Presentación del blog

¡Saludos a tod@s!

Como su mismo nombre indica, este blog está destinado a recoger, paso a paso, todas mis salida, excursiones, rutas y viajes. Siempre a pié. Pequeñas escapadas, visitas a pueblos, rutas cortas, largos recorridos... Pero siempre a pie.

Mi idea es dar a conocer y compartir con todos mis lectores esos maravillosos rincones que muchos desconocemos y pasamos por alto, cuando están ahí, muy cerca de nosotros. O no tan cerca...


lunes, 27 de octubre de 2014

FAGEDA DE LA GREVOLOSA - 26 de octubre de 2014

Salida realizada el día 26 de octubre de 2014
Recorrido: unos 6 km
Caminantes: Inés, Óliver y yo misma

Finales de octubre, otoño, caída de las hojas, bosques multicolores.... En esta época del año me encanta visitar esos bosques de robles o de hayas que empiezan a perder la hoja y que dan este típico tono multicolor al paisaje y cubren el suelo con esas alfombras de hojas rojas.

Una alfombra de hojas secas cubre el suelo, con sus matices rojizos
y ocres tan típicos de este tipo de bosques.

Hoy he vuelto a visitat el hayedo de la Grevolosa.
Este bosque se encuentra en el término municipal de Sant Pere de torelló, no muy lejos de Vic.
Enclavado en un valle de la Serra del Llancers, al sur del Puigsacalm, no es muy extenso, (unas pocas hectáreas), está a una altura media de unos 1.000 metros y en él se pueden admirar gran cantidad de hayas centenarias y de gran tamaño.

Hayas centenarias y de gran tamaño.

Destaca un precioso ejemplar, junto al arroyo, reconocido como Árbol Monumental por la Generalitat de Catalunya. Tiene un perímetro en la base de 5'8 metros, una altura de 42 metros, y el diámetro de su copa se extiende hasto los 19 metros.

Éste es uno de los más grandes. Una maravilla.

Debido al tamaño de sus árboles y su situación en un estrecho valle, este bosque se usa algunos años como auditorio.
En octubre, casi siempre a finales de octubre, se celebra un concierto de música de cobla, a cargo de la orquesta La Principal de La Bisbal, al que asisten centenares de personas.
Recorrer este bosque en esta época del año puede ser una experiencia muy reconfortante.

Rincones de gran belleza, impregnados de paz y tranquilidad.

La gran belleza del lugar, la sobrecogedora magnitud de algunos de sus árboles, el rumor del agua y el canto de las muchas aves que evitan el lugar, y sobretodo, la sensación de paz y tranquilidad que transmiten esos rincones tan especiales, hacen que el caminante se sienta casi integrado en la naturaleza, sobrecogida el alma por su pequeñez e insignificancia ante la grandeza de esos árboles.
Es una ruta muy fácil y muy bien señalizada.

El cielo azul, el verde de los árboles y el rojo de las hojas salpicando
el suelo... un precioso contraste de colores.

Por la carretera de Vic a Olot, hemos tomado la salida hacia Sant Andreu de la Vola. A los pocos metros, de nuestra derecha sale una pista asfaltada, en pendiente ascendente, que seguimos un rato hasta encontrar un ensanche para aparcar el coche (como un km, más o menos...)
Sólo hay que seguir la pista forestal.
Llegamos a un cruce con un gran panel informativo. Ahí es donde empieza la ruta circular. El año pasado la hicimos hacia la derecha, y este año al revés, siguiendo el sendero que sube a la izquierda. Para variar un poco.... Lo cierto es que da lo mismo. Primero hay que ascender y luego descender. Y todos los caminos y senderos están en perfecto estado...
Empezamos a ascender por el sendero y nos adentramos en el bosque. Vamos subiendo en zig-zag, cosa que hace más fácil la subida. Nos encontramos entre robles, boj y alguna haya de buen tamaño.

El boj, las hayas y los robles envuelven al caminante....

Pasamos por la bonita ermita de Sant Nazari y, puesto que dispone de un rincón con un par de mesas y bancos, aprovechamos para reponer fuerzas y comer un poco.

Ermita de Sant Nazari.

dejamos la ermita, retomamos el sendero y tras unos pocos metros de ascenso, llegamos ya al corazón del hayedo.
Es fenomenal. Los colores, los olores y las sensaciones que se pueden percibir hacen que nos parezca estar en un bosque encantado.

