Presentación del blog

¡Saludos a tod@s!

Como su mismo nombre indica, este blog está destinado a recoger, paso a paso, todas mis salida, excursiones, rutas y viajes. Siempre a pié. Pequeñas escapadas, visitas a pueblos, rutas cortas, largos recorridos... Pero siempre a pie.

Mi idea es dar a conocer y compartir con todos mis lectores esos maravillosos rincones que muchos desconocemos y pasamos por alto, cuando están ahí, muy cerca de nosotros. O no tan cerca...


domingo, 11 de mayo de 2014

CAMINO DE SANTIAGO - Etapa previa. Preparativos y llegada a Roncesvalles

El Camino de Santiago es una ruta mítica, conocida en todo el mundo, y realizarlo es el sueño de muchas personas.
Ya hacía tiempo que tenía en mente hacerlo. Y este pasado fin de semana, aprovechando el puente del 1 de mayo, se me presentó la ocasión de recorrer las primeras cuatro etapas:
Roncesvalles - Zubiri
Zubiri - Pamplona
Pamplona - Puente la Reina
Puente la Reina - Estella
Desde Roncesvalles. Asusta, ¿Verdad?

Ocho caminantes, Salva, Joan, Dolors, Domenech, José María, Pepi, Francesc y yo misma, compartimos la magia y el placer de disfrutar de unos días maravillosos.
Los preparativos y la planificación fueron excelentes. Todo salió a la perfección.
Durante los días previos a la salida, el nerviosismo estuvo a flor de piel. Hasta el punto de que casi no pude dormir las últimas noches, pensando en la aventura que teníamos por delante. Como una niña chica, vamos...
La semana antes la dediqué a preparar todo lo que necesitaba llevar.
Una mochila grande, de 50 litros. Muy ligera, apenas 1'5 kilos y perfectamente ajustable, para evitar problemas de espalda.
El saco de dormir, sólo 900 gramos. Cuanto más ligero sea todo, mejor. Hay que intentar cargar con el menor peso posible.
El calzado. Zapatos deportivos de montaña. A poder ser tipo botas, para sujetar bien los tobillos.
La ropa. Al igual que todo lo demás, cuanta menos y más ligera, mejor. En los albergues, refugios o pensiones la podremos lavar.
Lo que no podía faltar:
-Impermeable, chubasquero o capelina. En esta zona de España, seguro que un día u otro llueve.
-Gorra. Además de proteger del sol, es muy eficaz para proteger las gafas(para los que no vemos tres en un burro sin ellas), de las gotas de lluvia.
-Zapatillas o chanclas de plástico. Necesarias en las duchas de uso común de los albergues y refugios y de paso para descansar los pies al final de las etapas.
-Neceser. Lo imprescindible, y de tamaño mini.
-Algo de farmacia, sobretodo alguna crema anti-inflamatoria para los pies, tiritas, analgésico...
-Agujas imperdibles. Útiles para muchas cosas, como sujetar la ropa en un tendedero.
-Una toalla que sea bien ligera.
-El cargador del móvil. En los albergues y refugios, lo podremos enchufar.
-Crema solar. Si hace sol, éste pega que da gusto.
-Agua. Por la zona que íbamos a recorrer, y en esta época del año, con medio litro es suficiente.
-Y... Poca cosa más.
No olvidar la documentación, dinero, listado de teléfonos útiles... Todo bien protegido de la humedad si llueve. Una aguja e hilo. Siempre se suelta un botón en el momento menos oportuno. Pero siempre teniendo en cuenta de que todo sea lo más ligero posible o de tamaño muy reducido.
Mi mochila, al salir de casa, pesaba 6'8 kg. No está mal. Perfectamente soportables si llevamos la mochila bien ajustable.
Todo a listo para iniciar la gran aventura

Bueno, todo a punto.
El primer día se nos fue en traslados.
El traslado hasta Pamplona lo hicimos en tren. Cómodo y nos permitió unas horas de cháchara y bromas.
El tren nos permitió un viaje ameno y un buen rato de charla.

Al llegar a la estación de Pamplona ya nos estaba esperando Francesc, que vive en Valencia y que había llegado una horas antes en autobús.
Abrazos, saludos, más bromas y un pequeño paseo por la ciudad.
Y... hora de comer. La oferta gastronómica es impresionante. Optamos por un menú que, por su contenido, no nos pareció nada caro.
La comida fue excelente y generosa.
Había que coger fuerzas...

Tras  reponer fuerzas, el traslado a Roncesvalles. Una furgoneta de ocho plazas con la que ya se había contactado días antes nos vino al pelo.
Y por fin, llegada a Roncesvalles. Registro y acomodo en el albergue.
Para acabar de pasar la tarde, dimos una vuelta por los alrededores. La llovizna empezó a hacer acto de presencia, lo que nos hizo suponer que al día siguiente tendríamos que sacar los impermeables...
Llegada a Roncesvalles

Y para iniciar correctamente el Camino de Santiago, no podíamos dejar de asistir a la Misa del Peregrino. No es que este tuviera que ser un viaje muy espiritual para mi, pero no puedo negar que me gustó.
Aun faltaba un rato para la Misa del Peregrino.
En pocos minutos se llenaría de gente,
esperando la bendición.
Ya solo quedaba la cena para reponer fuerzas y tomar posesión de nuestras literas.
A las diez se apagan las luces. Hay que descansar para afrontar la primera etapa del camino...




1 comentario:

  1. A buen entendedor, con pocas palabras basta, concis pero sense que falti res.

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