Presentación del blog

¡Saludos a tod@s!

Como su mismo nombre indica, este blog está destinado a recoger, paso a paso, todas mis salida, excursiones, rutas y viajes. Siempre a pié. Pequeñas escapadas, visitas a pueblos, rutas cortas, largos recorridos... Pero siempre a pie.

Mi idea es dar a conocer y compartir con todos mis lectores esos maravillosos rincones que muchos desconocemos y pasamos por alto, cuando están ahí, muy cerca de nosotros. O no tan cerca...


martes, 8 de abril de 2014

MONTSENY - Sant Marçal - Agudes(per Esglaons de Castellets) - Turó de l'Home - GR-5-2 - Sant Marçal


Espectaculares vistas...

Ruta realizada el 5 de abril de 2014.
Caminantes: Antonio Martínez y yo misma.
Recorrido: unos 14 km.
Punto de inicio: carretera de Santa Fe de Montseny a Sant Marçal, pàrking del Área de les Ferreres, 2 km antes de Sant Marçal.

Espectacular ruta, por su dificultad, las espléndidas vistas desde las dos cimas más altas del Montseny, y el precioso paisaje del valle del río Tordera.

Hoy he aprovechado la compañía y la ayuda de mi hermano para hacer la parte más difícil del ascenso a les Agudes: por els Esglaons de Castellets.
Aquí no hay camino ni sendero ni nada. Hay que trepar por las rocas, apoyando los pies en pequeños salientes y sujetándose con fuerza en las aristas y grietas de la roca. Paredes casi verticales, no aptas para quien sufra vértigo, una aventura excepcional.
Inicio de ruta

Dejamos el coche, cruzamos la carretera y encontramos el inicio del sendero. No hay pérdida, no es un ascenso muy duro(de momento), pero sí continuado.
El sendero asciende sin prisas, pero sin pausas.

Pasamos por un bosque de hayas y llegamos a un bosquecillo de pinos jóvenes, donde la pendiente nos da un respiro. Pero en seguida volvemos a ascender. Las puntas de los primeros promontorios están cada vez más cerca... Bueno, no parecen nada del otro mundo...
Bueno... No parece tan difícil...

Creo que no valoré bien...
No tardamos en llegar a la base del primero de los promontorios rocosos. Primero lo bordeamos un poco por la base, hasta llegar a un cruce. Si seguimos el sendero de la derecha, llegaremos a la cima de les Agudes sin necesidad de trepar por las rocas como los monos, por el Coll de les Agudes.
Peeeero..... Nosotros hemos venido dispuestos a complicarnos la vida y a hacer lo más difícil.
Así que, a trepar.
A trepar, como los monos!!

Un primer promontorio, que escalamos con bastante facilidad.
Una pedrera, que también cruzamos sin contratiempos.
Otro promontorio.
Y otro... Y cada vez un poco más difíciles.
Esto se complica cada vez más...

No recuerdo cuántos de esos promontorios rocosos tuvimos que subir y bajar(6 ó 7, creo), hasta llegar al pie del último de ellos.
El tramo más complicado de todos, por su verticalidad, altura y dificultad para asegurar los pies y las manos en salientes y aristas.
Uno de los últimos tramos, los más difíciles...

Pero lo conseguimos. Y también el premio mayor: unas vistas espectaculares desde una de las cimas más altas del Montseny. 1.706 m de altura.
Ya dicen que todo esfuerzo tiene su recompensa...




























El día era bueno, aunque la visibilidad se veía un poco reducida por algo de neblina. A pesar de ello, pudimos distinguir sin dificultad el Pirineo, les Gavarres, Montnegre, Tres Turons, Montserrat...
Aunque le falta nitidez(sé que tengo que comprar una buena cámara), las montañas que se ven al fondo
es la Serrelada del Montnegre, en el Maresme.

Tras las fotos de rigor y un algo para reponer fuerzas, nos dirigimos hacia el Turó de l'Home.
Eso es pan comido.
El Turó de l'Home, ya en nuestro punto de mira.

Cresteamos entre las dos cimas y no tardamos en alcanzar la cumbre más alta de esta macizo: 1.706,4 m
Vérice geodésico del Turó de l'Home.

La caseta del observatorio meteorológico, ahora automatizado y sin nadie en su interior, y en frente, donde en su tiempo hubo una gran base militar, sólo una caseta y una gran antena se mantienen en ese lugar.
Nos tomamos nuestro tiempo para comer, dar una vuelta y admirar las vistas desde todos los ángulos posibles. Pero hay que descender.
Iniciamos el descenso por el GR-5-2, en fuerte pendiente descendente.
Muy fácil de seguir. En seguida hemos bajado bastante y vemos el Turó de l'Home sobre nuestras cabezas.
Pero, ¡Atención!
No Si seguimos todo ese GR-5-2  damos mucha vuelta, por lo que para acortar un poco el camino tomamos un atajo.
Guiándome con una ruta que yo llevaba grabada en el GPS de mi móvil, al llegar a un gran hayedo había que dejar el GR y adentrarse en el bosque y, sin perder la dirección NO, descender suavemente.
No había ningún sendero ni camino.
Sin camino... A la aventura...

Como unos valientes exploradores nos adentramos en el bosque, entre grandes árboles, y con una espectacular alfombra de rojizas hojas.
Al poco rato nos topamos de nuevo con el GR-5-2, pero le habíamos robado 5 ó 6 km...
Llegamos a la altura del camping Les Illes, pero no llegamos a descender hasta el río. Seguimos por una pista forestal que transcurría por un magnífico hayedo de impresionantes árboles.
Al rato, la pista forestal se acaba e iniciamos un sendero.
Cristalinas aguas, que saltan juguetonas...

Un lujo para los sentidos...

Rincones de gran belleza se cruzan en nuestro camino cuando este sendero se cruza con diversos torrentes, afluentes del Tordera.
Remansos de paz y tranquilidad...

Aguas frías y cristalinas, que saltan juguetonas entre las rocas...
Un lujo para los sentidos.
Poco a poco nos acercamos al final de la ruta de hoy.
Entre los árboles se dejan ver las cumbres que hemos escalado, esbeltas y desafiantes.
Con gran emoción y un grato recuerdo, les digo a les Agudes: ¡Hasta la próxima!

Un último adiós y hasta la próxima.
Esta ha sido mi primera ruta por el Montseny, pero no la última.
Ha sido una experiencia fantástica, muy recomendable a todos aquellos que estén un un mínimo de forma física, no le teman a las alturas, y quieran disfrutar de un espectáculo magnífico.








1 comentario:

  1. Saludos Jose Luis!
    Ante todo felicidades por tu blog. Es una auténtica obra de arte que permite a cualquiera aprender y conocer cosas que en muchas ocasiones nos pasan desapercibidas.
    Y las ideas que nos das a los que frecuentamos el monte me parecen excelentes. Cualquier gesto que hagamos para favorecer la reforestación, por mínimo que sea, es necesario para mantener la vida de nuestros bosques y nuestros campos, en algunas zonas tan dañados por la intervención humana.

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