Un paisaje típico de los relatos de la Edad Media.

Un magnífico lugar que merece la pena visitar. Aunque recomiendo hacerlo, a poder ser, entre semana. El problema con el que me he encontrado hoy  ha sido la gran cantidad de gente. Era casi imposible hacer una foto sin que apareciera alguien. En algunos casos me he tenido que esperar un buen rato a que la gente despejara un poco para poder fotografiar alguno de los árboles más relevantes. Y de ningún modo he podido disfrutar de silencio, paz ni tranquilidad. Niños gritando, gente, perros.... En fin, no digo nada porque todos tenemos derecho.... pero el fin de semana no es bueno para encontrar tranquilidad....
De todas maneras, insisto en que es una experiencia fantástica.
Saludos y hasta la próxima!

jueves, 23 de octubre de 2014

EL PARRISSAL - Rio Matarranya - El Romeret - Torrent de l'Espasa - Moletes de l'Arany

Salida realizada el día 19 de octubre de 2014 con el Club Alpí de Palamós.
Recorrido: Unos 17 km.
Dificultad media.
Caminantes: Mariló Grassot, Josep Seras, Francesc Tauler, Jordi Tauler y yo misma.

Una salida fantástica, aunque un poco lejos de Palamós, casi a 400 km.
Por ello, decidimos salir el sábado y pasar la noche en Valderrobres, Hay que tener en cuenta que éste es el último pueblo en el que encontraremos gasolinera, tiendas, alojamiento y cajero automático...
Tras formalizar el registro en el Hostal Querol y dejar las mochilas en la habitación, salimos a dar una vuelta por el pueblo.

Calle del Casco Antiguo.

Cruzamos el puente sobre el río Matarranya y nos adentramos en el casco antiguo.
A pesar de ser ya de noche, percibimos que es precioso.
Artísticamente destacan la Casa Consistorial, el Castillo del Arzobispo y la iglesia parroquial de Santa María la Mayor.

Iglesia Parroquial de Santa María la Mayor

La iglesia y el castillo, de estilo gótico, antiguamente habían estado intercomunicados. Esta iglesia ya fue declarada Monumento Histórico durante la Segunda República Española, y todo el Conjunto Histórico fue declarado, en 2004, Bien de Interés Cultural por el Gobierno de Aragón.

Castillo del Arzobispo.

Acabamos la noche en la Plaza del Ayuntamiento, donde unas bulliciosas terrazas invitan a sentarse y disfrutar de un par de cervezas.

Apetece sentarse un rato a charlar y tomar unas cervezas.

El domingo a primera hora salimos de Valderrobres en dirección a Beceite (Beseit), y desde este pueblo sólo tenemos que ir siguiendo los indicadores hacia el Matarranya. Se llega perfectamente al aparcamiento por una pista asfaltada.
Iniciamos el recorrido siguiendo y remontando el curso del río Matarranya. Ya desde un buen principio nos percatamos de que la de hoy va a ser una salida difícil de olvidar.
El entorno es maravilloso.

Un entorno maravilloso, equipado con algunas pasarelas.

Nos desviamos unos metros para ver unas pinturas rupestres, testimonio de que la zona fue poblada desde muy antiguo, volvemos al río y seguimos avanzando, admirando el color verde de las aguas, reflejo de la exuberante vegetación.

Pinturas rupestres.

El camino está equipado con unas pasarelas y algunos troncos de buen tamaño que evia tener que mojarse. De todas maneras, no imagino cómo será con el río crecido, pues encontramos puntos en que hay que atravesar el cauce saltando y haciendo equilibrios sobre las rocas...
El río empieza a encañonarse. El paso se estrecha y las paredes se alzan desafiantes, mostrándonos las espectaculares agujas (gubies).

Las agujas (gubies), nos saludan

Caminamos entre roca y agua, lo que nos hace sentir lo diminutos que somos inmersos en la naturaleza.
Llegamos a un punto por el que ya no podemos seguir, a no ser que sea nadando. Son "els Estrets".
En este lugar el río forma un estrecho cañón de unos 60 m de altura y apenas metro y medio de ancho.

Els Estrets. El rio se estrecha en un imponente cañón.

