Realizada el día 16 de julio de 2013
Recorrido: 22 kilómetros.
Etapa un poco dura. Constante sube y baja y toda por el interior, siguiendo el GR-11.
Es muy importante llevar una buena cantidad de agua, sobretodo si se realiza en los meses de verano. Yo he hecho un poco corto y no lo he pasado muy bien que digamos...
Esta noche la he pasado en pleno Cap de Creus, al abrigo de unas rocas y en un claro cubierto de hierba seca y de poca altura. Esterilla, saco y millones de estrellas sobre mi cabeza... Hay que vivirlo...
La experiencia más salvaje, puesto que cuando me puse a dormir estuve viendo una gran tormenta a lo lejos y a mi alrededor han estado correteando un montón de jabalís. Inconfundibles, sus gruñidos...
¿Miedo? ¿De qué? ¿De los jabalís? Estos animales no atacan si no se les provoca o se ven amenazados, sobretodo si van con las crías. La única precaución que hay que tener en una situación como la mía, es la comida que llevemos en la mochila. Estos bichos tienen un olfato muy fino, y les atrae muy especialmente el embutido. Por lo tanto, si llevamos un fuet, chorizo, jamón o cualquier cosa parecida, bien protegida en envoltorios lo más herméticos posibles,que no dejen pasar el olor. Lo más probable es que al menor descuido nos "robaran" la mochila. Y corren más que nosotros...
Yo lo solucioné, metiendo toda la comida en bolsas bien cerradas dentro de la mochila, y ésta haciéndome de almohada. Y fuera de la mochila, una bolsa con la basura, a unos pasos de donde yo estaba. Si tienen que llevarse algo que se lleven la basura... Pero se mantuvieron a unos metros de distancia y no tocaron la basura.
Me despierto con las primeras luces de un día radiante. Me espera una etapa un poco dura, por lo que levanto en seguida el campamento y no tardo en ponerme en marcha. Es una zona sin apenas árboles, por lo que el sol de verano puede llegar a hacer estragos.
Zona sin apenas vegetación, con algunas masías en ruinas. |
El camino que voy a seguir hoy hasta Llançà no tiene pérdida. Es el GR-11 y está señalizado con marcas rojas y blancas.
La ruta de hoy también se puede hacer bordeando la costa. Pasando por el paraje de Tudela y por impresionantes calas de salvaje belleza. A esta zona le pienso dedicar las jornadas que necesite para descubrir sus encantadores rincones. Pero hoy decido tomar el camino interior, tampoco exento de gran belleza.
Por pistas forestales y algunos tramos de senderos me adentro en el macizo del Cap de Creus.
El paisaje es árido, suelo pedregoso, cubierto de matojos y algunos arbolitos de muy baja estatura.
Y el camino vuelve a ser un buen rompe-piernas. De nuevo me enfrento a un constante sube y baja para salvar los muchos recs (torrentes) que surcan la zona. No es mucho su desnivel, pero a lo largo del día y cuando ya llevas varios días de camino, hacen que las piernas se resientan.
A medida que avanzo descubro que no todo es aridez.
Mas Rabassers de Dalt |
A unos cuatro kilómetros del Cap de Creus están el Mas dels Rabassers de Baix y el Mas dels Rabassers de Dalt.
El de Baix es una antigua masía que se ha ido manteniendo y que aún se conserva como segunda residencia.
El de Dalt está en ruinas, pero se puede apreciar que también tuvo que ser una masía de buenas dimensiones...
Sigo adelante por pista forestal,hasta otra gran masía en ruinas, el Mas Vell. Sigo cortando torrenteras donde la vegetación es un poco más generosa, para escender de nuevo a zonas más elevadas, pedregosas y cubiertas apenas de unos pocos matojos...
Apenas unos pocos matojos cubren esta zona de suelo rocoso. En el fondo, a lo lejos, Sant Pere de Roda. |
Paso cerca del Mas Paltré y ya no tardo en llegar a Sant Baldiri.
Esta ermita forma parte de un conjunto de construcciones formado por la iglesia, la casa del capellán
y algunas dependencias más anexas. El conjunto está parcialmente fortificado y también puedo distinguir una torre circular, de vigilancia.
Después de tanto camino recorrido deshabitado, se agradece llegar a una edificación como esta. Es como volver a la civilización....
De hecho ya no me queda mucho para llegar al Port de la Selva. Por fortuna.... Y digo por fortuna porque me he quedado sin agua. Una terrible falta de previsión.
Reconozco que fue un gran fallo no acumular un poco más de agua en el Far de Cap de Creus, sabiendo que iba a hacer vivac y que tenía por delante una etapa sin fuentes ni zonas habitadas...
Llego al Port de la Selva y me meto en el primer supermercado que encuentro a comprar agua y de paso algunas provisiones más.
Port de la Selva. |
Es algo más de medio día y sólo me separan unos siete kilómetros de Llançà, por lo que después de comer dedico un buen rato a pasear por esta preciosa población.
Un impresionante puerto deportivo y pesquero al abrigo de la gran bahía, el hermoso pueblo de casas blancas y la gran playa. Tanta belleza se merece un paseo de punta a punta, despacio, disfrutando de todos sus rincones...
Port de la Selva. Hermoso pueblo de casas blancas y preciosa playa, al abrigo de la gran bahía. |
A media tarde, con el sol ya un poco más bajo, recorro el tramo que me falta para llegar a Llançà.
Ha sido casi, casi, como un gran paseo. Todo este último tramo en plano (que alivio...) alternando puntas rocosas y pequeñas calas y rincones de gran belleza.
Punta de s'Arenella, Cap de Bol, Punta d'en Feliu, platja del Cau del Lop, Punta de la Farella... y por fin Llançà, el puerto y una preciosa bahía.
Final de la etapa de hoy. El sol está bajando y me dispongo a buscar algún rincón un poco alejado de las miradas de la gente y descansar. Y no tardo en encontrarlo. La costa es muy recortada y entre las grandes piedras se puede encontrar cobijo sin ninguna dificultad.
Mis piernas y mi cuerpo empiezan a acusar el cansancio. Me duermo en seguida, pensando en que sólo me queda el tramo de mañana para finalizar mi aventura.....
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