Recorrido: unos 14 kilómetros
Ruta grabada por el equipo del Caminant per Catalunya.
La de hoy ha sido una preciosa ruta por el Montseny, ascendiendo a dos de sus más emblemáticas cimas, Turó de l'Home y Les Agudes, y disfrutando de los preciosos colores del otoño en la imponente Fageda Gran.
Un lujo para nuestros sentidos.
El punto de encuentro es Santa Fe de Montseny.
Aparcamos el coche en el gran párking que hay a pie de carretera y, mientras esperamos que lleguen los chicos de Ripoll, nos dedicamos a hacer algunas fotos por los alrededores. Sobretodo de las tres majestuosas sequoias que se encuentran a la entrada de de Can Casades.
Sequoias de Can Casades |
Can Casades es una antigua casa de veraneo de principios del siglo XX, rehabilitada y reformada en 1987 por la Diputación de Barcelona y convertida en Centro de Atención a los Visitantes.
Ofrece información, material adaptado y proyección de audiovisuales.
Lo que más llama la atención son las tres sequoias que se pueden admirar paralelas al camino de entrada de la casa.
Se supone que, en los años 20, fueron plantadas ahí para ajardinar la finca. Son espectaculares. Se necesitan cuatro personas para abrazarlas.
En pocos minutos, a las 8'15, llegan los chicos de Ripoll y tras saludarnos empiezan las primeras tomas en el recinto de Can Casades.
Seguimos el curso de la riera de Passavets hasta llegar a la fuente del mismo nombre. Estamos en la Fageda Gran y el entorno es encantador. El suelo está cubierto por una gruesa alfombra de hojas rojas de las grandes hayas que poco a poco se van desnudando ante la llegada del inminente invierno.
La riera y el suelo cubierto de una alfombra de hojas rojas. |
Llegamos a la Font de Passavets, hacemos una pequeña parada para beber de su fresca agua y seguimos adelante.
El lugar empieza a llenarse de gente. Este es un conocido punto de partida de muchas rutas de senderismo por el Montseny, tal vez la más concurrida y conocida sea la ascensión al Turó de l'Home.
Nos adentramos en el corazón de la Fageda Gran, por una buena pista forestal, en zig-zag y en fuerte pendiente ascendente. Tenemos que remontar seiscientos metros, desde Santa Fe hasta la cima del Turó de l'Home.
En algunos puntos del camino encontramos miradores que nos ofrecen vistas excelentes de Les Agudes y de l'Avetada, el gran bosque de abetos.
Empieza a asomar la cima de Les Agudes. |
Llegamos a las estribaciones del Turó de l'Home, bordeando el Turó Gros y el Puig Sesolles, pero antes de llegar a la cima, un desvío a nuestra derecha nos conduce en pocos metros al Pou del Compte, un impresionante pou de glaç (pozo de hielo)
El Pou del Compte es el primer pozo de hielo documentado (siglo XVI), y seguramente el más grande de los pozos de hielo que se encuentran en el macizo del Montseny.
Pou del Compte |
Estos pozos de nieve se construían perforando el suelo y recubriendo las paredes con ladrillos en zonas montañosas donde es habitual que nieve en invierno. Generalmente eran construcciones circulares, se llenaban de nieve, que se convertía en hielo, y así abastecían las necesidades de las grandes ciudades.
Volvemos al camino y ya vemos cerca de nosotros la cima del Turó de l'Home, con la emblemática caseta del observatorio meteorológico.
En pocos minutos llegamos a esa cima que, con sus 1.706 metros es la máxima altura del Montseny.
Las vistas desde esta cima son excelentes, a no ser que pase como hoy, que está todo cubierto por las nubes... Y además, un fuerte viento nos hace buscar refugio en el lado opuesto por el que hemos subido, al abrigo de la misma montaña.
Turó de l'Home, con Matagalls al fondo. |
Es la hora de comer. El esfuerzo ha despertado al hambre y en un momento empiezan a salir de nuestras mochilas gran cantidad de alimentos: quesos, chorizos, longanizas, tortilla de patatas, empanadillas, bizcocho, coca.... y por supuesto vino y... alguna cosilla más....
Tras comer, recogemos todo, comprobando que no quede ni rastro de nuestro paso, y nos dirigimos hacia Les Agudes.
El camino está muy bien marcado. Y lleno de gente...
Por la cresta del Serrat dels Pous llegamos al Turó de l'Home Mort, seguimos hasta el Puig Sacarbassa, pasamos por la Collada Sesagudes, y enfilamos el último tramo, en fuerte pendiente pero muy corto.
Y ya tenemos el premio. La cima de Les Agudes, que con sus 1.703 metros de altura rivalizan con el Turó de l'Home y son la segunda altura de este macizo.
El camino a Les Agudes, por la cresta del Serrat dels Pous. Al fondo el Turó de l'Home. |
También aquí sopla un viento muy fuerte y desagradable. Y en cuanto a las vistas... En un día despejado son excepcionales, pero hoy... siguen ocultas bajo una gruesa capa de nubes.
Volvemos a la Collada Sesagudes y tomando un sendero a nuestra izquierda, en dirección a la Font de Briançó.
Font de Briançó |
En algunos tramos el descenso es bastante acusado, pero el camino está en muy buenas condiciones y el entorno - volvemos a estar rodeados de grandes hayas - nos hace olvidar cualquier sombra de cansancio.
Llegamos a la Font de Briançó, nos abastecemos y bebemos de su fría agua y seguimos descendiendo hasta llegar de nuevo a la Font de Passavets.
Ahora deshacemos un trozo del camino que hicimos a primera hora, junto a la riera, hasta regresar al punto desde el que salimos.
Para acabar de completar la ruta, poco antes de llegar al párking tomamos una pista en dirección al pantano, resiguiendo la riera de Santa fe (continuación de la de Passavets).
Pasamos por Can lleonart, una masía reconvertida en escuela de naturaleza, y tomamos un sendero que bordea la riera. Llegaremos a l'Estanyol, el que en su momento fué el precusor del actual pantano.
L'Estanyol |
A principios del siglo XX, un editor de Barcelona llamado Ramón Montaner, compró el valle de Santa Fe a la familia Alfaras de Sant Celoni. Su idea era construir un hotel de lujo y las obras comenzaron en 1910. Como no había electricidad en este lugar, hizo construir una presa en la riera, muy cerca del edificio, y que hoy se conoce con el nombre de l'Estanyol.
Pero esta presa pronto fue insuficiente para la demanda de electricidad y en 1920 se inició la construcción del actual pantano.
Es un lugar encantador, divino para pasear, hacer fotos y gozar de la paz que en este entorno se respira.
Pantano de Santa Fe. |
Pasamos por encima de la presa, rodeamos el pantano y regresamos a párking, justo en el momento en que empieza a llover. Nos ha ido de un pelo.
El día no ha sido de los más espléndidos, pero hemos disfrutado de una ruta genial. Nos hemos deleitado con los cálidos colores del otoño, las dos cimas más altas y emblemáticas del Montseny, paraje encantador donde está el lago y muy buena compañía.
¿Acaso se puede pedir más?
Muchas gracias por estas descripciones tan detalladas y animosas.
ResponderEliminar