A pesar de la fecha en que nos encontramos, 1 de noviembre, hemos podido disfrutar de un día espléndido y un sol radiante que nos ha proporcionado el mejor de los regalos: unas vistas excepcionales.
Debo puntualizar que toda la información que voy a mostrar me ha sido proporcionada por Toni Llagostera, anfitrión y guía de la salida de hoy. Muchas gracias Toni, y muy buena ruta.
Andreu Pérez, el ojo que todo lo ve, y Toni llagostera, nuestro guía de hoy. |
Salimos de Ripoll a primera hora de la mañana (sobre las 6'45) en dirección a Ribes de Freser. Ahí tomamos dirección Pardines y a poco más de dos km de Ribes encontramos una pista forestal que sale de nuestra izquierda y que tendremos que seguir durante unos... 15/20 km. Esta pista está llena de baches y piedras sueltas, por lo que hay que circular a baja velocidad y con precaución si no disponemos de un vehículo todoterreno. Por ello, se nos hizo un poco larga y pesada...
Llegamos al coll de dalt de Meianell, donde aplicamos la logística de los coches. Uno tiene que quedar más adelante, donde la pista se cruza con el torrent de la Fontlletera, puesto que ahí es dónde finalizamos la ruta y nos evitará un buen tramo de caminar por pista forestal, pedregosa y con poco interés.
Haciendo amigos, mientras esperamos al resto... |
Ya todos reunidos, partimos del coll de dalt de Maianell e iniciamos el ascenso en dirección al puig Cerverís (2.208 m), el primero de nuestros objetivos. El ascenso es muy fácil y se realiza en pocos minutos. La cima de este cerro es redondeada y desde él empezamos a disfrutar de preciosas vistas. El Taga, el puig Estela, la serra Cavallera, el valle del Rigart en toda su extensión...
Impresionantes vistas... |
Para ir del puig Cerverís al Balandrau seguimos la cresta de la serra de la Canya, una larga línea surcada de collados poco marcados y pequeñas elevaciones.
Bajamos del Cerverís por el lado opuesto por el que llegamos, seguimos la cresta de la Canya y pasamos por el puig Rodonell (2.164 m). Un poco de sube y baja, alcanzando collados y cerros de poca importancia, y ascendemos al Puig de les Graves (2.217 m)
Por la ancha cresta de la serra de la Canya |
Un nuevo descenso y subida al coll dels Treguranesos, o coll de la Canya. Su nombre indica su importancia como lugar de paso entre la sierra y Tregurà.
Aún nos faltan los collados de Llenyassers y de Trescamins para situarnos a los pies del Balandrau.
Antes de iniciar la última subida hasta esta cima, nos desviamos a la derecha para visitar las minas de la Coma de Granollers.
Los restos de la barraca de los mineros. |
En un pequeño llano encontramos los restos de lo que antaño fue la barraca de los mineros y las escombreras. Se identifican tres minas cuyas bocas de entrada ya están hundidas y los restos del mineral de hierro que se extraía de ellas.
Una curiosidad referente al nombre de Coma de Granollers... ¿Alguien sabe lo que significa la palabra granoller?
Significa lugar poblado de granotes (ranas)...
Antes del último repecho hacia la cima del Balandrau hay que reponer fuerzas y cargar pilas de energía. Éste es un lugar excelente para uno de los mejores momentos de estas salidas: la comida...
Nuestros motores necesitaban energía... |
Descansados y con las pilas a tope, iniciamos el último y empinado trecho hasta la cima del Balandrau (2.584 m).
En sus vertientes norte y oeste (municipio de Queralbs), encontramos pino negro y pastos el la zona alta.
La parte de Villalonga está totalmente cubierta de hierba y constituye una de las grandes zonas de pasto del Ripollés: Coma de la Fontlletera, Costa Rubí, Coma de Granollers y Meianell.
Las vistas desde esta cima son impresionantes.
Al noroeste se desploma en caída en vertical sobre la estrecha garganta del Freser.
En caída libre sobre la garganta del Freser. |
Al norte distinguimos con claridad Bastiments y pic de l'Infern.
Bastiments, a su izquierda y como una pirámide pic de l'Infern. Y el nacimiento y cabecera del Ter. |
Al este y al sur los inmensos prados.
Al oeste las gemelas cimas del Torreneules.
Las dos cimas gemelas del Torreneules. |
Y más allá, mucho más lejanos en el horizonte, pero con una visibilidad favorecida por el radiante día, el Puigmal, el Pedraforca, la Serra Cavallera y, surgiendo de un mar de nubes que cubre las planas interiores, como una gran isla en un blanco mar, el Montseny...
El Montseny, como una gran isla, surgiendo del mar de nubes. |
No hay palabras...
Hay que estar aquí para sentir y entender la embriagadora sensación de placer que provoca en nuestros sentidos un lugar tan especial como éste.
Tras un buen rato fascinados con las impresionantes vistas iniciamos el regreso por la Coma de la Fontlletera.
Bajamos hacia la collada que separa el Balandrau del Trespics. No llegamos a la collada de Trespics por donde pasa el camino de Núria, y nos dirigimos a la Font dels Isards, en el nacimiento del Torrent de la Fontlletera. Es muy curioso observar como brota el agua de entre las rocas e inicia un curso de agua.
El nacimiento del torrent de la Fontlletera. |
Seguimos este recién nacido torrente durante un rato y nos desviamos para visitar la Barraca de la Fontlletera, una interesante cabaña doble.
Voy a hacer un alto para mencionar una noticia de gran interés, que nos recuerda que la alta montaña es imprevisible...
La tragedia del 30 de diciembre del año 2.000
El 30 de diciembre del año 2.000 se produjo una sonada tragedia en esta zona: 10 montañeses que querían llegar a la cima del Balandrau sufrieron un repentino cambio de tiempo y perdieron la vida.
En pocos minutos, una soleada mañana invernal se transformó en una fuerte nevada, vientos de 138 km/h, una fuerte ventisca y el desplome de la temperatura hasta los -16ºC. La temperatura de sensación, con este frío y este viento, era de -30 a -35 grados.
La opción que escogieron estos excursionistas, de intentar esquivar la ventisca situándose en una hondonada, era muy mala y acabaron enterrados en la nieve.
La búsqueda no se dio por finalizada hasta el día 24 de marzo, cuando se localizó el cuerpo de la última excursionista desaparecida, en la parte baja del Torrent de la Fontlletera.
Aquel invierno fue trágico, puesto que el 22 de enero murieron dos excursionistas más por una avalancha de nieve, en los alrededores del Costabona...
Estos accidentes nos tendrían que hacer reflexionar y pensar que en estas zonas de alta montaña el tiempo es así de cambiante e imprevisible. Debemos ser siempre muy prudentes, precavidos y estar muy alerta.
Barraca de la Fontlletera |
Dejamos la barraca de la Fontlletera y acabamos de descender el último tramo de pastos hasta llegar a la pista forestal donde encontramos uno de los coches.
Ya sólo queda volver a aplicar la logística de los coches y regresar a Ripoll, no sin detenernos antes en Ribes de Freser a tomar unas merecidas cervezas...
Una fantástica ruta, espectaculares vistas, un día radiante y una magnífica compañía... ¿Acaso se puede pedir más?
Muchas gracias a todos y en especial a Toni llagostera, nuestro guía y magnífico informador.
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