerdas y cadenas que nos ayudan en el ascenso.
Pero vale la pena el esfuerzo.
El camino es duro, pero las vistas recompensan.

Llegamos a Aigüesjuntes, un punto encharcado de agua, donde se juntan diferentes torrentes y encontramos unos carteles indicadores. A pocos metros, el Pont Cabradís.
Espectacular.

Se trata de un arco de piedra natural que ha excavado el agua del río en la roca. Tiene unos 30 metros de altura y el agua lo recorre durante unos 60 metros.
Un sitio perfecto para detenernos un buen rato a admirarlo y reponer fuerzas con un poco de comida.
Puesto que el agua discurre bastante mansa, somos lo bastante valientes como para meternos en el agua y adentrarnos en él. Por fortuna podemos adentrarnos un buen trozo en el que, haciendo algunos equilibrios sobre las resbaladizas piedras, el agua sólo nos llega hasta los tobillos. Su belleza es impresionante.
Retrocedemos hasta los carteles indicadores y tomamos dirección a Bonner.
Bonner es un pequeño núcleo de población del término municipal de Gósol. Está a 1.320 metros de altura y actualmente está deshabitado y casi en ruinas.
Iniciamos un recorrido circular y pasamos por la Font del Pont Cabradís. Una curiosa fuente que nace de debajo de un árbol.
La Font del Pont Cabradís.
Muy curiosa, nace de debajo de un árbol.

El circuito está señalizado con marcas rojas y azules. En los puntos rojos suele haber tramos equipados con cuerdas o cadenas. Pero hay que estar atentos, el camino es confuso, a veces se difumina y es fácil perderlo de vista. No fueron pocas las ocasiones en que tuvimos que retroceder y redireccionarnos...
El ascenso es duro. Hay que trepar por el risco hasta llegar a Bonner, que está en la cima. Visto el aislamiento en el que vivían ese puñado de casas, no me cuesta comprender el por qué acabaron abandonndolas...
Bonner. Lo que queda de la iglesia y apenas
un par de masías.

Lo más destacable es la Iglesia de Santa Eulàlia, incluida en la ruta del Camí dels Bons Homes.
Y un par de masías que, al igual que la iglesia, medio se mantienen en pie, aunque los techos y algunas paredes ya empiezan a ceder y a caer.
Las vistas del desfiladero son fascinantes.
Una preciosa vista de no ser por esa torre de alta tensión...

Para el descenso tomamos una pista forestal que nos lleva al Coll de Castellar, y de aquí un nuevo sendero con marcas azules, nos conduce de nuevo hasta el Pont Cabradís.
Si el ascenso fue duro, no lo es menos el descenso. Nuestras rodillas tienen que emplearse a fondo. Y es que todo lo que sube, tiene que bajar...
También por aquí encontramos tramos equipados con cuerdas con las que bajar grandes riscos con más seguridad. Y donde no hay cuerdas, agarrándose de los árboles, como los monos.
Pero como siempre, las rutas más dificultosas tienen su premio.
Mientras desdendíamos de Bonner, desde un privilegiado punto, pudimos contemplar una hermosa vista del mítico Pedraforca.
El Pedraforca, asomandose por encima de los árboles.

Volvemos al Pont Cabradís y ahora seguimos el curso del río por la derecha.
El primer tramo es un eboscado sendero bastante fácil, pero pronto empieza un sube-baja constante, haciendo canales y bordeando el Morro Aguilar.
Un poco rompepiernas, y el último tramo, muy largo y en fuerte pendiente ascendente, agotador
Pero la belleza de estos parajes es magnífica.
Vista del Cadí

Impresionantes miradores nos hacen olvidar todo cansancio y nos ofrecen vistas espectaculares.
No será hasta el Morral de Cintells que el camino se suaviza y nos conduce hasta la Torre de Corriu. Desde ahí seguiremos una ancha pista forestal que nos llevará de nuevo al coche.
Cansados, pero muy contentos.

Una preciosa ruta, un día espléndido e inmejorable compañía.




jueves, 22 de mayo de 2014

CAMINO DE SANTIAGO - Etapa 1 - Roncesvalles - Zubiri

Este es un Camino que estoy recorriendo con unos amigos estupendos, con los que he convivido estos cinco días.
Siguiendo este enlace encontraréis el blog de Francesc, con su particular visión de estas etapas.

http://senderismedestarpercasa.blogspot.com.es/

En fecha de 2 de mayo de 2014, un grupo de ocho caminantes iniciamos el Camino de Santiago.
Francesc, Joan, Salva, Josep Maria, Domenech, Dolors, Pepi y yo misma, Clara.
Decidimos empezar en Roncesvalles y en una primera etapa llegar hasta Zubiri.
Unos 22 km. de precioso recorrido.
Gran belleza....