La belleza es sobrecogedora. Un buen lugar para comer un poco y reponer fuerzas.
Hay que dar un rodeo por el Pas del Romeret. Este es el tramo más divertido. Para salvar el desnivel, está equipado con grapas clavadas en la pared y cadenas para sujetarse. Un poco complicado, pero nada del otro mundo. Con un poco de cuidado, hay un tramo vertical de unos 20 metros, lo salvamos perfectamente y volvemos al río.

Un tramo equipado, divertido y no muy complicado.

Nos sigue sorprendiendo la belleza del lugar. Las pozas, el color de las aguas, la vegetación... Un auténtico paraíso.

Impresionante belleza.

Llegamos a un cruce, dejamos las marcas azules que nos llevarían al refugio, y tomamos una senda.
En poco rato empezamos a ascender por el Torrent de l'Espasa. Hace calor, y el desnivel es fuerte. Hay que cogerlo con calma.

Excepcionales vistas

Una vez arriba, cruzamos el GR-8 y seguimos un PR, que pasa por les Moletes d'Arany y el Coll de la Balanguera.
Desde esta zona elevada tenemos una maravillosa vista del Parrizal y de las agujas (gubies), por las que ahora estamos transitando.

La Roca Foradada de l'Arany

El sendero atraviesa bonitos bosques de pinos y encinas, alternando con espectaculares miradores.
Y ya sólo queda el descenso.
Como digo siempre, todo lo que sube, baja. El descenso se realiza en fuerte en zig-zag en fuerte pendiente, lo que pone a prueba nuestras rodillas.
Y por fin llegamos de nuevo al aparcamiento, cansados pero muy contentos.
Ha sido una experiencia maravillosa que recomiendo a todos.

sábado, 11 de octubre de 2014

CARCAIXELLS Y MONTCLAR 11/10/2014

Hoy me apetecía trepar un poco, sentir el contacto de la roca, subir hasta algún punto elevado y disfrutar de las vistas y de un precioso y soleado día.
Y muy cerca de casa tengo esta preciosa formación rocosa, Els Carcaixells, con una vía equipada que facilita el ascenso.

Uno de los tramos equipados con cadenas.

Para la aproximación en coche, salgo de Santa Cristina d'Aro en dirección al Club de Golf, paso por debajo de la autovía y sigo hasta encontrar una pista asfaltada a la derecha con un poste indicador de GR. Tomo esta pista, que pronto deja de ser asfaltada, y sigo hasta dejar atrás el campo de golf y llegar a un cruce de pistas forestales. Aparco el coche ahí mismo.
Esta ruta está muy bien señalizada y no es muy difícil. A mí me parece muy divertida y estimulante.
Pero atención a quienes tengan vértigo. Hay partes bastante aéreas, algunas crestas, y las alturas son considerables. No la aconsejo en absoluto a quienes padezcan ese problema.
Dejo el coche y tomo la pista marcada como GR, dirección a Can Llaurador.
Paso por bosque de pinos y encinas, y por delante de la masía de Can Llaurador. Desde este punto tengo una vista estupenda del conjunto dels Carcaixells.

La masía de Can Llaurador, con els Carcaixells de telón de fondo.

Sigo la pista hasta el final de los campos donde encuentro otro cruce de senderos muy bien indicado. Tomo dirección Carcaixells.
Ahora la pista forestal me lleva por bosques de pinos, encinas y alcornoques y paso junto al menhir de Can Llaurador.

Menhir de Can Llaurador

Atravieso una zona de eucaliptos y un nuevo cruce. Siempre dirección Carcaixells.
Ahora ya dejo la pista forestal.
En cuanto tomo el sendero encuentro un pequeño puente de madera para salvar un torrente: el Pas de la Miloca.

Pas de la Miloca.

Y empieza el ascenso. Entre pequeñas encinas y brezos empiezo a ganar altura con rapidez. Las vistas empiezan a ser fantásticas.
Llego al primer punto elevado: la Capilla dedicada a San Francisco de Asís. No sé por qué motivo, pero la losa que había dentro de esta pequeña capilla está partida por la mitad.

