Hoy he hecho una preciosa ruta, muy asequible y en la que he podido admirar espectaculares vistas y rincones maravillosos.
He salido de Sant Antoni de Calonge hasta Calonge, la Creu de Castellar, can Mont, mirador de Ruàs, mas Roselló, la Vall dels Molins y de regreso a Calonge y Sant Antoni de Calonge.
Total, unos 15,7 km de dificultad media. Imprescindible, agua en cantidad. Las fuentes suelen estar secas en esta época del año.
Señales amarillas y blancas. Muy bien señalizado en toda la ruta.
He salido de casa a las 6'45. En este tiempo, finales de junio, es importante evitar las horas centrales del día, cuando el calor aprieta demasiado.
De Calonge a la Creu de Castellar, 45 minutos.
Este es el trozo más difícil, por la fuerte pendiente y la gran cantidad de rocalla suelta. Aquí una parada obligatoria para contemplar las preciosas vistas.
Vista desde la Creu de Castellar |
He seguido por can Marguerit de Dalt, un mas en ruinas, y can Mont.
Can Marguerit de Dalt, completamente en ruinas. |
Al llegar a can Mont encontramos una reja que parece querer impedirnos el paso. Pero se puede pasar por los laterales. Esta reja sirve para proteger la finca de can Mont e impedir el paso de motos y quads, que no tendrían que circular por un camino para senderistas y BTT.
La verja de acceso a la finca de can Mont. Pero se puede pasar por los lados. |
En esta finca encontramos unos pequeños letreros verdes con letras amarillas, obra del mismo dueño de la finca, y que nos serán de ayuda para llegar a Castellbarri, donde se encuentran los restos de un asentamiento ibérico.
Estos son los indicadores que nos llevarán a Castellbarri. |
Vale la pena verlo. Tanto por los restos arqueológicos como por las espléndidas vistas desde ese lugar.
Los restos de un antiguo asentamiento ibérico. |
Espectaculares vistas desde lo alto de las ruinas. |
He vuelto al camino, hasta llegar a una cadena que indica que ya hemos salido de la finca de can Mont.
He seguido por pista forestal, ahora con fuerte pendiente en descenso(todo lo que sube baja, jejeje...), hasta llegar al mirador de Ruás.
No es visible desde el camino, sólo un indicador, que parece señalar a ninguna parte, nos orienta hacia él.
Un indicador que parece no señalar nada. Pero... |
Si buscamos bien, veremos un camino que nos llevará a la cima de una imponentes rocas desde las que se domina todo el valle. |
Se trata de unas enormes rocas desde las que se pueden contemplar unas vista excepcionales, no aptas para quien padezca de vértigo.
Un poco más adelante, siguiendo el camino que llevábamos, encontramos la Font Nina. Generalmente en verano está seca, pero hoy, por las abundantes lluvias caídas este año, aun manaba agua.
La Font Nina. Curiosa, por ese cántaro utilizado como caño. |
He seguido hasta un cruce y he tomado la dirección Vall de Molins.
He pasado por el mas Roselló.
El mas Rosello, con su fauna autóctona... |
Toda esta zona había sido propiedad del Ejército Español, y muchos hombres de por aquí hicieron el servicio militar en ella. Aun quedan algunos vestigios como depósitos de agua o las cuadras donde encerraban a los caballos.
Antiguas cuadras utilizadas para los caballos del Ejército Español. |
Más adelante paso por una urbanización, muy alejada de toda población, casi perdida en la inmensidad de las Gabarras, pero me ha parecido que con imponentes fincas.
Imponentes fincas en el corazón de las Gabarras. |
Y por fin, la carretera de Romanyà y el inicio de la Vall de Molins.
El cambio de ambiente ha sido total. He pasado de zona de montaña a zona de riera en un momento.
Me he adentrado por caminos y senderos de gran belleza, siguiendo el curso de la riera de Molins.
Exuberante vegetación, en la riera de Molins. |
Este nombre se debe a la gran cantidad de molinos movidos por la fuerza del agua que había en esta zona.
En algunos puntos se mantiene alguna esclusa que forma pozas de agua de una gran belleza.
La esclusa de un antiguo molino da lugar a rincones preciosos. |
La nota dominante en esta zona es el verdor y la exuberante vegetación.
Agua, vegetación e incluso algunos peces, huidizos y demasiado pequeños para verse en estas fotos. |
He llegado a la urbanización del Vescomptat de Cabanyes, ya de Calonge, hasta la gasolinera Petronor.
Y de ahí, atravesando el pueblo de Calonge, hasta Sant Antoni de Calonge.
Rincones llenos de paz. |
Una ruta muy gratificante y recomendable para todos.
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