Pasamos la noche en el Albergue de Peregrinos que está bajo la dirección de la Colegiata de Roncesvalles y que es atendido por hospitaleros voluntarios.
Este albergue es fenomenal. Es enorme pero acogedor, y dispone de toda clase de servicios.
Para mayor información, dejo este enlace:
http://www.alberguederoncesvalles.com/
Cuando llegamos a Roncesvalles el día anterior, ya llovía.
Y como no podía ser de otra manera en esta zona, hoy ha amanecido el día gris y lluvioso, lo que nos ha obligado a sacar los chubasqueros, capelinas, fundas de mochila... Y abrigarnos un poco, pues el ambiente era fresco.
Variado y multicolor despliegue de prendas anti-agua...
Menudas pintas!!!

Pero también tiene su encanto... Los paisajes no serían tan verdes si no fuera por las constantes lluvias. En los bosques, prados y caminos, el agua fluye alegre y saltarina. Su murmullo se deja oír al atravesar los numerosos riachuelos que se cruzan en nuestro camino.
Aguas que sustentan una frondosa vegetación y que acentúan y realzan su variada gama de tonalidades.
Tomamos un café, hacemos las fotos de rigor, y empezamos a caminar.
El primer tramo, hasta cerca de la pequeña población de Burguete, lo hacemos por senderos a través de preciosos bosques. Gran cantidad de gente sigue el mismo camino que nosotros. Este puente de primero de mayo, de cuatro días, ha favorecido que mucha gente se decida a recorrer algunas de las primeras etapas del Camino.
En Burguete encontramos un supermercado abierto y compramos algo de comida para preparar el desayuno.
Parroquia de San Nicolás

Atravesamos el pueblo, pasando por delante de la parroquia de San Nicolás, y seguimos hasta llegar al siguiente pueblo: Espinal.
Nuestros estómagos empiezan a pedir alimento, y puesto que está lloviendo y necesitamos ponernos a cubierto, no dudamos en cobijarnos en lo que debe ser el garaje o alguna especie de cobertizo o almacén de una casa.
Un lugar perfecto para secar un poco los impermeables,
desayunar y reponer fuerzas.

No hay nadie para pedir permiso y nos instalamos en su espacioso interior.
Reponemos fuerzas con un buen desayuno a base de pan y embutido, y descansamos un rato de la lluvia.
En un momento dado vemos entrar a la que debe ser la dueña de la casa, pero no nos dice nada. Es de suponer que no somos los primeros peregrinos en usar ese cobertizo...
Recogemos todo, nos volvemos a poner los trajes de agua, ya casi secos, y seguimos camino.
Con el estómago lleno, mucho mejor.
Seguimos atravesando grandes bosques, mayoritariamente hayedos, y bordeamos algunos prados donde, con la lluvia, el sendero se ha convertido en un lodazal bastante resbaladizo y fatigoso.
menudo barrizal!!

Cruzamos varios cursos de agua y subimos al Alto de Erro. En este sitio nos encontramos con un bar móvil (una furgoneta), en la que se pueden comprar refrescos y algo de comida, por si alguien ha hecho corto...Seguimos por una pista y pasamos por delante de lo que en sus tiempos fue una antigua posada, pero de ella sólo quedan los restos. Y ya, casi ni eso...
Ya sólo queda el tramo final, que desciende en pronunciada pendiente hasta Zubiri.
Alguien me comentó que, años atrás, este tramo de fuerte pendiente era bastante duro y complicado al tratarse de un sendero de tierra. Todos temíamos encontrarlo muy resbaladizo y peligroso por la lluvia. Pero nos llevamos una grata sorpresa: todo este tramo había sido asfaltado y convertido casi en un paseo.
Hermosas vistas nos acompañan todo el camino.

Por fin llegamos a Zubiri.
La entrada a esta población se hace pasando por el Puente de la Rabia, sobre el río Arga.
Este es un puente medieval y su curioso nombre viene de una antigua tradición, según la cual, si los animales infectados de rabia daban una vuelta al pilar central, se curaban de esa enfermedad...
Se nos ha hecho un poco tarde, por lo que dejamos las mochilas en la pensión Goikoa (reservada con anterioridad), y la dueña se cuida de avisar y encaminarnos al pabellón, donde nos sirven un menú del peregrino.
Y luego... tarde libre.
Primero un merecido descanso.
Más tarde,una vuelta por el pueblo (no requiere demasiado tiempo...), compramos comida para preparar la cena, y nos cobijamos en la pensión, que con el tiempo que hace es donde mejor se está.

Un buen rato de charla, bromas y alegría, y la cena que  preparamos entre todos                                                                        

Y ya toca descansar. Mañana nos espera una nueva etapa de esta maravilloso camino....