La Capilla

A partir de aquí empieza la parte divertida. Sólo tengo que seguir el sendero. Hay marcas de todos los colores. Azul, rosa, verdes y blancas de sendero local, y alguna más. Pero todas llevan al mismo sitio, y el sendero está muy trillado por el paso de la gente.
Ahora toca trepar por las rocas. Los pasos más complicados están equipados con cuerdas y cadenas, con lo que resulta bastante fácil.
No paso por el Pont dels Arítjols. Está prohibido pasar por él por motivos de seguridad. Es una propiedad privada y hace mucho tiempo que no se le hace ningún tipo de mantenimiento.
El sendero es un constante subir y bajar, trepar rocas arriba y abajo, pasar por estrechas crestas y alcanzar pequeñas cimas desde las que tengo unas vistas excepcionales.

Algunas crestas que recorrer...

Sigo y en otro cruce tomo dirección a collet del Montclar, y luego al Montclar. Decido hacer también el Montclar, todo un clásico de la zona.

El Montclar

Sus 417 metros de altura me ofrecen unas vistas espectaculares de todo el entorno. La Vall d'Aro, los pueblos costeros desde Palamós hasta Platja d'Aro, l'Ardenya, les Gavarres, el Montseny, Llagostera y la plana de Girona... Uffffff.... Es impresionante.

Vistas excepcionales.

El sitio merece una parada, para admirar con calma tanta belleza y para recuperar fuerzas con un poco de comida.
Y como todo lo que sube tiene que bajar.... Pues eso.
Vuelvo al collet del Montclar por donde he subido y deshago un trozo de la ruta por els Carcaixells, hasta un claro en un bosquecillo de encinas, en el que no hay indicadores (yo no los he visto), pero se aprecia un sendero muy pisado en fuerte descenso y con marcas verdes y blancas.
Y allá que voy, saltando de roca en roca, sujetándome como puedo a árboles y arbustos y descendiendo a gran rapidez.
Pero no es mucho trozo. No tarda en suavizarse la pendiente y el descenso se hace más cómodo.
Llego de nuevo a una ancha pista forestal, sigo las indicaciones, hacia can Llaurador, y no tardo en llegar al coche.

Y un pequeño regalo...

Una ruta que ya he hecho en varias ocasiones y que se puede combinar de muchas maneras con la gran cantidad de senderos y puntos de interés que hay por toda la zona.
Me encanta porque combina muy bien diversos elementos. Senderos, rocas para trepar, pasos equipados... Entretenida y divertida.
La recomiendo en un día bien claro, las vistas son espectaculares.

miércoles, 8 de octubre de 2014

MONTNEGRE - integral circular

Ruta realizada el día 14 de septiembre de 2014.
Recorrido: 28 km.
Caminantes: Antonio Martínez y Mª Clara Martínez.

Para los que no conozcan este macizo, haré una pequeña introducción.
El Massís del Montnegre es un conjunto montañoso que forma parte de la Serrelada Litoral, situado al norte del Maresme y parte del Vallés Oriental.
Se extiende entre la Tordera y la riera de Vallalta en 15.000 hectáreas y su altura máxima alcanza los 760m.

Situación del Parc Montnegre-Corredor

Su nombre proviene de la oscuridad de sus bosques de encinas y en 1.989 pasó a formar parte del Área de parques Naturales de la Diputación de Barcelona con el nombre de Parque del Montnegre y Corredor.
Sus primeros pobladores se remontan al neolítico, como lo demuestra el dolmen de la Pedra Gentil, a Vallgorguina, y actualmente está cubierto de masa forestal en un 95%, lo que hace de él un lugar idóneo para practicar deportes como el senderismo o el ciclismo por sus encantadores rincones y excelentes vistas.

Espesos bosques proporcionan la oscuridad que da nombre a este parque.


A pesar de que me crié en el Maresme, por circunstancias de la vida, aun no conozco esta zona. Así que, aprovechando que mi hermano es un gran experto en estos parajes (los recorre a menudo en bicicleta), quedo con él para que me guie a su voluntad y me muestre alguno de sus rincones más emblemáticos.
Partimos de Arenys de Munt hacia Sant Iscle de Vallalta y nos dirigimos a la urbanización La Font del Montnegre. Aparcamos al final de la urbanización, en la zona más alta.
Este día empezamos a caminar sobre las 9'30 de la mañana. No tenemos ninguna ruta marcada y me dejo guiar.
Lo primero que me sorprende es la espesa vegetación que le da ese toque de penumbra en algunos sitios y que hace honor a su nombre. Encinas, robles, castaños... y un exuberante sotobosque.
Comenzamos ascendiendo suavemente por pista forestal. De hecho, casi toda la ruta la hacemos por pista forestal. Esos son los dominios de mi hermano ciclista... jejeje...

