Hoy ha hecho un día que muchos calificarían "de perros".
Una persistente lluvia, un fuerte viento que apenas dejaba andar y un bravo temporal de levante que levantaba grandes olas en el mar.
Pero... Todo tiene su encanto.
Estas dos fotos están tomadas en forma de panorámica desde Torre Valentina, en San Antonio. |
No he podido resistirme a salir a caminar un rato.
Con un impermeable que me ha protegido de la lluvia y mucho cuidado con el fuerte viento, he hecho un trozo del Camino de Ronda, entre San Antonio de Calonge y Playa de Aro.
Las olas estrellándose contra las rocas. Un espectáculo imponente. |
No mucho, puesto que el temporal ha invadido algunas de las pequeñas playas por las que debería pasar. He recorrido unos tres km. Pero han sido suficientes para estirar un poco las piernas y gozar del imponente espectáculo de la furia de la Naturaleza.
El mar embravecido en todo su esplendor. |
Lo que suelen ser pequeñas playas y calas con encanto cuando hay calma, se convierte en el dominio del embravecido mar durante el temporal. |
Cuando el tiempo está tan revuelto, prefiero no exponerme. De los árboles caen ramas y piñas que nos podrían golpear, y hay zonas en que no vale la pena arriesgarse a que, una de estas olas que rompen estrepitosamente contra las rocas, nos arrastre mar adentro.
Mi lema es la prudencia.
También podemos disfrutar de las curiosas formas que adoptan algunos árboles, como este pino de tronco retorcido. |
Por eso me he limitado a recorrer el Paseo Marítimo de San Antonio y aventurarme por el Camino de Ronda sólo hasta donde he visto que no había peligro.
Ups!! Se acabó el camino. No vale la pena arriesgarse a tener un accidente. |
Esta ruta ya la he hecho en verano, con buen tiempo, y la volveré a hacer pronto para mostraros las maravillas que encierra.
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