Os dejo un enlace al blog de uno de mis compañeros, con su particular visión de esta primera jornada del Camino de Santiago.




domingo, 11 de mayo de 2014

CAMINO DE SANTIAGO - Etapa previa. Preparativos y llegada a Roncesvalles

El Camino de Santiago es una ruta mítica, conocida en todo el mundo, y realizarlo es el sueño de muchas personas.
Ya hacía tiempo que tenía en mente hacerlo. Y este pasado fin de semana, aprovechando el puente del 1 de mayo, se me presentó la ocasión de recorrer las primeras cuatro etapas:
Roncesvalles - Zubiri
Zubiri - Pamplona
Pamplona - Puente la Reina
Puente la Reina - Estella
Desde Roncesvalles. Asusta, ¿Verdad?

Ocho caminantes, Salva, Joan, Dolors, Domenech, José María, Pepi, Francesc y yo misma, compartimos la magia y el placer de disfrutar de unos días maravillosos.
Los preparativos y la planificación fueron excelentes. Todo salió a la perfección.
Durante los días previos a la salida, el nerviosismo estuvo a flor de piel. Hasta el punto de que casi no pude dormir las últimas noches, pensando en la aventura que teníamos por delante. Como una niña chica, vamos...
La semana antes la dediqué a preparar todo lo que necesitaba llevar.
Una mochila grande, de 50 litros. Muy ligera, apenas 1'5 kilos y perfectamente ajustable, para evitar problemas de espalda.
El saco de dormir, sólo 900 gramos. Cuanto más ligero sea todo, mejor. Hay que intentar cargar con el menor peso posible.
El calzado. Zapatos deportivos de montaña. A poder ser tipo botas, para sujetar bien los tobillos.
La ropa. Al igual que todo lo demás, cuanta menos y más ligera, mejor. En los albergues, refugios o pensiones la podremos lavar.
Lo que no podía faltar:
-Impermeable, chubasquero o capelina. En esta zona de España, seguro que un día u otro llueve.
-Gorra. Además de proteger del sol, es muy eficaz para proteger las gafas(para los que no vemos tres en un burro sin ellas), de las gotas de lluvia.
-Zapatillas o chanclas de plástico. Necesarias en las duchas de uso común de los albergues y refugios y de paso para descansar los pies al final de las etapas.
-Neceser. Lo imprescindible, y de tamaño mini.
-Algo de farmacia, sobretodo alguna crema anti-inflamatoria para los pies, tiritas, analgésico...
-Agujas imperdibles. Útiles para muchas cosas, como sujetar la ropa en un tendedero.
-Una toalla que sea bien ligera.
-El cargador del móvil. En los albergues y refugios, lo podremos enchufar.
-Crema solar. Si hace sol, éste pega que da gusto.
-Agua. Por la zona que íbamos a recorrer, y en esta época del año, con medio litro es suficiente.
-Y... Poca cosa más.
No olvidar la documentación, dinero, listado de teléfonos útiles... Todo bien protegido de la humedad si llueve. Una aguja e hilo. Siempre se suelta un botón en el momento menos oportuno. Pero siempre teniendo en cuenta de que todo sea lo más ligero posible o de tamaño muy reducido.
Mi mochila, al salir de casa, pesaba 6'8 kg. No está mal. Perfectamente soportables si llevamos la mochila bien ajustable.
Todo a listo para iniciar la gran aventura

Bueno, todo a punto.
El primer día se nos fue en traslados.
El traslado hasta Pamplona lo hicimos en tren. Cómodo y nos permitió unas horas de cháchara y bromas.
El tren nos permitió un viaje ameno y un buen rato de charla.

Al llegar a la estación de Pamplona ya nos estaba esperando Francesc, que vive en Valencia y que había llegado una horas antes en autobús.
Abrazos, saludos, más bromas y un pequeño paseo por la ciudad.
Y... hora de comer. La oferta gastronómica es impresionante. Optamos por un menú que, por su contenido, no nos pareció nada caro.
La comida fue excelente y generosa.
Había que coger fuerzas...

Tras  reponer fuerzas, el traslado a Roncesvalles. Una furgoneta de ocho plazas con la que ya se había contactado días antes nos vino al pelo.
Y por fin, llegada a Roncesvalles. Registro y acomodo en el albergue.
Para acabar de pasar la tarde, dimos una vuelta por los alrededores. La llovizna empezó a hacer acto de presencia, lo que nos hizo suponer que al día siguiente tendríamos que sacar los impermeables...
Llegada a Roncesvalles

Y para iniciar correctamente el Camino de Santiago, no podíamos dejar de asistir a la Misa del Peregrino. No es que este tuviera que ser un viaje muy espiritual para mi, pero no puedo negar que me gustó.
Aun faltaba un rato para la Misa del Peregrino.
En pocos minutos se llenaría de gente,
esperando la bendición.
Ya solo quedaba la cena para reponer fuerzas y tomar posesión de nuestras literas.
A las diez se apagan las luces. Hay que descansar para afrontar la primera etapa del camino...