Recorrido: 3'6 km
Caminante: yo misma.
Esta es una preciosa ruta, muy corta y muy suave, apta para todos y para hacer con niños, pero que esconde rincones de gran belleza y nos permite descubrir una serie de elementos sorprendentes.
Es bien cierto que muchas veces tenemos auténticos tesoros muy cerca de nosotros que apenas conocemos...
El nombre de esta ruta ya es bastante sugerente de por sí. "Gegants del Bosc" - Gigantes del bosque -
No nos costará comprender que, mientras hacemos este corto recorrido, descubriremos una serie de elementos de grandes proporciones.
Dejamos el coche en un aparcamiento que hay en la entrada de Romanyà de la Selva.
Romanyà de la Selva. Iglesia de Sant Martí. |
Romanyà de la Selva es un pequeño núcleo de población que pertenece al término municipal de Santa Cristina d'Aro, en la comarca del Baix Empordà, Girona, y en el corazón de las Gavarres Marítimes.
Cruzamos la carretera y a los pocos metros encontramos la Creu de Romanyà.
La Creu de Romanyà. |
Esta gran cruz fue diseñada por el arquitecto de Girona Félix de Azúa e inaugurada el año 1904. Es de estilo modernista y está situada junto a la antigua era de can Güitó. Mide unos siete metros de altura y alguno de sus bloques pesan más de una tonelada.
Durante la Guerra Civil, la cruz sufrió grandes desperfectos, y no se reconstruyó hasta finales de 1945, momento en el que se le añadió una imagen del Cristo del Sagrado Corazón con los signos de alfa y omega.
Seguimos por un sendero que nos queda a la derecha de la cruz, caminamos unos metros paralelos a la carretera, bordeamos un campo y nos adentramos en un bosque de pinos, hasta desembocar en un claro donde se encuentra el siguiente punto de interés: el Menhir de la Murtra.
Este menhir, de forma claramente faliforme, está datado entre el 3.000 y el 2.500 aC y tiene una altura de unos 2'5 metros.
Menhir de la Murtra |
Seguimos el sendero y en pocos metros salimos de la pineda y nos encontramos de nuevo la carretera.
Ahora tenemos dos opciones. Segur la carretera hacia la derecha unos metros (como si volviéramos a Romanyà), hasta un palo indicador en el lado izquierdo donde se inicia de nuevo el sendero, o simplemente cruzar la carretera, seguir de frente por un caminito que bordea un campo y a los pocos metros girar a la derecha con lo que nos topamos con el sendero que hemos de seguir.
Yo atajé y seguí de frente.
El sendero de la ruta Gegants del Bosc está bien señalizado, con paneles informativos en cada punto de interés y se adentra en un precioso bosque, resiguiendo durante parte del camino el trazado de una riera.
No tardamos en encontrar la Font del Prat. Esta fuente fue construida en 1899, el caño está en el centro de un gran muro y en el lado derecho hay una pequeña capilla con una imagen de la Virgen María.
La Font del Prat |
La pila o abrevadero es de granito. Está situada en un gran claro, rodeada de gigantescos plataneros y una agrupación de rocas de gran tamaño, en un entorno donde todos los espacios y los elementos parecen ser de un mundo de gigantes. Empezamos a entender el nombre de esta ruta...
Seguimos por el sendero y en pocos minutos encontramos el Suro de l'Almeda, el alcornoque más grande de Catalunya, con una altura de 22 metros y una copa de 27'5 metros de diámetro. Un auténtico gigante...
El Suro Gran de l'Almeda |
Un poco más adelante está el Suro Petit de l'Almeda. (Alcornoque pequeño de l'Almeda). Aunque pequeño, pequeño no es que sea.... se alza hasta los 15'8 metros y su copa mide unos 26 m de diámetro.