Pista forestal entre bosque de hayas y encinas

Al poco rato ya hemos ganado bastante altura y tendríamos que empezar a tener buenas vistas. Pero el día ha amanecido gris y con niebla y cuesta apreciar los detalles. Solo podemos llegar a distinguir algunas de las poblaciones que nos rodean. A nuestra derecha quedan Canet de Mar, Sant Pol de Mar, Sant Iscle de Vallalta y sus numerosas urbanizaciones.
A nuestra derecha, a medida que ganamos altura podemos distinguir Breda, Riells y Viabrea y también gran número de urbanizaciones.
En poco más de tres kilómetros llegamos a Santa María de Montnegre. Una pequeña ermita rodeada de unos bancos, una fuente, y los restos del que fue un árbol monumental y que un fuerte viento derribó no hace mucho.

Santa María de Montnegre

Es un rincón precioso. La ermita está casi empotrada en la pared rocosa. Alrededor hay una pequeña zona de descanso con bancos y como curiosidad, han instalado un botiquín con medicamentos para pequeñas curas, sujeto a un pequeño poste. El gran árbol caído ha sido cortado de manera que se pueda apreciar el diámetro y la grandiosidad de su tronco que tenía en sus mejores tiempos. Y a pocos metros, una fuente muy conocida por mucha gente, que suben a llenar garrafas.

Los restos del gran árbol, con su sucesor detrás, y la
ermita de Santa María al fondo.

Seguimos recorriendo la pista, en suave descenso, hasta llegar a una explanada en cuyo centro hay un poste señalizador con gran cantidad de letreros indicando las direcciones de los caminos que de allí parten. Este poste es muy conocido por los ciclistas y senderistas con el sobrenombre de "el Tótem."

Poste señalizador conocido
como el Tótem. 

No estaba previsto, pero tenemos Hortsavinyà poco más de kilómetro y medio y no podemos dejar de visitarlo.
Apenas un par de casas, la iglesia y una escuela. Otra curiosidad. Se trata de una de esas escuelas en que no hay clases por edades. Son muy pocos los alumnos y estudian todos juntos.
Hay un punto de información, en el que curioseamos un poco y podemos ver mapas, maquetas de nidos y algunas cosas más. Charlamos un rato con el guarda y decidimos comer allí mismo. El entorno es precioso.

Iglesia de Hortsavinyà.

Reemprendemos la marcha y volvemos de nuevo a la explanada del Tótem. Ahora tomamos dirección a la riera de Fuirosos. El descenso es fuerte, hay que procurar no resbalar....
Acabado el descenso podemos admirar algunos rincones preciosos, a pesar de que en esta época del año la cantidad de agua es muy escasa.
Un nuevo rincón de gran belleza: el Pantano de la Brinxa. Otra curiosidad. Este pantano se nutre de las aguas que nacen de su fondo. Observándolo bien, vemos que en muchos puntos salen filas de pequeñas burbujas del fondo, cosa que indica que el agua brota en esa zona.

El Pantà de la Brinxa.

Hemos descendido hasta el fondo de la riera, y ahora toca volver a subir. El ascenso también es bastante fuerte, hasta que llegamos a Sant Martí de Montnegre.
Igual que en Hortsavinyà, apenas un par de casas, un restaurante y una hermosa iglesia, forman en pequeño núcleo. Hacemos una pausa para admirar la iglesia y las vistas desde aquel punto elevado.

Sant Martí de Montnegre.

Seguimos camino y a partir de aquí se convierte en un constante sube y baja que pone a prueba nuestras piernas y nuestras fuerzas.
Dejamos atrás un cruce con la pista que nos llevaría a Vallgorguina y Olzinelles y al final llegamos a un conjunto de casas denominadas cal Peraire y más adelante can Vives Cortada. La electricidad no llega a estas casas y han tenido que montar placas solares en algunos de sus tejados.
El final de la ruta ya no está lejos. Pero el último tramo es en fuerte ascenso y parece no acabar nunca.
Al fin, como auténticos campeones, llegamos a la urbanización donde habíamos dejado el coche.
Una preciosa ruta. Bastante larga, pero muy cómoda al ser casi todo el recorrido por pista forestal, y muy agradecida por todos los rincones y vistas que hemos podido disfrutar.

