Distancia recorrida: 16km.
Caminantes: Yo misma.
Ruta fácil, variada y con la posibilidad de refrescarnos en las frescas aguas de alguna de las muchas pozas que visitaremos.
Un día genial. Me lo paso en grande recorriendo rios y rieras, descubriendo gorgs y saltos de agua, subiendo y bajando cerros para visitar ermitas y castillos.
Iglesia de Les Planes d'Hostoles. |
Aparco el coche en Les Planes d'Hostoles, muy cerca de la Plaza de la Iglesia. Paso por el lavadero público y, tras cruzar el río Brugent y la carretera C-63, tomo la vía verde que parte de al lado del cementerio.
También podemos aparcar aquí el coche, hay sitio. Pero nos perderíamos rincones preciosos de este encantador pueblo.
El lavadero público. |
Inicio camino por la vía verde, que sigue el curso del antiguo ferrocarril de Girona a Olot. En pocos metros, justo al pasar debajo de un puente, giro a la derecha(hay que pasar por encima de este puente) y dejo la vía verde para seguir la carretera de Cogolls.
A eso de un kilómetro encuentro el camino que conduce al primero de mis destinos: el Gorg del Molí dels Murris.
Una pista forestal se adentra en el bosque y cruza la riera de Cogolls. El cauce de esta riera es escarpado y forma saltos, cascadas y rincones de gran belleza.
Pequeños saltos de agua. |
Llego al Gorg del Molí dels Murris. Un paraje encantador. El agua de la gran poza es de color marrón debido al barro que arrastró la fuerte lluvia del día anterior, pero eso no le resta nada de belleza. El gorg (la poza), la exuberante vegetación, el espectacular salto de agua... un placer para los sentidos.
Gorg del Molí dels Murris |
Tras un buen rato de deleitarme en este lugar, vuelvo a la carretera y sigo la ruta. Hacia Cogolls.
Hasta hace poco tiempo, unos metros más adelante, a la derecha de la carretera, por el Molí de Sant Pelegrí, se podía volver a la riera y seguirla hasta Cogolls, visitando más saltos y gorgs. Pero un desafortunado incidente, el dueño fue agredido, hizo que este cerrara la propiedad y este acceso, por lo que sigo por la carretera hasta Cogolls, un pequeño núcleo de casas alrededor de su bonita iglesia.
Cogolls |
Sigo adelante, alternando bosques, prados y campos, hasta llegar al Portet, una masía rural.
Justo al lado de esta casa empieza un sendero zigzagueante que, en fuerte pendiente, nos sube hasta el castell de Puigalder y la ermita de Sant Salvador. (La ermita se construyó aprovechando la capilla del antiguo castillo).
Castell de Puigalder y ermita de Sant Salvador |
Un duro ascenso compensado por unas vistas fantásticas.
Una pequeña pausa para recobrar fuerzas, y seguimos.
Seguimos por sendero, ahora en suave descenso. Cruzo bosques de encinas y boj, paso por els colls de Masdéu, Sitjar y Font Plana, hasta encontrar el inicio de un nuevo y estrecho sendero que me lleva al castillo d'Hostoles.
Lo que queda del castillo. |
Para llegar al castillo hay que trepar por las rocas y recorrer algunas crestas, permitiéndome admirar unas vistas espectaculares. El risco donde se asienta el Santuario de la Mare de Déu del Far, parece que lo tenga a tocar con la punta de los dedos.
Poca cosa queda del castillo, en proceso de restauración. Apenas unas pocas paredes y los restos de lo que en su momento debió de ser una torre, y que ahora sirve de mirador.
El paisaje y las vistas son espléndidas.
Les Planes d'Hostoles, allá abajo... |
Me percato de que el pueblo de Les Planes d'Hostoles está justo a mis pies, por lo que ya os podéis imaginar que éste se realiza en vertiginoso descenso hasta llegar al rio Brugent.
Sigo el curso del río y paso mucho rato admirando la belleza de más pozas y saltos de agua.
Más rincones a los que vale la pena dedicarles un buen rato.... |
Y así llego de nuevo a Les Planes d'Hostoles, punto de inicio y final de la ruta de hoy.
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