Para llegar al próximo punto, el Suro Xato (alcornoque chato), tomo un atajo. Justo pasado el árbol hay un hito (un montón de pequeñas piedras) que marcan el inicio de un sendero que gira hacia la izquierda. Pasamos sobre unas grandes piedras y no tardamos en encontrar de nuevo el sendero oficial, ahora mucho más ancho, convertido en pista forestal.
Lo sigo hacia la izquierda y encuentro el Suro Xato, el tercero de los alcornoques monumentales de esta zona que, con su altura de 14'5 metros y sus 30 metros de diámetro de copa, no tiene nada que envidiar a sus hermanos, visitados hace unos minutos.
Sigo por esta misma pista y un poco más adelante, siguiendo un confuso sendero a la derecha marcado con otro montón de piedras, llego al Paradolmen de Pedres Grosses.
Paradolmen de Pedres Grosses |
Se trata de un monumento megalítico consistente en una cavidad natural entre grandes piedras utilizado como cámara funeraria. En algunos casos, los humanos modificaban un poco su estructura añadiendo algunas piedras más.
Regreso al camino principal y retrocedo un tramo, hasta llegar al punto por donde había llegado por el atajo desde los otros dos árboles gigantes. Sigo por el camino, y tras el segundo giro a la izquierda está la Cista de la Carretera de Calonge.
Cista de la Carretera de Calonge |
Una cista es un lugar de enterramiento por inhumación y que corresponde al neolítico. Esta se encuentra un poco hundida en el terreno.
Un poco más adelante el sendero cruza la carretera y se adentra en un gran espacio abierto, con sitio para aparcar coches, algunos bancos de piedra y una explanada llena de grandes piedras y alcornoques de tamaño mediano. Al final de esta explanada está el dolmen Cova d'en Daina, uno de los más grandes, más completos y mejor conservados de toda la región.
Dolmen Cova d'en Daina |
Impresionante |
Se estima que pudo ser construido entre el 2.700 y el 2.200 aC
El monumento tiene 7'60 metros de largo, 1'70 de ancho y 1'50 de altura máxima.
El cròmlec, círculo de piedras que marca el perímetro del túmulo, mide 11 metros de diámetro y consta de 39 bloques de granito. Una auténtica maravilla...
Abandono el lugar por un sendero que nace en la parte trasera del dolmen, y vuelvo a la carretera, ahora ya en dirección a Romanyà.
Antes de regresar al pueblo, un vistazo al cementerio, por el que paso por delante, y en el que está enterrada la escritora catalana Mercé Rodoreda.
Junto a su tumba, visible desde el exterior del recinto, se ha levantado un busto en su memoria.
Tumba y busto de Mercé Rodoreda |
Y ahora ya sí que sólo queda volver al pueblo y habré finalizado la ruta de hoy.
Al llegar a Romanyà, es una buena idea dar una vuelta por el pueblo, visitar la bonita iglesia de Sant Martí, admirar la belleza de algunas casas y masías y recorrer los 800 metros escasos que me separan de un impresionante mirador, el de las Mirandas. Desde este mirador tengo espectaculares vistas sobre la Ardenya con el Montseny al fondo, Platja d'Aro y Sant Feliu y toda la Vall d'Aro a mis pies. Impresionante.
La Vall d'Aro, l'Ardenya y al fondo el Montseny. Vista desde el mirador de Les Mirandes. |
En este mirador, un par de bancos y un panel con el que puedo situar con facilidad los elementos del paisaje que me rodea, me invitan a deleitarme unos minutos ante esta visión.
Tras un rato de contemplación, deshago el camino hasta el pueblo y llego al coche, a punto para volver a casa, con el recuerdo de todos esos monumentales elementos que he visitado.
Ha sido un paseo. Muy fácil, no muy larga (todo depende del tiempo que le dediquemos a cada punto), pero llena de un gran encanto.
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ResponderEliminar...y despues me senti que formaba parte de la naturaleza, como mis pasos al camino
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