HOSTALETS D'EN BAS - GRAU D'OLOT - LA PORTELLERA - HOSTALETS D'EN BAS

Ruta realizada el día 4 de octubre de 2014.
Recorrido: 12,7 km.
Caminantes: yo misma.

Esta ruta me la recomendó un amigo, y acertó de pleno.
Resultó fantástica para descubrir rincones de gran belleza, combinados con interesantes pasajes de nuestra historia y alguna que otra leyenda.

La niebla se levanta en seguida y las vistas son espléndidas

Empiezo en el pequeño pueblo de Hostalets d'en Bas, catalogado conjunto histórico artístico.
El día ha amanecido un poco nublado y una fina capa de niebla me hacen desistir de hacer fotos del pueblo a primera hora. Ya habrá tiempo cuando acabe la ruta.
Tomo un café en la calle Teixeda y sin perder tiempo, a las nueve, empiezo a caminar.
Siguiendo los indicadores, salgo del pueblo por la izquierda, por la carretera de la Parcelaria, en dirección al Molí d'Aubert.

El Molí d'Aubert

Paso el antiguo molino y a unos 500 metros está la masía Aubert. En este punto, a la derecha, nace el sendero que tengo que coger y que coincide con el Camí Ral de Vic a Olot y con el Camí de Sant Jaume Català. Un camino histórico.
Pero antes de tomar este sendero, dedico unos minutos a admirar esta preciosa masía, enmarcada de excepcionales vistas con el Pla d'Ayats de telón de fondo, y un poco más adelante diviso una ermita que no dudo en ir a visitar.

Masía Aubert.

Se trata de la ermita de Sant Simplici, situada un poco elevada junto a la carretera. Su belleza hace que valga la pena desviarse para verla.

Ermita de sant Simplici.

Vuelvo sobre mis pasos hasta el inicio del sendero, dejo el asfalto y me dirijo al Molí Vell. Un lugar encantador.



Molí Vell

Pasadas los edificios giro a la izquierda, paso por delante de l'Esquirol (casa rural), y enseguida giro a la derecha.
Empieza el ascenso. Dejo atrás campos y pastos y me adentro en bosques de encinas, robles y hayas.
Los márgenes del sendero y las piedras están cubiertos de verde musgo. La sensación de ser transportada a un mundo mágico me invade.

Preciosos senderos.

Gano altura rápidamente, en zig-zag, hasta el Pixador dels Matxos (traducción literal: "meadero de los machos.").
Pronto el camino empieza a ser empedrado con grandes piedras planas, hasta la Font de les Marrades.
Este lugar invita a hacer una breve pausa y disfrutar de la belleza del entorno.

Font de les Marrades

Una gran poza, construida con bloques de piedra, recoge el agua que brota de la montaña y la canaliza a un pequeño abrevadero. Preside la fuente un belén, dos grupos de imágenes talladas en madera que son una maravilla.

Un original belén tallado en madera.

A partir de la fuente, el camino inicia un tramo espectacular, con "les Marrades del Grau d'Olot"
"Marrades" son esos tramos en zig-zag que facilitan el ascenso en desniveles muy fuertes.
Este tramo de camino es una auténtica obre de ingeniería del siglo XVII, que conserva parte del empedrado original y en el que aún puedo ver restos de los muros de contención que han evitado que se venga abajo. Asciende en zig-zag muy marcado para salvar el fuerte desnivel del Grau d'Olot.
Esta vía de comunicación se hizo imprescindible para los comerciantes de la zona. La usaron militares, reyes, bandoleros y también peregrinos, puesto que coincide con el Camino de Santiago Catalán.

El suelo aun conserva parte del pavimento original

En todo este camino se respira historia, leyendas y sensaciones imposibles de describir.
Poco antes de llegar arriba, un indicador señala un desvío y un punto de interés: la Mina dels Bandolers.
Tomo el desvío, y un estrecho sendero me conduce a un curioso lugar.
Cruzo un torrente y paso por un trecho flanqueado por una alta pared de piedra, pero al rodearla, se desvela el secreto.  El alto muro esconde un pasadizo natural, de unos 70 metros de largo, 1'5 de ancho, y casi 4 de alto. Las paredes están cubiertas de musgo y me invade una sensación sobrecogedora.

