Salida realizada el día 21 de noviembre de 2014.
Hoy decido hacer una salida un poco diferente. En lugar de recorrer senderos, decido descubrir y recorrer pequeños pueblos con un encanto muy especial.
Son pequeños núcleos de población de origen medieval que conservan una singular belleza. Estrechos callejones, plazas porticadas, majestuosas iglesias, ... todo ello restaurado y protegido para deleite del viajero, que encuentra en cada uno de esos pasadizos y rincones evidencias y recuerdos de su pasado medieval.
Un amigo, viendo las fotos de estos pueblos, me preguntó por una cosa que le llamó la atención: la ausencia de coches y de gente. La respuesta es bien sencilla. La circulación de vehículos está muy restringida e incluso prohibida. Sólo los vecinos, y no en todas las calles, pueden pasar. Y es que las calles que forman el núcleo más antiguo de la población son muy estrechas y con tramos con escalones, cosa que impide el paso de los coches. Se han habilitado aparcamientos en las afueras de los pueblos para dejar los coches.
En cuanto a la ausencia de gente... son pueblos con pocos habitantes, y el día que los visité era un viernes de noviembre.
Los pueblos que visito hoy son Monells, Madremanya y Sant Martí Vell. Para acceder a ellos, tomo la carretera que va de La Bisbal a Girona y, en la población de Corçà, encuentro un cruce a mi izquierda en el que tomo una nueva carretera en dirección a Monells.
Para que no os hagáis un lío con ellos, los presentaré por separado con sus correspondientes fotografías.
MONELLS
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Impresionante su plaza porticada. |
A poco más de cuatro kilómetros de Corçà se encuentra Monells, el primer pueblo que visito hoy.
Este pequeño pueblo tiene unos 265 habitantes y pertenece a la comarca del Baix Empordà.
Aparco el coche en el aparcamiento que hay en la entrada y lo primero que percibo es que la riera del Rissec lo divide en dos partes: el barrio del Castell y el de la Riera.
El barrio del Castell es un conjunto de estrechos callejones alrededor de la Plaza Mayor, casi toda ella porticada y de gran belleza. El castillo estaba situado en la parte más alta, pero de él apenas quedan unos pocos restos de sus murallas exteriores.
Como curiosidad diré que el mercado de Monells era de gran relevancia e importancia en la época medieval. Tanto es así que, el rey Jaime I de Aragón, en el año 1234, ordenó que se usara la "piedra mitgera de Monells" como patrón de medida de los cereales para el obispado de Girona.
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Esta es la "piedra mitgera" utilizada como patrón
de medida de los cereales. |
Me pierdo y me deleito un buen rato por esos callejones, plazas y plazoletas. Las piedras de esos muros emanan historia. En ellos y en muchos arcos se aprecian con claridad las marcas dejadas por los carros a su paso.
Cruzo la riera por un puente y visito el otro lado del pueblo.
Del barrio de la Riera destaca la iglesia parroquial gótica de Sant Genís, que se alza en la zona más alta de este lado de riera.
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