La Mina dels Bandolers.

En realidad es una formación natural muy frecuente en esta zona, y también tiene su historia.
Este refugio fue utilizado por una panda de bandoleros para sus asaltos. Las autoridades y los campesinos organizaron batidas para encontrarlos, pero los asaltantes parecían desvanecerse en el aire. Pasó mucho tiempo, hasta que se descubrió que una pastora tenía amistad con ellos y les informaba de todo lo que pasaba. Hicieron hablar a la pastora, que explicó el secreto y donde se escondían los bandoleros. Así pudieron cazarlos, si no a todos, a algunos de ellos. Sin manías fueron colgados de una de las gruesas vigas del comedor del Hostal del Grau, a la que desde entonces se la conoce como "la viga dels penjats."
Una historia escalofriante.
Vuelvo de nuevo al camino y en pocos momentos llego arriba, justo al Hostal del Grau. No me puedo acercar, ahora está dedicado a turismo rural y me tengo que conformar con verlo a través de la valla.

Hostal del Grau d'Olot

Cruzo un precioso bosque de robles y un poco más adelante encuentro el Pont de l'Hostalot y, ya por pista asfaltada, la masía Pujolriu.
El día se ha aclarado y las vistas son espléndidas.

Masía de Pujolriu.

Pasada esta masía me desvío por un sendero que nace a la derecha y me lleva por grandes prados en los que pasta un gran rebaño de ovejas. Hay grandes robles dispersos que me proporcionan un buen sitio para parar y recuperar fuerzas con la comida.

Buena compañía.

Con las pilas cargadas, toca buscar el punto por donde iniciar el descenso. No es fácil de encontrar, me salva el GPS, pero lo localizo e inicio el descenso por el Grau de la Portellera.
En pocos metros llego a la riera de Falgars, que no perderé de vista en todo el descenso. Lo primero que me sorprende es la cantidad de agua que lleva y un par de preciosos saltos de agua, cosa muy normal este verano de abundantes lluvias. Empiezo a bajar por la riera, entre grandes rocas y no tardo en llegar a la Portellera.
El sitio es sorprendente. Ante mis ojos tengo un muro, no muy alto visto desde arriba, con una puerta de madera cerrada con un pestillo por la que tengo que pasar.

La Portellera. No parece gran cosa vista desde arriba.

Paso por la puerta y descubro que el muro en cuestión, a causa del fuerte desnivel, tiene unos seis metros de altura. Rodeada por un hayedo de grandes árboles, percibo que éste sitio es casi mágico. Y como no, con su propia historia.

Pero la cosa cambia vista desde abajo.

No se conoce muy bien la finalidad de este gran muro, pero podría haber sido la esclusa de alguna presa para algún antiguo molino. Aunque también pudo haber sido un muro de defensa para cerrar el paso. Se dice que se construyó para tratar de evitar la entrada de los franceses en el valle.
El entorno es encantador. La riera forma pequeños saltos de agua de gran belleza y el tupido bosque conserva un ambiente húmedo, con musgo y helechos que crecen por todas partes.
Desciendo un poco más y llego a la Font de la Portellera, donde el agua ha formado pequeñas pozas.

Font de la Portellera.

Por la riera o a través del bosque, llego al final del descenso. El camino se suaviza y paso por la Llobatera, una gran masía rodeada de pastos. Desde aquí una pista forestal me lleva de nuevo a la carretera de la Parcelaria y de regreso a Hostalets d'en Bas.
Dejé las fotos del pueblo para el final porque a primera hora había niebla. Pero ahora lo que hay es una gran tormenta sobre mi cabeza.

Una fuerte tormenta se acerca a toda velocidad.

Aprieto el paso y tengo el tiempo justo de hacer unas cuantas fotos antes de que empiece a llover. Me salvado por los pelos.

Iglesia de Santa María

Calle Teixeda

Me faltan las palabras para describir todos los encantos de esta ruta.
Hay que hacerla para vivir la magia y la belleza de un entorno encantador. Hay que caminar por esos caminos para sentir que estamos pisando pequeños lugares con grandes historias.
Una ruta fascinante.